Una cuadrilla de cuatro ingenieros realizaba un estudio para instalar torres de conducción eléctrica en límites entre Manzanares y Marulanda, en el departamento de Caldas, cuando por error golpearon un enjambre de abejas africanizadas, también conocidas como africanas o asesinas.
El ataque de los insectos, que poseen un veneno que puede ser letal en personas hipersensibles o en las que sufran muchas picaduras, se terminó convirtiendo en una tragedia.
Los contratistas de la empresa Geoma se dividieron en dos parejas cuando fueron atacados por miles de abejas. En medio del desespero, Paula Andrea Ramos Molina, de 22 años, y otro compañero se lanzaron a un abismo sin saber que era muy profundo, relata La Patria.
La joven, oriunda de Venadillo, Tolima, e ingeniera ambiental y forestal, se desnucó al caer y murió al instante. El hombre permanece en "delicado estado de salud" en el hospital de Manzanares, según informó la Alcaldía de Marulanda.
Unidades de bomberos de Manzanares y de Pensilvania encontraron el cuerpo sin vida de Ramos después de ocho horas de búsqueda, pues el acceso a la zona era complicado debido a la gran altura que tenía, dijo a Caracol Radio Ricardo Giraldo, director de la Unidad de Gestión de Riesgo de Caldas.
El funcionario recordó que hace un mes un grupo de 30 personas también fue atacada por abejas africanizadas en una zona aledaña, en la avenida Santander de Manizales. Y advirtió que, si se presenta una situación como esta, las personas deben correr en zigzag lo más rápido posible para alejarse de los insectos, de los cuales puede haber hasta 41 mil en un solo enjambre.
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