Desde la captura de La Madame, la mayor proxeneta de Cartagena, las autoridades colombianas tienen a la ciudad heroica como foco de los operativos contra la explotación sexual. Esta semana, justamente, rescataron a 49 mujeres víctimas de trata en sótanos de discotecas que se usaban como fachadas para el mercado ilegal.
Por denuncias sobre tratos crueles y servicios sexuales, agentes de La Fiscalía, Migración Colombia y la Armada Nacional se tomaron los locales Nicolle, Allondra y Chica Linda, al sur de Cartagena. Para su sorpresa, encontraron en cuartos subterráneos de 30 metros a 49 mujeres que estaban siendo sometidas a la prostitución contra su voluntad.
Los cuartos de las tres discotecas se conectaban entre sí. En esos mínimos espacios vivían y trabajaban las víctimas. Los propietarios de los lugares las ofrecían a través de redes sociales y de agencias de turismo sexual de la ciudad, en las que recomendaban a chicas extranjeras, pues fueron encontradas 23 venezolanas.
A estas mujeres de otras nacionalidades les quitaban el total de las ganancias alegando gastos de hospedaje, alimentación y supuestos costos de viaje para el traslado de Venezuela a Cartagena. Y les quitaron sus documentos de identidad para que no intentaran huir. Eran vigiladas y monitoreaban sus comunicaciones.
Así aseguró al diario El Tiempo el fiscal delegado contra la Violencia de Niños y Niñas, Mario Gómez. "Al final del día, al hacer las cuentas, en muchos casos ni siquiera alcanzaban a pagar por los gastos que les cobraban los miembros de la organización ilegal", dijo. Además, las víctimas contaron a las autoridades que les imponían multas monetarias si infringían las normas.
La red de trata tiene reclutadores en distintas regiones de Colombia y Venezuela, donde ofrecen falsas propuestas de trabajo para terminar explotándolas sexualmente, que ya están siendo investigadas por las autoridades para desmantelar a la organización criminal.
Además, iniciarán extinción de dominio a los tres establecimientos, que quedarán en manos del Estado. Mientras que las venezolanas están a disposición de Migración Colombia, que verifica su ingreso al país.
Esta investigación se une los operativos contra el israelí Assi Moosh, quien tiene orden de captura por explotación sexual en Taganga, Santa Marta, junto con dos estadounidenses, un argentino y un alemán señalados por el mismo delito y por abuso sexual de menores de edad, quienes están prófugos de la Justicia.
MÁS SOBRE ESTE TEMA: