El aumento histórico que según el gobierno Trump han tenido los cultivos de coca en Colombia, llegando a 209.000 hectáreas el año pasado, tiene en riesgo al país de perder la certificación de Estados Unidos. La preocupación de la Casa Blanca es el 'santuario cocalero' que han formado tres capos que tendrían alianzas con carteles mexicanos y brasileros. Por esas razones, se convirtieron en los principales objetivos de las Fuerzas Militares colombianas.
Se trata de los jefes de grupos disidentes de las FARC, Walter Artízala Vernaza, alias 'Guacho', y Miguel Botache Santillana, alias 'Gentil Duarte'; y el cabecilla del Clan del Golfo, Dairo Antonio Úsuga, alias 'Otoniel'. Estos capos, de acuerdo con El Tiempo, estarían trabajando en territorio nacional con mafiosos brasileros y ecuatorianos, y en alianza con carteles mexicanos como Sinaloa, Los Zetas y Jalisco Nueva Generación.
En asocio con el grupo disidente liderado por 'Gentil Duarte', el poderoso cartel brasilero Familia del Norte (FDN) hace presencia en Colombia para verificar la calidad de la droga que se produce en los departamentos de Putumayo y Caquetá, donde se concentran 34.305 hectáreas de cultivos ilícitos, según cifras de Naciones Unidas.
"Sacan la coca por Manaos a través del río Putumayo. La mayor parte sale hacia Guinea-Bisáu, en África, para moverla a puertos europeos. Y un remanente se queda para el consumo interno en Brasil, que se disparó", explicó a El Tiempo el director del Centro de Estudios de Seguridad y Paz, Néstor Rosanía. También en alianzas con los brasileros, la banda 'Los Caqueteños' les entregan 600 kilos de cocaína cada 20 días, aunque su principal proveedor es 'Gentil Duarte'.
Según pudo confirmar el medio nacional, este líder de las disidencias también tiene el control de las 12.302 hectáreas de 'narcocultivos' en Guaviare, donde se disputa las rutas del narcotráfico y la producción de cocaína con otros exjefes FARC como Géner García, alias 'Jhon 40'; Édgar Salgado, alias 'Cadete'; y Néstor Fernández, alias 'Iván Mordisco'.
Por su parte, Walter Artízala Vernaza, alias 'Guacho', cabecilla del frente Oliver Sinisterra de las disidencias de las FARC, es uno de los proveedores de cocaína más importante de los carteles mexicanos. Su foco de operación se concentra en Nariño, desde donde mueve la droga por Ecuador hacia Perú, Chile y Argentina. Para ello, ya tiene alianzas con capos ecuatorianos.
"Nariño tiene todo para ser un zona complicada y atractiva para la gran mafia: confluyen los más extensos 'narcocultivos' del país, hay laboratorios de procesamientos y rutas de salida por el Pacífico", afirmó Rosanía a El Tiempo. Este territorio se lo disputan con el 'Clan del Golfo'.
Información de la Fiscalía asegura que alias 'Otoniel' también tiene alianzas con los mexicanos en Tierralta, Córdoba. La droga la sacan desde la costa Atlántica hacia Europa. Alias 'Don Pedro', excabecilla de Los Zetas, es el emisario de Sinaloa en ese territorio, y en otras regiones donde trabajan con el colombiano, como el bajo Cauca y el Naya, zona rural de Buenaventura.
Pero además de ellos, una fuente anónima le confirmó a El Tiempo que la DEA solicitó al gobierno de Iván Duque investigar si uno de los hijos de Joaquín 'Chapo' Guzmán, cabecilla del cartel de Sinaloa extraditado a Estados Unidos, viajó a Medellín para canalizar los negocios narcotraficantes que tienen con bandas criminales colombianas, y que al parecer se habría realizado en un jet privado en febrero de este año.
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