Luego de que la Fiscalía revelara que en lo corrido de este año al menos 24 menores han sido reclutados por la guerrilla del ELN, por la que se ordenó la captura de 11 de sus comandantes, salieron a la luz desgarradores testimonios de algunas de las víctimas, que hoy ya son mayores de edad, y que cuentan el drama que vivieron en las filas de la insurgencia.
El ente acusador tiene el testimonio de unas 121 personas que fueron coaptadas forzosamente por el ELN para hacer parte de sus filas cuando eran menores de edad. Con ello, la institución busca demostrar que el grupo guerrillero que está sentado en La Habana para negociar la paz mantiene su actividad delincuencial de "vincular y utilizar a niños, niñas y adolescentes por directriz criminal de los comandantes".
"Yo tenía como siete años cuando empezaron a utilizarme, ya me pedían favores, que les comprara cosas. Luego me dieron un teléfono, entonces me decían que me fuera para ciertos lugares y que les informara si había movimiento del Ejército". Ese es uno de los testimonios que conoció El Tiempo sobre una víctima del ELN.
Con relatos como este, la institución pudo constatar que los más pequeños sirven de vigilantes en las veredas rurales donde opera la guerrilla, incluso sirven de guardianes de los secuestrados. Y cuando van creciendo son sometidos a entrenamientos de guerra para que aprendan a disparar con fusiles y se encargan de limpiar las armas.
La mayoría de los niños eran llevados a la fuerza, pero algunos pedían ellos mismos ingresar a la organización, pues no tenían más salidas económicas. Así lo confesó un indígena de 11 años, que contó que les envió sus datos junto a los de sus padres y familiares, y luego le compraron ropa para ingresarlo a la selva; cita El Tiempo.
"A los dos días después de caminar muchísimo le dije a la compañera conocida que ya no quería seguir y que me quería ir para mi casa, ella me dijo que si decía algo la mataban a ella y después mataban a mis familiares, porque ya tenían todos los datos de ellos… me tuvieron como dos años", describe el menor.
Otros menores han detallado cómo eran raptados en sus propias casas, en las que se escondían cuando llegaban los camuflados, y los llevaban en lancha por el río Telembí (Nariño) a un campamento donde estaban todos los niños "que se la pasaban llorando", aseguró una víctima. En el lugar los entrenaban para usar armas de fuego y explosivos, y las niñas eran violadas por los guerrilleros.
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