El alcalde de Medellín busca demoler el edificio Mónaco, construido por Pablo Escobar y símbolo del poder narco

Federico Gutiérrez pretende con esa decisión cambiar la imagen de la ciudad que hace 30 años fue considerada la más violenta del mundo

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El edificio Mónaco, principal símbolo del miedo y el terror que construyó el narcotráfico hace 30 años en el sur de Medellín, propiedad de Pablo Escobar, podría ser derrumbado. En su lugar se construiría un parque en homenaje a las víctimas y como símbolo de la legalidad.

La propuesta es del alcalde de Medellín, Federico Gutiérrez, quien habló sobre el tema en el marco de la celebración de los 15 años de la Agencia de Cooperación e Inversión de Medellín (ACI). Gutiérrez recordó que Medellín, hace 30 años, fue la ciudad más violenta en el mundo, con una tasa de homicidio de más de 320 casos por cada 100 mil habitantes.

Lo que en algún momento fue un edificio de lujo hoy se ha convertido en un punto más de los recorridos turísticos que visitan los lugares en donde vivió y dejó su huella Pablo Escobar.

El capo narco, quien fue abatido por la policía de Colombia en diciembre de 1993, cuando lideraba el Cártel de Medellín, desató una guerra contra el Estado para oponerse a la extradición a Estados Unidos y fue Medellín la ciudad que más sufrió la ofensiva militar de su grupo.

El edificio Mónaco, construido por Escobar en el exclusivo sector de El Poblado, en el sur de Medellín, fue por varios años residencia del capo y de su familia, y tuvo renombre nacional e internacional, cuando los narcotraficantes del Cártel de Cali, rivales de Escobar, hicieron explotar una bomba que tenía como objetivo eliminar a Escobar y su familia. El día del atentado, el capo no se encontraba en el lugar.

Con el transcurso de los años el edificio se convirtió en el principal símbolo del terror y el miedo en Medellín y en los últimos años empresarios inescrupulosos empezaron a promover recorridos turísticos por los sitios que fueron emblemáticos para Escobar y sus hombres.

Estos símbolos del terror y el miedo, de la cultura de la ilegalidad, son los que el alcalde Gutiérrez quiere derrumbar para, según él, mostrar la nueva ciudad y construir desde la propia sociedad toda una cultura de la legalidad.

En ese espacio "donde hoy está el edificio Mónaco, se construirá un parque en honor a los miles de víctimas que dejó a violencia del narcotráfico: militares, policías, jueces, candidatos presidenciales, periodistas, centenares de hombres y mujeres anónimas en Medellín y en Colombia.

El parque que se construirá una vez derrumbado el edificio Mónaco –sostuvo Gutiérrez– "representará el renacer de Medellín, una ciudad que hoy está en una situación importante en el resto del mundo. Una ciudad, que es resiliente, una ciudad que apuesta a la innovación, a la ciencia tecnología y a la educación".

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