El grupo terrorista del ELN, que negocia la paz, admitió este viernes el choque con un grupo de presuntos disidentes de las FARC. Además reconoció que de los 13 muertos, 10 fueron asesinados por ellos mismos el pasado 27 de noviembre en el suroeste de Colombia.
La versión de la Defensoría del Pueblo, corresponde a un fuerte choque entre estos grupos armados en un caserío del municipio de Magüi Payán, departamento de Nariño, fronterizo con Ecuador, que dejó 13 "ciudadanos" muertos.
Sin embargo, para la guerrilla guevarista, 10 de los fallecidos eran miembros de un grupo residual de la exguerrilla FARC, los cuales habían estado hostigando meses atrás a la comunidad.
"Dimos de baja a 10 integrantes de las GUP (Guerrillas Unidas del Pacífico), entre ellos se encuentran sus jefes", expresó el Ejército de Liberación Nacional (ELN) en un comunicado.
Según el ELN buscaron "aclarar el comportamiento agresivo" de las GUP. Pero "la reacción de ellos fue la de abrir fuego contra nuestras unidades guerrilleras", agregó el texto.
El defensor del pueblo, Carlos Negret, sostuvo el martes pasado que este choque es una violación al alto al fuego pactado entre el gobierno y el ELN que entró en vigor el 1 de octubre y finaliza el 9 de enero.
La tregua, en el marco de los diálogos de paz desarrollados en Quito, pasa por un difícil momento. El ELN también está envuelto en el asesinato de un gobernador indígena, un crimen que reconoció y por el que pidió perdón.
Magüi Payán es un municipio de unos 23.000 habitantes y hace parte de un corredor estratégico para el tráfico de drogas, además de la minería ilegal.
Con información de AFP
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