En uno de los sectores más exclusivos de Bogotá, el narcotraficante Gonzalo Rodríguez Gacha, alias El Mexicano, tuvo una excéntrica mansión de alrededor de 5.400 metros cuadrados que fue incautada por las autoridades después de su muerte. De los enchapados en oro y las decoraciones extranjeras solo queda una casona abandonada que se cae a pedazos, que pronto será la nueva sede de la embajada china en Colombia, la más grande de América Latina.
Por casi 18 millones de dólares, los chinos adquirieron la propiedad que en la década de los 80 fue escenario de desmedidas fiestas con mariachis, alcohol, droga y armas, organizadas por uno de los principales capos del Cartel de Medellín, después de Pablo Escobar. Convirtiéndose en el narcobien que más dinero le ha facturado al Estado colombiano en todos los tiempos.
"La razón es que el edificio en el que estamos ahora desde hace 20 años ya quedó un poco viejo y ya no cumple con nuestras necesidades. Esta tierra cumple con todos los requerimientos nuestros, no necesariamente tiene que ver con la coyuntura de las relaciones bilaterales", explicó a BBC Mundo Liu Tao, vocero de la embajada.
El inmueble hoy está en ruinas y tomará varios años su reconstrucción. No tiene ni puertas ni ventanas, sus paredes se caen a pedazos, sus muros están tan resquebrajados que está prohibido el paso por sus andenes y del kiosco del jardín solo queda el techo tirado en el suelo. Pero no siempre fue así.
La mansión tenía varios enchapados en oro, como los grifos. Los pisos eran de mármol romano y las paredes estaban forradas en seda italiana. Tenía tapices persas en todas partes, porcelanas de cristal checoslovaco decorando las zonas comunes, junto con pieles de osos, cristalería francesa y vajillas europeas. Los rollos de papel higiénico eran importados de Italia, según contó una testigo al programa Los Informantes.
El lugar contaba hasta con túneles debajo de la casa dispuestos para la seguridad del capo en caso de redada, y donde guardaba sus caletas más preciadas. Y las paredes estaban adecuadas para que el sonido de sus mariachis y fiestas no se escucharan en el exterior. De esta forma, Gacha vivía rodeado de los apellidos de la clase alta de la capital.
Quién fue El Mexicano
Rodríguez Gacha amasó su fortuna con las actividades narcotraficantes del Cártel de Medellín, en compañía de su cabecilla principal Pablo Escobar y de los hermanos Ochoa. Sus excentricidades no solo eran para sus propiedades, que tuvo más de 110 con nombres de ciudades mexicanas. Contrataba mercenarios para entrenar a sus sicarios y llegó a adquirir el club de fútbol Millonarios.
Lo apodaban El Mexicano por su afición a los caballos y a los mariachis. Y fue considerado por la revista Forbes como uno de los hombres más ricos del mundo en su época. Siempre dijo que "prefería una muerte en Colombia que una cárcel en los Estados Unidos. Y así lo tuvo. Fue acribillado en un operativo de la Policía en 1989, junto con su único hijo, cuando tenía 42 años.
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