Cada año las tortugas Carey, especie en vía de extinción, dejan el mar y llegan a Playa Blanca, en la isla Barú de Cartagena, para depositar sus huevos. Pero la sobrepoblación de turistas, sobre todo de extranjeros hippies que se han asentado en la zona para vivir en carpas, amenazan con el proceso natural. Para evitar la degradación del ecosistema el Ministerio Nacional de Ambiente decidió cerrar las playas.
Hasta por tres meses viven colonias de turistas a la orilla del mar, según cuentan sus pobladores. En carpas, cocinando en estufas artesanales con leña en medio de la playa y usando los árboles de tendederos de ropa. Tan usual se ha convertido el panorama que los residentes rebautizaron el balneario como 'Hippielandia', de acuerdo con Caracol Radio. Pese a que el la Alcaldía de Cartagena en el decreto 0885 del 27 de junio de 2016 prohíbe acampar en la zona.
"Estamos en un lugar en el que no pagamos hospedaje, estamos disfrutando, viviendo la vida. La comida la compramos, la traemos, acá cocinamos. Las estufas van quedando acá en la playa", contó el turista argentino Bruno al medio radial. Y confirmó que para sobrevivir hacen artesanías que venden en la misma playa. Ello, aunque el decreto anterior también prohíbe el ingreso de alimentos y la realización de fogatas.
Además de las denuncias por el consumo excesivo de droga y el sexo en público, las aguas cristalinas hoy están rodeadas de comercio ilegal, ventas ambulantes y mucha contaminación. Esto ha cambiado las condiciones naturales necesarias para que las tortugas marinas lleguen a construir sus nidos, donde se reproducen y dejan sus huevos hasta que sus crías salen y regresan al mar.
La situación se ha convertido en otra amenaza para la especie que está el peligro de desaparecer por la captura de la que es víctima de mano de pescadores, que venden su carne para alimentación y usan su caparazón para elaborar accesorios como anillos y pulseras, o incluso para cucharas.
El proceso de las tortugas Carey comienza en menos de un mes. Por eso, el Ministerio de Ambiente anunció el cierre del balneario de Barú durante siete meses, a partir del próximo 10 de mayo y hasta el 30 de noviembre, periodo de reproducción del animal. Así, además, se evitar una mayor degradación del ecosistema.
"El Parque Natural no se va a cerrar, solo el sector norte tendrá restricciones, pero con el fin de preservación de la especia. Ahora, los operativos de vigilancia y control continúan en las playas, y sólo se permite el ingreso a 3.124 personas por día, que se nos puede elevar a 3.500. Antes podían llegar hasta siete mil personas, lo que constituía un crimen ambiental", señaló a El Tiempo Yolanda Wong, secretaria del interior de Cartagena.
MÁS SOBRE ESTE TEMA: