Carlos, un ex policía que trabajó durante la época de violencia atribuida al capo Pablo Escobar, dedica hoy sus días a realizar 'narcotours' a extranjeros que quieren conocer sobre la vida del cabecilla del Cartel de Medellín, con la intención de desmitificar su figura y evitar la apología al narcotráfico.
Así lo cuenta un documental del diario inglés The Guardian, a quien el hoy guía turístico de la Alcaldía de Medellín explicó que la ciudad no quiere ser conocida por su pasado narcotraficante, y que Pablo Escobar no es el "Robin Hood" que creen muchos en el exterior.
"Para mí es un pobre hijueputa", expresó el hombre, quien trabajó en la institución en la época en la que el sanguinario mafioso pagaba 647 dólares por policía asesinado. Por eso, Carlos trata de contar esa oscura historia de Escobar que no muchos conocen fuera de Colombia.
"Mírate, Pablo Escobar. Trataste de matarme muchas veces, pero fallaste. Yo gano. Ahora, estás bajo tierra en paz, y muchas gracias, porque en este momento estoy ganando plata a tu nombre", dice Carlos frente a la tumba del mafioso en el documental.
The Guardian también habla con el alcalde de la ciudad, Federico Gutiérrez, que afirmó que Medellín no es como lo pinta Netflix, y quien se ha planteado una estrategia para acabar con los 'narcotours' y la memoria de Pablo Escobar.
Contó que ya está todo listo para que el edificio Mónaco, propiedad del extinto capo y en el que vivió con su familia, se convierta en un parque en memoria de las víctimas del Cartel de Medellín. "Estamos cambiando los símbolos de la ilegalidad por símbolos de la esperanza".
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