Reunidos en una de las lujosas mesas de la embajada de Estados Unidos en la Argentina, y con el embajador Mark Stanley como anfitrión en la cabecera, tres hombres que visitaron el espacio se sentaron junto a Infobae para hablar de ciencia, exploración espacial, la Luna y de la importancia de cuidar al planeta Tierra.
Los tres personajes convocados, estrellas cada una en su rubro, marcaron a distintas generaciones de jóvenes. Pero no contentos con eso, también promovieron el saber y la curiosidad por el espacio, la última frontera de nuestro planeta.
Ellos eran el actor y turista espacial William Shatner, famoso por haber interpretado al capitán James T. Kirk en la serie de ciencia ficción Star Trek o Viaje a las Estrellas, el legendario exastronauta Charles Duke, que viajó y pisó la Luna en la misión Apolo 16, una de las más prolíferas que llevó adelante la NASA en nuestro satélite natural y finalmente el astronauta retirado Scott Kelly, que viajó cuatro veces al espacio y en su última misión vivió 340 días en la Estación Espacial Internacional (EEI) - totalizando más de 520 días -, donde protagonizó un exhaustivo estudio científico sobre cómo afecta a la salud la prolongada estadía fuera de la Tierra.
“Viajé cuatro veces al espacio. La primera vez lo hice por 18 días. La segunda, por 21, la tercera por 54 y la última vez fueron 340 días fuera de la Tierra. Alguien me dijo que si tuviera que volar al espacio por quinta vez, me debería quedar a vivir allí”, lanzó como una broma el astronauta Kelly, generando la risa de todos en la embajada.
“Lo que puedo recordar de esa última y prolongada estadía en la Estación Espacial Internacional es que luego de estar casi un año viviendo en el espacio, cuando regresé al planeta me llevó más tiempo recuperarme. Cuanto más tiempo estás en el espacio, más tiempo te lleva recuperarte físicamente. A pesar de que habían pasado seis meses en el espacio antes de esa misión prolongada, realmente fue muy desafiante volver de eso. Pero, por otro lado, mentalmente fue más fácil el permanecer tanto tiempo en el espacio, dada la experiencia previa de los otros vuelos. Además, sabía que el propósito de la misión era pasar casi un año en el espacio y te sientes bien cuando estás cumpliendo el objetivo por el que te seleccionaron. Y eso hace todo más fácil”, sostuvo Kelly.
Enseguida, el experimentado astronauta de la NASA contó cómo fue el trabajo científico llamado Twin Study, que protagonizó para la NASA durante su último viaje al espacio. La investigación, que contó con el análisis de un grupo de 80 investigadores de 12 universidades de EEUU, se centró en evaluar las modificaciones que sufría su ADN en tres aspectos: exposición a la radiación espacial, falta de gravedad y la vida aislado en un laboratorio orbital a 400 kilómetros de la Tierra.
Todos los científicos tomaron muestras de sangre de Scott antes, durante y después de la misión y las compararon con la de su hermano gemelo Mark, también astronauta, pero que permaneció ese tiempo de 340 días en la Tierra durante 2015.
“En cuanto al estudio que realizó la NASA con mi hermano gemelo, si eres una persona con mentalidad científica, sabes muy bien que estos exámenes que promueve la ciencia son muy importantes para hacer algo estadísticamente significativo. Así que este fue como un experimento con una muestra mía y otra de mi hermano que también es astronauta, pero viviendo en la Tierra. Se pudieron evaluar muchos parámetros médicos a lo largo del tiempo y eso es algo que nunca habíamos tenido la oportunidad de realizarlo. Aunque Charlie Duke tiene un hermano gemelo idéntico, él no es astronauta. Igualmente, al fin de cuentas, lo importante del estudio fueron los datos genéticos recabados. Uno de los resultados más asombrosos fue ver que mi expresión genética cambió en comparación con la de mi hermano Mark, que es mi fiel indicador de nuestra edad física. La mía cambió por la modificación del extremo de los cromosomas llamados telómeros”, contó Kelly.
Los telómeros se encuentran en los extremos de los cromosomas y cumplen con la función de protegerlos y mantener la estabilidad cromosómica, además de que están relacionados con el envejecimiento.
A medida que crecemos, los telómeros se van acortando, lo que aumenta la probabilidad de aparición de distintas enfermedades. Increíblemente para todos los expertos, el viaje espacial resultó una especie de fuente de la juventud para el astronauta.
“Los resultados asombraron a los médicos y científicos porque al principio todos pensaban que mis telómeros y cromosomas habrían empeorado debido a mi contacto con la radiación, la microgravedad y el estrés que provoca vivir en el espacio. Pensamos que se debía al ejercicio y la dieta que llevas a bordo. Tal vez esa fue una razón, pero unos seis meses después de mi regreso, estaban tratando de averiguarlo. Mis años de conteo mejoraron. Luego supimos que la agencia espacial japonesa tenía un experimento de Telamira en la estación espacial, en el cual estudiaban el cromosoma de los gusanos en tierra y en el espacio”, sostuvo Kelly.
A continuación, la ronda de preguntas se posó en el experimentado astronauta de la era Apolo, Charles Duke, de 89 años. Él fue el protagonista, junto al comandante John Young, de uno de los viajes a la Luna más prolíferos de la historia.
Estuvieron en la superficie lunar 72 horas donde realizaron una gran cantidad de experimentos científicos y tres actividades extra-vehiculares (EVA) o caminatas lunares, con una duración total de 20 horas y 14 minutos.
Con Young, Duke condujo el Vehículo de Exploración Lunar (Lunar Roving Vehicle, LRV), con el que recorrieron 26.7 km. En la superficie, ambos recolectaron 95 kg de muestras lunares para traer a la Tierra, mientras que el piloto Ken Mattingly orbitaba en el Módulo de Mando y Servicio (CSM), realizando observaciones.
Durante la misión, Duke dejó un recuerdo muy personal en la Luna para la posteridad: una foto familiar en la que aparecía Charles, su esposa Dottie y sus dos hijos pequeños.
Consultado por lo que piensa de la nueva industria espacial y la irrupción de empresas privadas lanzando cohetes y planificando misiones a la Luna y Marte, el experimentado astronauta de la era Apolo, aseguró: “Estoy realmente impresionado con la experiencia y la rápida toma de decisiones que SpaceX, Blue Origin y otros actores en la nueva industria espacial hacen. Especialmente SpaceX. Ha sido un boom para la NASA y el espacio”.
Finalmente, los ojos de los concurrentes se posaron sobre William Shatner, quien se sonrió cuando este cronista decidió no llamarlo Will o señor Shatner y lo nombró Capitán. Después de protagonizar la legendaria historia de ciencia ficción Star Trek, por fin pudo realmente volar al espacio en 2021 en un cohete de la compañía espacial privada Blue Origin, de Jeff Bezos. Y a su vuelta dijo que le pareció la experiencia más profunda que se pueda imaginar y comparó el vacío del espacio con la muerte.
“Cuando dejé la atmósfera terrestre vi la inmensidad del espacio negro. Era el color de la muerte”, sentenció Shatner o capitán Kirk.
Y señalando a Duke y Kelly agregó: “Estos caballeros han sido astronautas de verdad y hasta han vivido un año en el espacio y, como resultado de estar allí arriba, están más sanos, lo que es impactante porque cada pensamiento intuitivo es que es perjudicial. Estás recibiendo radicación y deberías morir antes, pero aparentemente no”.
“Mi experiencia en el espacio fue increíble, pero para mí fue más emocional. No tuve tiempo para contemplar largamente la Tierra en eso 10 minutos que duró el vuelo. Solo tuve tiempo para buscar impresiones en mi mente y reflexionar que esa oscuridad era la muerte y cuando miré hacia atrás la orbe azul, observé vida. Y luego no solo vi vida, sino que vi lo tenue y frágil que es en la Tierra. Y en ese momento me di cuenta de la dualidad del hombre con su emoción cruda de la guerra y salvajismo que a veces ejerce. Y por el otro lado vi la ciencia, el conocimiento, el progreso, la invención del Telescopio Espacial James Webb, los planes para ir a Marte, la filosofía que mueve al ser humano”, reflexionó Shatner.
Y completó: “Esos aspectos demasiado desgastantes de la humanidad están en guerra en la Tierra. Y también pensé en los grandes problemas como la contaminación ambiental, la superproducción de plásticos, el calentamiento global. Algunas personas están llamando al calentamiento global un engaño, pero las voces científicas legítimas aportan luz y conocimiento de cómo estamos contaminando nuestro único lugar para vivir. Hemos contaminado y seguimos contaminando. Esta pequeña roca que es la Tierra la observé desde allí arriba. Estos caballeros aquí presentes (por Duke y Kelly) pueden afirmar mucho mejor lo pequeña que es. Estamos todos parados sobre esta roca en el espacio. Estamos sobre una telaraña de existencia y sujetos a cualquier cosa que pueda destruirnos, incluso nosotros mismos podemos hacer eso. Esa es la fragilidad que vivimos y debemos conocer para tomar conciencia y dejar de contaminar la Tierra, nuestro planeta”.
Los viajes a la Luna y Marte
Consultado por los próximos viajes a la Luna y Marte, el ex astronauta Duke afirmó sobre una posible visita al planeta rojo: “Podemos aprender muchas cosas. Yo soy más partidario de enviar ahora más robots a Marte para obtener más datos. Y luego enviar gente allí. Hay que destacar también la exploración del Universo que estamos haciendo, no solo en el planerta rojo, sino otros planetas. Es una tremenda oportunidad para aprender más sobre nuestro Sistema Solar, como por ejemplo las misiones para estudiar asteroides y desviarlos de su curso. Es simplemente genial lo que podemos hacer para aprender cada vez más”.
Y sobre la próxima misión de la NASA a la Luna llamada Artemis, hermana gemela de Apolo en la mitología grieta, Duke precisó: “Es la primera misión que será muy similar a lo que hicimos en Apolo, solo que ahora aterrizarán en el polo sur, lo cual es más difícil. Hemos visto por la sonda Lunar Reconnaissance Orbiter (LRO) que está en la Luna y observamos sombras muy profundas en esa región polar. No es el ecuador de la Luna en donde aterrizamos con las misiones Apolo. Así que van a tener un gran desafío. Esa región tiene un gran potencial de albergar grandes cantidades de agua. Y es allí a donde vamos”.
“A mí me encantaría ir a la Luna, pero luego volver”, sostuvo Kelly. “No sería una de esas personas que buscan viajar a Marte con un boleto solo de ida. Siempre querría poder volver a la Tierra”, agregó. Mientras que Duke reafirmó: “Sí, es verdad. Tenemos un planeta hermoso”.
Finalmente, Shatner destacó que las misiones humanas a Marte serán importantes para develar los secretos que tiene el planeta rojo. “Marte encierra un gran misterio. Tuvo toda la posibilidad de albergar océanos y aire. Podría haber sido un planeta verde rico hace cuatro mil millones de años. Y ahora es totalmente seco y duro. ¿Qué pasó? Allí hay un misterio. Eso necesita una explicación. Necesita ser resuelto por la humanidad”, concluyó.