Elecciones legislativas en Colombia: el partido del ex presidente Álvaro Uribe va por la mayoría en el Congreso

El oficialismo teme que con una amplia victoria del Centro Democrático se dificulte la implementación del sistema de justicia pactado con la ex guerrilla de las FARC. El movimiento del izquierdista Gustavo Petro medirá su fuerza para la presidenciales

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Álvaro Uribe junto al candidato
Álvaro Uribe junto al candidato presidencial por el Centro Democrático Iván Duque. (Reuters)

Los colombianos acudieron este domingo a las urnas para elegir un nuevo Congreso que podría quedar bajo control de la derecha más opuesta al acuerdo de paz con las FARC, la guerrilla que dejó las armas para convertirse en partido político.

Los colegios electorales cerraron pasadas las 16, hora local,  (21 GMT). La jornada estuvo marcada por denuncias de irregularidades en las consultas para escoger candidatos presidenciales que se desarrollaron en paralelo.

Un total de 36.025.318 colombianos estaban habilitados para sufragar en 11.229 puestos de votación de todo el país en unas elecciones que fueron las más pacíficas de las últimas décadas por la firma del acuerdo de paz con las FARC y el alto el fuego unilateral ordenado para esta ocasión por la guerrilla Ejército de Liberación Nacional (ELN).

Sin embargo, las denuncias del partido uribista Centro Democrático de que en muchos lugares del país faltaron papeletas de votación para la consulta de la derecha ensombrecieron los comicios.

Para responder a la contingencia, el Gobierno autorizó que en la consulta de la derecha se pudiera votar con fotocopias de la papeleta en la que figuran el senador uribista Iván Duque; y los conservadores Marta Lucía Ramírez y Alejandro Ordóñez.

El uribismo denunció falta de
El uribismo denunció falta de papeletas en algunos centros de votación (AFP)

A esas denuncias se sumaron las de los candidatos de la coalición de la izquierda, los ex alcaldes Gustavo Petro, de Bogotá, que es el gran favorito, y Carlos Caicedo, de Santa Marta, de que a sus electores no les entregaban el formato de votación.

Estos comicios tuvieron además la inédita participación del partido Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común (FARC), en que se convirtió la antigua guerrilla, que por primera vez midió el tamaño de su apoyo en las urnas.

Nunca antes en 50 años los millones de votantes de la cuarta economía de Latinoamérica habían ido a las urnas sin la amenaza del histórico grupo armado, aunque permanece la presencia del ELN.

Las FARC son ahora el partido de la rosa roja que tiene garantizada una pequeña representación en el próximo parlamento bicameral, aunque aun así debutará en las urnas.

Sin chance en las encuestas, el que fuera el grupo rebelde más poderoso de América abandonó esta semana la carrera por la presidencia a raíz de una delicada enfermedad coronaria de su líder y candidato, Timochenko.

Es la primera vez "en medio siglo en la que votaremos en paz, sin las FARC como grupo armado, sino como partido político, de eso se trataba el proceso de paz", destacó el presidente Juan Manuel Santos.

Los comicios también se desarrollaron en medio de la tregua unilateral del grupo terrorista Ejército de Liberación Nacional (ELN), con el que Santos también intenta firmar la paz.

La jornada marcó el inicio de la contienda del 27 de mayo para suceder al presidente liberal de centro derecha.

Y aunque fueron unas elecciones cargadas de simbolismo para los 7.000 ex guerrilleros que se desarmaron el año pasado y que ahora podrán votar, las fuerzas de la derecha, en cabeza del ex presidente y senador Álvaro Uribe, podrían ser las protagonistas.

Las encuestas proyectan el triunfo del Centro Democrático, el partido de Uribe, y de otros movimientos que prometen modificar el acuerdo firmado con las FARC a finales de 2016.

El ex mandatario se perfila como uno de los senadores más votados y, si se confirman los pronósticos, la derecha pasará a ser mayoría en el Congreso, con un añadido: la izquierda apenas podría hacer contrapeso, pues su fragmentación tiene en vilo su propia supervivencia.

Además enfrenta uno de los males crónicos de la democracia colombiana: la abstención, que en los últimos procesos ha rondado el 60%.

Simpatizantes del partido político de
Simpatizantes del partido político de las Farc.

Aunque difícilmente podría reformar lo sustancial del acuerdo de paz, la victoria de Uribe y sus potenciales aliados genera incertidumbre frente a la implementación del sistema de justicia pactado con la ex guerrilla para atender a las cientos de miles de víctimas de la guerra.

"Solo el hecho de no implementar lo que se ha firmado, sería suficiente para que este acuerdo no tenga consecuencias", señaló Frédéric Massé, experto en conflicto y paz de la Universidad Externado.

En ese sentido, el "problema" serán los proyectos que reglamentan los compromisos asumidos con la ya disuelta guerrilla, que incluyen reformas rurales y políticas, según Felipe Botero, profesor de la Universidad de los Andes.

Además, la derecha podría también llegar a la presidencia y eso le daría largas a un eventual acuerdo con el ELN, según expertos.

Durante su fallida lucha por el poder, los guerrilleros marxistas sabotearon comicios, secuestraron y mataron candidatos.

Pero este domingo la Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común (FARC), el partido surgido del pacto de paz, se sometió a las reglas de la democracia.

Aunque ya tiene garantizados 10 de los 280 escaños del Congreso, FARC pretende contra todo pronóstico aumentar su representación tras una campaña en la que debió suspender actos de plaza pública por agresiones.

El pacto con el que comenzó a extinguirse el conflicto armado les permite a los ex comandantes rebeldes ejercer la política sin aún haber confesado sus crímenes y reparado a las víctimas.

Quienes cumplan con los compromisos de verdad y reparación y desistan de volver a las armas, podrán recibir penas alternativas a prisión.

Esto es precisamente lo que más irrita a Uribe y a los sectores que se impusieron en el plebiscito sobre el pacto de paz, obligando a renegociar algunos puntos del acuerdo de 2016.

Las legislativas repercutirán además en la disputa por la presidencia. Este domingo las principales tendencias definirán sus candidatos en consultas interpartidistas.

Solo el hecho de no implementar lo que se ha firmado, sería suficiente para que este acuerdo no tenga consecuencias

Por la derecha parte como favorito el senador Iván Duque, del Centro Democrático, quien se batirá con la conservadora Marta Lucía Ramírez y el ex procurador Alejandro Ordóñez.

En la otra orilla, el ex alcalde de Bogotá y ex guerrillero Gustavo Petro tiene prácticamente asegurado su triunfo contra Carlos Caicedo, ex mandatario de la ciudad caribeña de Santa Marta.

Duque, Petro y el ex alcalde de Medellín Sergio Fajardo (centro) lideran la intención de voto en los sondeos presidenciales.

Los resultados de esta jornada, a la que están convocados más de 36 de los 49 millones de colombianos, darán luces sobre la bancada con la que contará el sustituto de Santos.

Con Petro, la izquierda tiene por primera vez opciones reales de poder en un país gobernado históricamente por la derecha, aunque podría llegar sin apoyo en el parlamento.

Si las encuestas no fallan, un victorioso Duque tendría por el contrario las mayorías en un Congreso donde se topará con los ex guerrilleros que tanto detesta su padrino político.

Con información de AFP

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