El video promocional de Chica Linda en YouTube
Luego de la captura de La Madame, la mayor proxeneta de Cartagena, las autoridades colombianas están con la guardia alta en búsqueda de indicios que conduzcan a otras organizaciones que se dedican a la explotación sexual de mujeres.
Es por esa razón que en los últimos días se llevaron adelante allanamientos en tres discotecas -que en realidad funcionaban como burdeles- y lograron rescatar a 49 mujeres, de las cuales, 23 eran venezolanas y llegaban a la ciudad engañadas con una supuesta oferta de trabajo.
Los proxenetas las obligaban a tener relaciones sexuales para pagar sus "deudas" por manutención y les retenían sus documentos de identidad para tener el control total de sus movimientos.
Uno de los burdeles allanados fue Chica Linda Night Club. Según publicó El Espectador, el local fue registrado el 30 de noviembre de 2005 "para el expendio de bebidas alcohólicas para el consumo dentro del establecimiento", y hoy es propiedad de la sociedad Inversiones Terán Pérez SAS, que se creó en 2009.
El mismo periódico consignó que la empresa está dedicada oficialmente a actividades inmobiliarias, al expendio de bebidas alcohólicas para el consumo dentro del establecimiento y a la construcción de obras de ingeniería civil. Además, es propietaria de otros dos establecimientos en la Bomba del Amparo, Cartagena: Bar Cacique Show y El Maracaná Disco Bar Show.
Cómo funcionaba Chica Linda
Visitantes de estos burdeles le contaron a El Espectador sobre Chica Linda, el más "exitoso" de los tres establecimientos. El diario destaca que una de las mejores épocas que atravesó el negocio fue gracias a la etapa de construcción de la Refinería de Cartagena (Reficar), proyecto que terminó siendo uno de los desfalcos más grandes de Colombia y cuyos sobrecostos se habrían originado, entre otras cosas, por el pago a prostitutas.
Un ex empleado de la refinería afirmó que los trabajadores eran clientes fieles de los prostíbulos de la Bomba del Amparo, sobre todo los días de pago. "Uno iba a Chica Linda en aquella época y se encontraba con medio Reficar. Nos saludábamos, y los fines de semana salíamos muy borrachos porque cada vez que ingresaba un compañero al lugar gastaba una botella para todos los conocidos", contó el individuo en diálogo con el periódico.
Si una mesa ordenaba una botella de whisky tenía derecho a un baile de dos mujeres que terminaba en desnudos. Y si la botella era de aguardiente o ron, el baile solo lo hacía una mujer. Desde las 22:00 se realizaban espectáculos en la tarima y a las 2:00 de la madrugada el show subía de tono.
Cualquiera de los clientes subía a la tarima para tener sexo con una de las mujeres que trabajaba en el establecimiento. Ante la mirada de los asistentes, la pareja mantenía relaciones sexuales mientras le arrojaban agua fría. Si el hombre no resistía el acto, bajaba del escenario.
"En el sitio todo giraba también en torno al licor. Las muchachas ganaban por trago. Uno las invitaba a tomar y ellas por lo general pedían champaña o vino, que cuestan más. Por cada trago que uno les pedía, ellas ganaban una comisión", agregó otro de los clientes, que reconoció que las mujeres estaban constantemente vigiladas por los proxenetas.
"Las mujeres tenían en Chica Linda un espacio privado donde vivían. Y en otro lado, atrás de la tarima, había una puerta que llevaba a un segundo piso donde se tenía sexo. Había una caja donde se pagaba y se asignaba la habitación con cama, baño y aire acondicionado. Cuando estaba todo muy ocupado se subía a un tercer piso en la zona de lavandería para tener relaciones", narró otro de los visitantes a El Espectador.
En los testimonios recogidos por el diario, los clientes confirmaron la existencia de un pasillo interno que conectaba al local con el Cacique Show y era usado, sobre todo, cuando la policía "molestaba", porque el lugar estaba abierto hasta bien entrada la madrugada.
"Media hora con una mujer valía en el Cacique Show 50 mil pesos colombianos (unos 16,59 dólares), mientras que en Chica Linda costaba 150 mil (unos 49,77 dólares)", agregó otro hombre.
La red de trata tiene reclutadores en distintas regiones de Colombia y Venezuela, donde ofrecen falsas propuestas de trabajo para terminar explotándolas sexualmente.
Colombia endurecerá las penas a quienes prostituyen a menores
El fiscal general de Colombia, Néstor Humberto Martínez, dijo la semana pasada durante un encuentro con el sector turístico de Cartagena que las autoridades van a perseguir judicialmente "a todas aquellas personas que demanden servicios sexuales de menores" en esa ciudad caribeña.
Martínez explicó en una rueda de prensa que la explotación sexual de menores en Cartagena "existe porque hay una demanda de turistas nacionales y extranjeros que buscan la prestación de servicios sexuales de adolescentes y de niñas".
"Esto está catalogado como un delito en Colombia que da lugar a una pena hasta de 37 años y medio de prisión y por eso vamos a judicializar a todos aquellos que cometan estos ilícitos en calidad de turistas nacionales o extranjeros", subrayó.
El fiscal también dijo que entrarán en una fase que busca la extinción de dominio (expropiación) de todos los bienes muebles e inmuebles que se presten para las "actividades ilícitas de carácter sexual que vienen afectando a la ciudad".
Advirtió que los investigadores han detectado que "algunos administradores" de casas y apartamentos de Cartagena las prestan "para que allí se desarrollen actividades ilícitas de esta naturaleza" cuando sus propietarios están ausentes.
MÁS SOBRE ESTE TEMA: