El alcalde de un pueblo de Colombia decretó el toque de queda por "posesión diabólica"

El hecho se presentó en Pajarito, en el departamento de Boyacá, donde un grupo de jóvenes habría invocado espíritus a través de WhatsApp y comenzó a comportarse de manera extraña

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El grupo de unos 14 jóvenes dijo haber jugado a la guija para cumplir un reto de WhatsApp (Getty Images)
El grupo de unos 14 jóvenes dijo haber jugado a la guija para cumplir un reto de WhatsApp (Getty Images)

El alcalde de Pajarito, departamento de Boyacá, Inocencio Pérez, decretó ayer toque de queda en el pueblo después de que un grupo de jóvenes presentara comportamientos extraños debido, supuestamente, a haber invocado demonios desde su WhatsApp.

Todo comenzó a finales de la semana pasada, cuando un grupo de unos 15 menores de entre 12 y 17 años presentaron convulsiones, cambios de tono de la voz, agresividad, laceraciones, desmayos y hasta intentos de suicidio con amenazas de tirarse de un puente.

Por eso se les prohibió el tránsito y movilización a todos los menores de edad sin supervisión adulta, entre las siete de la noche y las cinco de la mañana. "Tomé esa decisión con base en los casos de alerta roja que se estaban presentando. Unos niños dijeron que se iban a suicidar, hablaban incoherencias: que 'porque ya les había llegado la hora', se iban a tirar de un puente", dijo el mandatario a AFP.

Los jóvenes afectados serían estudiantes de los grados sexto y octavo del colegio Técnico Agropecuario del municipio. Los adolescentes, según contaron, participaron en un desafío desde un grupo de WhasApp que se llama 'La estrella de 18 puntas', en las que tendrían que cumplir varios retos, entre ellos jugar con una tabla guija.

Por las características del juego, a las autoridades les preocupa que sus intentos de suicidio estén relacionados con supuestas posesiones satánicas, cita La FM. Los padres de familia agradecieron la medida, que fue consultada con la Policía, asistentes jurídicos de la administración local y psicólogos.

El hecho tiene conmocionado a todo Pajarito, un pequeño municipio católico de unos 2.000 habitantes que se dedican, principalmente, a la ganadería y la caficultura.

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