Durante varios meses, Jesús Guzmán Salazar, alias 'Alfredillo', el hijo del capo mexicano del Cartel de Sinaloa, 'Chapo' Guzmán, estuvo viviendo en Medellín protegido por la banda criminal 'La Oficina'. Incluso, tuvo lujosos apartamentos en el exclusivo sector de El Poblado y dos laboratorios de procesamiento de cocaína en Envigado.
Medellín, la segunda ciudad más importante de Colombia y cuna del narcotráfico en el país, se convirtió en el lugar "seguro" para los narcos mexicanos buscados en su país. Ello, en parte, por la protección que brinda 'La Oficina', la banda que maneja todo el narcotráfico de la ciudad y con la que carteles como el de Sinaloa tienen negocios.
'Alfredillo' es uno de los 10 más buscados de la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA). Llegó a Medellín en septiembre de 2016, después de ser liberado tras haber sido secuestrado con un hermano por un comando del Cartel de Jalisco Nueva Generación (CJNG), con quien se disputan un territorio para las actividades ilícitas.
Todo este viaje lo dio a conocer, dos años después, el semanario mexicano Proceso, quien confirmó el hecho con fuentes anónimas de la Policía y la DEA en Colombia. "Lo primero que hace cuando lo liberan es arrancar (huir) para Colombia", aseguró el informante al medio.
Primero, el mafioso llegó a Envigado, un municipio a pocos minutos en carro desde Medellín, y donde Pablo Escobar fundó lo que se conoce ahora como 'La Oficina', con el brazo armado del extinto Cartel de Medellín. Por eso, fue protegido por una subestructura de la banda llamada 'La Terraza'.
Vivió entre Envigado y el exclusivo sector de El Poblado, de Medellín. En este último alcanzó a tener lujosos apartamentos donde realizaba fiestas privadas con mujeres jóvenes, whisky, marihuana y perico (cocaína), y al son del reguetón y norteñas mexicanas; describe Proceso. Siempre estuvo custodiado por no menos de 15 hombres armados, y usaba un Toyota Prado color gris y blindado.
Pero las autoridades no supieron de su presencia en Colombia hasta meses después de su arribo, cuando inició un negocio de producción de cocaína en zona semi-rural de Envigado, luego de que 'La Oficina' lo contactara con empresarios locales. La bacrim recibía un porcentaje del tráfico de la droga y del lavado de dinero.
"Primero montó un laboratorio de procesamiento de coca en el que tenía trabajando como a 20 gentes. Yo ya tenía contacto con una de ellas y fue la que me comenzó a pasar información del mexicano. Muy pocos sabían que era el hijo del 'Chapo', muchos le decían 'El Charro'", contó la fuente anónima al semanario mexicano.
Proceso también conoció que 'Alfredillo' tuvo dos laboratorios de elaboración del clorhidrato que producían cerca de 100 kilos semanales. Cada mes salía un camión con 400 kilos de cocaína con destino a Buenaventura, donde la droga saldría por el puerto del pacífico hacia el exterior.
"No descartamos que haya estado y que se haya ido antes de que llegáramos a él, pero, por la información que recabamos, no creemos que haya sido algo así como un jefe de plaza del Cartel de Sinaloa en Medellín o en Colombia. Nosotros seguimos varios indicios, hicimos los procesos investigativos necesarios, pero no pudimos comprobar algo así", concluyó la fuente a la revista.
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