Cartagena se rebela para luchar contra la prostitución, su lado más oscuro

Las autoridades quieren evitar que la ciudad caribeña sea reconocida como polo mundial del turismo sexual

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Cartagena de Indias, uno de
Cartagena de Indias, uno de los destinos turísticos más importantes de Suramérica, ha visto cómo crece en los últimos años la explotación sexual (EFE/Ricardo Maldonado Rozo)

Cartagena de Indias, uno de los destinos turísticos más importantes de Suramérica, ha visto cómo crece en los últimos años la explotación sexual, un lado oscuro contra el que ahora se rebelan las autoridades.

Así lo reconoce Dumek Turbay, el gobernador de Bolívar, cuya capital es Cartagena, quien aseguró que la ciudad caribeña no debe ser "reconocida" como polo mundial del turismo sexual, que aboca a la explotación a centenares de personas, algunas de ellas menores de edad.

Por eso quiere convertir a Cartagena "en la ciudad modelo en el mundo para luchar de frente contra estas redes" de explotación sexual.

Esa es una realidad muy visible para todos los turistas locales y extranjeros que ven con sorpresa a muchas de esas mujeres en los puntos más populares de la ciudad ejerciendo la prostitución.

Sin embargo, la situación saltó al centro del debate público el pasado 29 de julio.

Ese día, la Fiscalía hizo pública la captura de 18 personas acusadas de explotación sexual en Cartagena, entre ellas Liliana del Carmen Campos Puello, alias "La Madame", señalada como "presunta responsable de cooptar adolescentes y mayores de edad en Cartagena y trasladarlas hacía el exterior, con fines de explotación sexual".

Campos está considerada por las autoridades como "la mayor proxeneta de Cartagena" y su imagen llegando a los juzgados altanera, sonriente y mostrando el dedo corazón a periodistas y curiosos se quedó en la retina de los colombianos como ejemplo de la impunidad con que se exhiben los explotadores sexuales.

La explotación sexual es un
La explotación sexual es un tema contra el que ahora se rebelan las autoridades (EFE/Ricardo Maldonado Rozo)

En buena medida por eso, el gobernador de Bolívar dijo que la Fiscalía General de la Nación se comprometió a "combatir en todos los sectores de la cadena" de explotación sexual, lo que incluye también a quienes llegan a Cartagena en busca de prostitutas.

"Tampoco vamos a permitir que los sitios emblemáticos e históricos de la ciudad se tomen para la oferta sexual", dijo el gobernador.

Como parte de la nueva ofensiva, el fiscal delegado contra la violencia de niños y niñas, Mario Gómez, informó el pasado 20 de agosto que la Fiscalía "rescató a 49 mujeres de los sótanos de tres establecimientos" donde eran sometidas a la explotación sexual.

Gómez explicó que de las 49, 23 eran venezolanas y eran "forzadas a vivir en los sótanos".

El director del departamento administrativo de salud de Cartagena (DADIS), Antonio Sagbini, dijo en una entrevista telefónica con Efe que un censo de 2017 muestra "que alrededor de 656 mujeres ejercen la prostitución en Cartagena".

"Estimamos que esa población se ha duplicado del 2017 al 2018 por la migración (de venezolanos)", añadió.

Sagbini reconoció que el censo no incluyó a aquellas prostitutas que trabajan en bares o responden a llamadas telefónicas, por lo que la cifra podría ser mucho mayor.

La prostitución colma cada vez
La prostitución colma cada vez más el centro histórico de la ciudad de Cartagena (Colombia)

El oficial nacional del programa de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito, Carlos Pérez, advirtió en conversación con Efe que "en aquellas ciudades con una vocación turística como Cartagena la dimensión que tenga la prostitución incide concretamente en la trata de personas".

"Es decir, los escenarios donde hay actividades de prostitución son escenarios sensibles de riesgo para la ocurrencia de casos de trata de personas", afirmó.

Pérez aseguró que, en 2017, "el Ministerio del Interior de Colombia logró documentar información de 98 casos de trata de personas, de estos 79 estuvieron relacionados con trata con fines de explotación sexual".

El funcionario destacó que "estas cifras se ubican bajo un indicador internacional, que es que por cada caso de trata que existe puede haber 20" que no se identifican.

Daniela, una cartagenera de 25 años que lleva 3 años ejerciendo la prostitución en el casco histórico de la ciudad, dijo que prefiere trabajar con extranjeros porque "son los que mejor pagan".

"En un buen mes me puedo hacer hasta 10 millones de pesos (unos 3.300 dólares)", aseguró.

El gobernador Turbay reconoció que el problema de la prostitución es social y dijo que "debe haber más inversión, más trabajo y desarrollo humano para que la lucha contra la explotación sexual no se quede coja".

Mientras trabajan para conseguirlo, se esfuerzan para que la sombra de la explotación sexual no cubra la buena imagen de la turística ciudad.

Con información de EFE

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