De uno de los barrios más pobres de Tumaco, en el departamento de Nariño, fue reclutado hace tres años un joven de 21 años, que por seguridad no revela su nombre, para sumarlo al frente Oliver Sinisterra de la disidencia de las FARC, al mando de alias 'Guacho', el asesino más buscado en Colombia y Ecuador. Contó en entrevista con Blu Radio cómo es el reclutamiento de menores, pero no habla ni de su jefe ni de la muerte de los tres periodistas de El Comercio.
Pasó de ser un niño en su barrio a un hombre respetado, por miedo. Allá saben que con una sola llamada al "jefe" se podría desatar un enfrentamiento armado y quedar entre el fuego cruzado. Ingresó por necesidades económicas y continua en la banda criminal por las mismas razones. Confesó que el dinero atrae a todos. Lo sabe porque tiene a su cargo un grupo de 18 jóvenes de entre 14 y 25 años que ingresaron por lo mismo.
"Y una vez uno entra, no puede volver a salir", aclaró a la emisora. Por los primeros dos meses de trabajo, 'Guacho' les paga unos 549 dólares, pero en los siguientes tienen que subsistir solos, con la renta de actividades ilegales como extorsiones en comercios. Ese es uno de los trabajos que realizan, además de ser campaneros, para dar aviso si se acerca la Policía; o de ser informantes.
Contó el joven que a Guacho no le gusta trabajar con viejos, por eso recluta menores de edad, sobre todo. Usualmente de barrios marginados, con muchas necesidades básicas insatisfechas u adictos o consumidores de droga. En su grupo, por ejemplo, meten desde marihuana y cocaína, hasta bazuco y Popper; incluso se traban oliendo gasolina.
El reclutamiento de menores fue una práctica usual durante el conflicto armado cesado con la firma de la paz, pero otras organizaciones como el Clan del Golfo y la guerrilla del ELN la siguen usando. La Fundación Ideas para la Paz reveló un informe sobre la forma como lo hacen los disidentes de las FARC, y ahora el representante a la Cámara por Bogotá, Efraín Torres, hace una nueva denuncia.
"Según los datos entregados hubo por lo menos 13 casos de reclutamiento forzado en las zonas donde las disidencias de las Farc tienen influencia. Este es un llamado de alerta para el Gobierno nacional, pues no podemos esperar a que este número crezca y la tragedia humanitaria de los niños en la guerra sea aún mayor", dijo Torres a Caracol Radio.
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