Avance de la gripe aviar: un adolescente internado en Canadá con una posible mutación preocupa a los científicos

El virus de la gripe aviar H5N1 se propagó desde las aves silvestres y de corral a más de 40 especies de mamíferos. Alcanzó al ganado vacuno, a gatos y a seres humanos. Hasta el momento no se ha detectado transmisión entre las personas, pero se produjeron situaciones en Canadá y los Estados Unidos que preocupan.

Un adolescente hospitalizado por gripe aviar en la Columbia Británica, Canadá, tendría una variante del virus con una mutación que lo hace más transmisible entre las personas.

En ese marco, un estudio que analizó las muestras de sangre de 115 trabajadores del sector lácteo en Michigan y Colorado, Estados Unidos reveló que se estuvieron produciendo casos de gripe aviar sin que se hayan detectado ni notificado en el momento ocurrido. El trabajo fue publicado en Morbidity and Mortality Weekly Report de los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC).

En diálogo con Infobae desde los Estados Unidos, el doctor Richard Webby, virólogo del departamento de enfermedades infecciosas del Hospital de Investigación Infantil St. Jude, explicó: “Si bien cada uno de estos eventos es motivo de cierta preocupación por sí mismo, no nos acercan realmente a una pandemia de gripe aviar”.

El virus detectado en el adolescente en Canadá “presentaba algunas mutaciones preocupantes”, afirmó. Pero parece que esas mutaciones solo surgieron en esa persona y “no están presentes en los virus que circulan entre las aves. No hubo reportes de transmisión posterior”, añadió.

La gripe aviar es una infección causada por el virus de la influenza tipo A. Entre las cepas más preocupantes se encuentra el H5N1, un subtipo altamente patógeno que ha causado brotes significativos en distintas partes del mundo.

Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), ese patógeno tiene el potencial de mutar y adquirir características que lo hagan más transmisible entre las personas, lo que plantea riesgos para la salud pública porque podría dar lugar a una nueva pandemia.

La llamada cepa de gripe aviar H5N1 de linaje “ganso/Guangdong” surgió por primera vez en 1996 y causó brotes en aves desde entonces. En 2020, se detectó una variante de esa cepa perteneciente al clado H5 2.3.4.4b, que provocó un número sin precedentes de muertes en aves silvestres y de corral en muchos países de África, Asia y Europa.

En 2021, esa variante del virus se propagó a América del Norte, y en 2022, a América Central y del Sur.

En Sudamérica, produjo mortandad principalmente en aves, lobos marinos y elefantes marinos. En la Patagonia argentina, se descubrió que sí hubo transmisión entre los elefantes, tal como informó Infobae el 12 de noviembre.

De acuerdo con la última actualización de la Organización Mundial de la Salud (OMS), en las últimas dos décadas se confirmaron 896 casos humanos de infección por el virus de la gripe aviar H5N1 en 24 países, con una tasa de letalidad del 52%.

Se considera que la probabilidad de transmisión sostenida de persona a persona es baja. Sin embargo, la OMS enfatizó en la necesidad de que los países realicen una vigilancia continua y que se adopten medidas preventivas para minimizar el riesgo de una posible pandemia.

El 2 de noviembre pasado, un adolescente en la provincia de Columbia Británica, Canadá, empezó con síntomas de la gripe aviar. Según las autoridades de salud de la provincia, fue ingresado al Hospital de Niños de Columbia Británica el 8 de noviembre en estado crítico con síndrome de dificultad respiratoria aguda.

Las pruebas iniciales detectaron que el adolescente tiene una posible mutación en la variante H5N1. Aunque todavía no se ha confirmado si esa mutación implica un mayor peligro para la población en general.

Los funcionarios de salud pública investigaron los contactos cercanos del adolescente. Hasta ahora, no se han detectado casos adicionales en su familia ni en el personal sanitario que lo atendió. Aunque no tuvo contacto directo con aves infectadas, se sospecha que el virus pudo haber llegado a él a través de animales domésticos que estuvieron en contacto con aves silvestres infectadas.

En tanto, en los Estados Unidos, en el estudio que fue difundido por los CDC se analizaron muestras de sangre de trabajadores agrícolas en granjas lecheras de Michigan y Colorado. Allí también se habían notificado infecciones por H5N1 en vacas.

El 7% de los trabajadores evaluados tenían anticuerpos contra el virus. Entre estos trabajadores, cuatro recordaron haber tenido síntomas leves, como conjuntivitis, mientras que los demás no reportaron síntomas.

Todos los afectados trabajaban en granjas con infecciones conocidas, pero solo uno reconoció haber estado en contacto directo con vacas infectadas. La mayoría de los trabajadores no utilizaba respiradores y menos de la mitad llevaba protección ocular.

“Este hallazgo respalda la necesidad de identificar e implementar estrategias para prevenir la transmisión entre el ganado lechero con el fin de reducir la exposición de los trabajadores y llevar a cabo actividades de educación y divulgación sobre prevención, síntomas y dónde buscar atención médica si desarrollan síntomas”, escribieron los autores del trabajo.

Los resultados de ese estudio sugieren que podría haber casos de gripe aviar en personas que no son diagnosticados. Como consecuencia, se podrían pasar por alto, casos con mutaciones del virus, según advirtió el doctor Webby.

En tanto, Pablo Plaza, veterinario, doctor en Biología e investigador de la Universidad Nacional del Comahue y el Conicet, quien ha publicado estudios sobre gripe aviar, comentó a Infobae sobre qué acciones serían convenientes hoy: “Los sistemas de vigilancia epidemiológica deben continuar profundizando los programas de monitoreo viral para evaluar cambios que sugieran que la posibilidad de que haya transmisión humano a humano”.

También el doctor Plaza señaló que se debería actuar para “mitigar la transmisión del patógeno entre la interfase de animales domésticos, silvestres y humana”. Recomendó: “La gente debe evitar el contacto con animales con sospecha de estar infectados, por ejemplo en playas u en otros sitios donde hay aves o mamíferos marinos muertos”.