Todo indica que Jesús Santrich, excomandante de las FARC y uno de los delegados en el proceso de paz de La Habana, pasará el resto de sus días en una cárcel de Estados Unidos por narcotraficante. Y la clave de su captura está en la relación que mantuvo con el capo mexicano Don Rafa, uno de los 10 narcos más buscados por la DEA, vinculado al Cartel de Sinaloa y al Cartel del Pacífico.
El expediente de Seusis Pausivas Hernández Solarte, nombre real del ex terroristas, comenzó hace menos de un año. En junio de 2017, investigadores del CTI seguían a Marlon Marín, sobrino de otro ex jefe de las FARC, Iván Márquez, por el direccionamiento de millonarios contratos para la salud de los guerrilleros desmovilizados. En ese proceso interceptaron una llamada que tuvo con un integrante del Cartel de Sinaloa.
El mexicano le exigía a Marín hablar con alguien de peso en la organización para completar el 'contrato' de droga; que era la venta de 10 mil kilogramos de cocaína por 15 millones de dólares; un cargamento que valdría 320 millones de dólares en Nueva York, según estimaciones de la revista Semana. Así fue como presionaron a Santrich para que se reuniera con delegados de los mexicanos, lo que las autoridades pudieron determinar por una llamada entre los dos, donde el ex negociador de las FARC era llamado Trichi.
La cita se concretó en medio de las campañas legislativas en noviembre del año pasado, con supuestos emisarios de Rafael Caro Quintero, tercero al mando del Cartel de Sinaloa, alias Don Rafa. Donde acordaron cerrar el negocio en Barranquilla, ciudad portuaria del país. El mexicano de 66 años, nacido en el poblado de La Noria en Sinaloa, es uno de los 10 narcos más buscados por la DEA.
Días antes de concretarse el negocio, el organismo estadounidense había informado que Don Rafa recuperó el tráfico de estupefacientes hacia Estados Unidos, de acuerdo con El Heraldo. Y que estaba bajo el mando de Joaquín El Chapo Guzmán Loera, líder del Cartel de Sinaloa y extraditado el 19 de enero de 2017 a ese país.
La relación entre los dos capos, y que hunde a Santrich, se selló con un cuadro pintado por el ex jefe terrorista que le regaló al mexicano, con una particular dedicatoria: "Para don Rafa Caro con aprecio y esperanza de paz" y fechada el 2 de noviembre de 2017; casi un año después de la firma del acuerdo definitivo de paz, el 24 de noviembre de 2016.
Esto demostraría que Santrich delinquió después del desarme y desmovilización de la ex guerrilla. Si se comprueba que el hecho por el que lo acusan se cometió antes del 1 de diciembre de 2017, cuando entró en vigor la Jurisdicción Especial para la Paz, será esta quien defina su futuro. De lo contrario, será la justicia ordinaria quien decida aceptar la solicitud de extradición.
Sobre la bancada especial para la paz, definida en el acuerdo con el Gobierno, y que lo pondría en el Congreso de la República, la Corte Suprema ha dicho que se aplicaría la silla vacía. Sin embargo, hay un limbo jurídico que las autoridades buscan determinar.
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