El hotel Plaza Versalles, ubicado en un exclusivo sector de Cali, fue hace 17 años la sede de las más grandes fiestas de la mafia en una época de lujos para el narcotráfico. Sus propietarios tenían negocios con los hermanos Rodríguez Orejuela, líderes del Cartel de Cali, y más tarde con el cartel mexicano de Sinaloa, fundado por Joaquín 'Chapo' Guzmán.
El edificio de una torre cuenta con 47 habitaciones que hasta hace poco conservaban el estilo ochentero, tres salones para eventos empresariales y académicos con capacidad para 100 personas, una gran piscina con vista a los cerros de la ciudad.
En sus instalaciones se hacían las más grandes y lujosas fiestas de la mafia, con capos de carteles colombianos y mexicanos y sus testaferros; reseña El Tiempo. Eso duró hasta julio de 2009, cuando la Fiscalía señaló a sus dueños por tener nexos con el narcotráfico.
Fue así como el hotel cayó en una lista de 61 inmuebles, 10 vehículos y 6 sociedades comerciales que la Unidad de Lavado de Activos de la Fiscalía ordenó incautar en nueve ciudades distintas del país, de acuerdo con el medio nacional.
Estas propiedades, aunque figuraban con dueños distintos, estarían siendo manejadas por varios carteles, entre ellos el de Sinaloa, el más poderoso y violento de México según la DEA. Y cuyo jefe fue "El Chapo" Guzmán, quien estuvo en prisión en su país, pero se fugó varias veces hasta que fue recapturado en 2016 y extraditado a Estados Unidos, donde le realizan el juicio.
La Fiscalía -según conoció El Tiempo– estableció que los bienes eran comprados mediante transacciones de la sociedad de inversiones, ocupada el mismo año por el ente acusador. En ese momento, el hotel que pasó a ser administrado por el Estado redujo su nómina a la mitad.
Hoy trata de romper el estigma y devolverse a los años gloriosos de los 80's, cuando era uno de los más exclusivos de Cali. Mientras lucha con un desfalco de casi 532 mil dólares cuando pertenecía a la Dirección Nacional de Estupefacientes, entre 2009 y 2011.
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