Una propiedad del extinto Cartel de Medellín ubicada en La Ceja, municipio del departamento de Antioquia, sirve hoy para cultivos hidropónicos de tomates y un galpón de gallinas criollas que hacen parte de los proyectos productivos de las víctimas del conflicto armado.
La finca conocida como Miraflores fue por muchos años el lugar de pastar de los caballos del capo Pablo Escobar, y una casa de descanso luego de haber cometido atroces crímenes en la época de más violencia narco en Colombia; cuenta El Tiempo.
Fue parte de la extinción de dominio hecha a los hermanos Luis Fernando y Mario de Jesús Galeano Berrío, uno de sus socios y testaferros, a quienes terminó asesinando durante su reclusión en la cárcel La Catedral de Envigado, al interior de la misma, por un supuesto robo de varios dólares.
De acuerdo con testigos de la época, Luis Fernando fue acribillado e incinerado en la misma cárcel, y el cuerpo de su hermano Mario fue encontrado en 1992. En ese momento sus propiedades pasaron a extinción de dominio.
Miraflores ahora es el hogar de varias familias que fueron víctimas del conflicto armado por desplazamiento o despojo forzado de sus tierras, y con estos terrenos fueron restituidos al no poder regresar a sus antiguas parcelas; detalla El Tiempo.
La Unidad de Restitución de Tierras entregó ese terreno de 7,2 hectáreas a 12 familias del departamento de Antioquia, con sus respectivas escrituras, como compensación de sus pérdidas. Ahora, tienen junto a sus viviendas cultivos de tomate, arándano, lechuga y cebolla, y una cría de gallinas.
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