"Sexo, droga y rock & roll". Así definió el ex productor musical y presentador de televisión Jairo Martínez las fiestas que organizaba el sanguinario ex jefe del Cártel de Medellín Pablo Escobar. Según él, en los años 90 toda la élite de Cartagena asistía a las rumbas de los mafiosos, con el riesgo que implicaba una toma armada de sus enemigos o de las autoridades. Aunque afirma que en los lugares se encontraban hasta policías y políticos.
Martínez habló en el programa Se dice de mí, de Caracol TV, sobre las desenfrenadas rumbas a las que asistía y a las cuales les debe parte de su popularidad en el mundo de la farándula y la política. Aunque su carrera como productor y mánager del talento colombiano la hizo con Sony Music, con artistas como Emilio y Gloria Estefan, Ricky Martin, Marc Anthony, Jennifer López, entre otros. De hecho, fue quien lanzó al estrellato internacional a Shakira, luego de conectarla con Emilio Estefan.
"Era una época en la que todos eran amigos de todo el mundo. Y cuando había una fiesta en Cartagena, de repente estabas con quien menos tú pensabas", dijo el presentador. Pablo Escobar estaba acostumbrado a cerrar discotecas para él solo, en Cartagena o en Bogotá escogía las mejores, las que estaban de moda en aquel tiempo. Y, por supuesto, nunca faltaban las mujeres ni la cocaína.
Martínez disfruto de varias de las fiestas de Escobar, pero sobre todo de las de Carlos Lehder, uno de los fundadores del Cártel de Medellín. "Las de Pablo eran más que todo en discotecas; las de Lehder sí eran en su casa, en las que estuve yo. Eran fantásticas", expresó. Sobre las fiestas dice que surgían de un momento a otro, de pronto lo llamaban para que asistiera a una con amigas o amigos.
Porque algunos de los narcotraficantes, de vez en cuando, solicitaban hombres y no mujeres para saciar su apetito sexual. Aunque sobre eso Martínez no quiso referirse mucho. "Había días que a él (Lehder) le gustaba cambiar un poco sus tendencias y a veces le gustaban también los muchachos", contó el cartagenero al programa de televisión.
Las fiestas en las fincas se realizaban en distintas ciudades, una detrás de la otra, sin descanso. Martínez comenzaba en Cartagena y de repente se veía en Armenia. "De pronto, me veo montado en una avioneta, aterrizando en Pereira, en una finca de Carlos Lehder. Una rumba buenísima (…) Se acabó a las cuatro de la tarde del día siguiente. Me tocó llamar a mi papá y pedirle un tiquete de regreso".
Las fiestas eran amenizadas con los artistas del momento. Una vez –recuerda Martínez– rifaron a una mujer que recién habían traído de Suecia. Todos los participantes sacaban un papelito y al que le salió un escrito se la llevó. "Eran unas rumbas rarísimas", concluye el presentador.
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