El domingo 2 de diciembre, día que se cumplieron 25 años de la muerte del narcotraficante más grande y sanguinario que ha habido en Colombia, Pablo Escobar, su tumba en Medellín lució llena de flores y con varios mensajes de gratitud.
El líder del Cartel de Medellín, de entonces 44 años, fue dado de baja con un disparo en el corazón cuando intentaba huir por el tejado de una casa del barrio Los Olivos de la ciudad. Había sido ubicado luego de interceptar una llamada que le hizo a su hijo Juan Pablo.
Ello, tras una ardua persecución del llamado Bloque de Búsqueda, que filtró información con el grupo de los Pepes (Perseguidos por Pablo Escobar), al que pertenecían mafiosos, paramilitares y agentes de la DEA y la Fuerzas Militares colombianas.
Ayer, el aniversario 25 del hecho no pasó sin llamar la atención en el país. Rodeada de flores estuvo la tumba del capo que reposa en el cementerio Jardines de Montesacro, para recibir a los viajeros y visitantes que llegan al que se ha convertido en un atractivo turístico.
Algunos llevaron flores y racimos, y otros hasta dejaron mensajes de gratitud por las ayudas que Escobar realizó en algunos sectores marginados de la ciudad, gesto que para muchos borró la ola de violencia en la que sometió al país a finales de los 80's y principios de los 90's, detalló Caracol Noticias.
A los curiosos también los acompañó la familia de Escobar, que sigue visitándolo como cada año en su tumba, que comparte al lado de la de su madre, Hermilda Gaviria. "Nosotros siempre lo vimos como familia, yo lo vi como mi tío, como esa persona que siempre me brindó amor", contó una sobrina al medio nacional.
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