Juan Carlos Sánchez Latorre, conocido como 'Lobo Feroz', ya fue extraditado desde Venezuela hasta Colombia, donde le imputarán cargos por 276 casos de abuso sexual contra menores de edad. Una de sus víctimas relató el drama que vivió a manos de este violador serial y dos cómplices más, durante varios días.
Sánchez fue capturado el diciembre de 2017 en Maracaibo, Venezuela, con casi 2.000 archivos de pornografía infantil. El operativo se dio gracias a una alerta de las autoridades mexicanas, que habían detenido a un pedófilo que compraba los videos de las violaciones que hacía este criminal, que se autollamó 'Lobo Feroz'.
El general de la Policía, Jorge Luis Vargas, dijo a El Tiempo que hay suficientes pruebas con imágenes explícitas y fuertes contra Sánchez Latorre. Fueron las mismas que vio Rafael (como le llamó el medio nacional para guardar su privacidad) cuando fue violado por este pedófilo y dos de sus cómplices. Así lo reveló ante la Fiscalía, 10 años después del episodio.
Rafael vendía flores en un parque del centro de Barranquilla, pese a la advertencia de un hermano que le contó el rumor de un violador que andaba en la zona. Pero no fue ahí donde lo conoció, sino en un centro comercial al sur de la ciudad, una tarde de enero de 2008. Lo invitó a comer un perro caliente con gaseosa, y bajo engaños lo llevó hasta un motel.
En la habitación ya estaban dos hombres. "Apenas entré al cuarto empezó a quitarme la ropa y a darme chupones mientras me amenazaba", contó el joven al ente acusador, cita El Tiempo. Rafael tenía 13 años entonces, y fue violado por el 'Lobo Feroz' y tres personas más durante 15 ocasiones diferentes. Mientras lo hacían, grababan los vejámenes con una videocámara.
"Uno de los que lo acompañaba siempre tenía una cámara donde había fotos y videos de niños violados y desnudos", relató. El episodio se repitió el sábado siguiente, Sánchez llegó al parque donde trabajaba en una camioneta, con los tres cómplices, y lo amenazaban con un arma para que subiera al auto. Y así fue durante 13 días más.
Rafael ya había dado su testimonio en 2008, cuando Sánchez fue capturado por primera vez luego de señalamientos de varias víctimas de sus abusos. Pero en ese momento -dijo- se sintió intimidado y no contó toda la verdad. Este jueves, ya con 24 años, volvió a declarar los hechos que ni su familia conoce.
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