Por delitos de terrorismo, asociación para delinquir y falsificación de documentos fueron imputados 59 colombianos en Venezuela, que llevaban dos años presos sin que se les cumpliera el debido proceso establecido en el código penal del vecino país.
Nunca fueron acusados de nada, pero estuvieron encerrados sin poder defenderse ante un juez. Y tampoco tuvieron audiencia preliminar. Fueron capturados luego de que el presidente Nicolás Maduro denunciara un "complot paramilitar" en su contra, detalla El Tiempo.
Pese a ello -dice el medio nacional- nunca se presentaron pruebas que relacionaran a estas personas con grupos armados, ni con conspiración. La mayoría eran trabajadores informales e indocumentados.
Al principio fueron 90, que por problemas de salud y otras evasiones se redujo a 58 hombres y una mujer. Incluso, un tribunal en Caracas ordenó su liberación por falta de pruebas e injustificada detención, pero no lo hicieron.
En ese momento, los abogados defensores alegaron que la decisión de frenó por "ordenes de arriba", pues el régimen de Maduro debía justificar la irregular detención; dice El Tiempo.
Ahora, después de anunciarles que serían deportados a Colombia, un tribunal itinerante a la sede de la Policía Nacional Bolivariana, ubicada en La Yaguara, en Caracas, los acusó. Antes, los obligaron a firmar un papel que exime al Gobierno de responsabilidades por su captura.
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