Los ojos del mundo volverán a posarse esta tarde en la base espacial terrena Starbase, ubicada en Boca Chica, Texas, EEUU, cuando un nuevo despegue del megacohete Starship de SpaceX realice la sexta prueba de vuelo.
El lanzamiento de esta super nave diseñada para revolucionar la exploración espacial, está programado para las 22:00 GMT, 19 hora argentina, desde la base de la compañía situada cerca de la frontera con México. Esta prueba es clave en los planes de SpaceX para convertir a Starship en el primer sistema de transporte espacial completamente reutilizable.
Starship, considerado el cohete más grande jamás construido, está compuesto por dos etapas completamente reutilizables: la primera, conocida como Super Heavy, y la segunda, simplemente llamada Starship o “Ship”. Este sistema tiene el potencial de transformar los viajes espaciales, desde misiones tripuladas a la Luna y Marte con hasta 100 personas en cada vuelo, hasta el transporte de carga pesada y la creación de colonias fuera de la Tierra.
El objetivo principal de este sexto vuelo de prueba es seguir perfeccionando las maniobras de reutilización tanto del propulsor como de la nave espacial y también la posibilidad de volver a ver en acción los brazos mecanizados de la plataforma de lanzamiento y cómo atrapa la primera etapa del cohete en su vuelo de regreso a la Tierra.
Según SpaceX, la misión busca “ampliar las capacidades de la nave y los propulsores, y acercarse a la reutilización completa del sistema”.
Los retos del Super Heavy
Una de las maniobras más desafiantes de este vuelo será la recuperación de la primera etapa, Super Heavy, que intentará aterrizar en Starbase aproximadamente siete minutos después del despegue. Para ello, SpaceX utilizará su innovador sistema de captura mediante brazos metálicos apodados chopsticks o también llamados mechazillas. Este sistema fue probado con éxito durante el quinto vuelo de prueba el pasado 13 de octubre, cuando el propulsor fue atrapado de manera controlada al regresar a la base.
En caso de que la maniobra no se complete según lo planeado, el equipo tiene previsto realizar un amerizaje controlado en el Golfo de México. Este plan asegura que los ingenieros puedan recopilar datos valiosos independientemente del resultado, contribuyendo al desarrollo continuo del sistema.
La segunda etapa de Starship también desempeñará un papel crucial en esta prueba. Después de separarse del Super Heavy, la nave seguirá una trayectoria suborbital similar a la del vuelo anterior. Sin embargo, en esta ocasión, SpaceX planea realizar un encendido en el espacio de uno de sus seis motores Raptor para probar su capacidad de realizar una combustión de desorbitación, una maniobra clave para un reingreso controlado a la atmósfera terrestre.
Además, la nave llevará a cabo una serie de experimentos con su escudo térmico, diseñado para soportar las temperaturas extremas del reingreso atmosférico. También probará nuevas maniobras de reingreso, incluyendo un descenso en un ángulo más alto, lo que permitirá a los ingenieros evaluar la efectividad de las modificaciones realizadas tras pruebas previas. Si todo marcha según lo previsto, Starship amerizará de forma controlada en el Océano Índico, unos 65 minutos después del lanzamiento.
“La ventana para el vuelo de prueba del martes está programada a propósito para la tarde, lo que permitirá mejores observaciones del reingreso durante la luz del día”, según especificó SpaceX en un comunicado.
Para este sexto vuelo, SpaceX introdujo mejoras significativas en el hardware. Según un comunicado oficial, se han realizado actualizaciones para aumentar la resistencia estructural, añadir redundancia a los sistemas de propulsión y optimizar los procesos de carga y descarga de los propulsores. Estas modificaciones buscan aumentar la confiabilidad general del sistema y acercar a la compañía al objetivo de una reutilización rápida y completa.
“Los aprendizajes de esta y de las pruebas de vuelo posteriores seguirán haciendo que todo el sistema Starship sea más confiable a medida que nos acercamos a la reutilización completa y rápida”, precisó SpaceX.
De la Luna a Marte: el futuro de Starship
El ambicioso plan de SpaceX con Starship no se limita a vuelos de prueba. La compañía liderada por Elon Musk tiene la visión de convertir este sistema en un pilar para la exploración espacial del futuro. Musk ha reiterado su intención de establecer colonias permanentes en la Luna y Marte, asegurando que el desarrollo de una nave completamente reutilizable es esencial para reducir los costos de los viajes espaciales y hacer viable esta visión.
Musk, quien en la próxima Administración del presidente electo de EEUU, Donald Trump, estará al frente del nuevo Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE, en inglés) busca lograr las certificaciones de la NASA, para que Starship forme parte de la misión Artemis III, la primera en más de medio siglo que devolverá una tripulación a la superficie lunar y que está prevista para 2026.
El concepto de un sistema de transporte espacial completamente reutilizable representa un cambio radical respecto a los cohetes tradicionales, que generalmente son desechados tras su uso. Sin embargo, este enfoque presenta desafíos técnicos significativos.
Uno de los mayores retos es garantizar la integridad del sistema tras repetidos vuelos. En la prueba anterior, Starship logró amerizar de manera controlada en el Océano Índico, pero explotó como parte de un procedimiento planificado para evaluar las capacidades del sistema bajo condiciones extremas. Este tipo de pruebas no solo valida los diseños actuales, sino que también proporciona información crucial para mejorar futuros lanzamientos.
Otro desafío clave es perfeccionar la maniobra de captura del Super Heavy mediante los brazos “chopsticks”. Esta tecnología innovadora tiene el potencial de simplificar y acelerar los procesos de recuperación y reutilización, pero requiere un alto nivel de precisión y coordinación.
Más allá de los retos, el desarrollo de Starship refleja un enfoque audaz y pionero en la industria espacial. Al permitir que tanto la primera como la segunda etapa sean reutilizables, SpaceX busca reducir drásticamente los costos asociados con el acceso al espacio, un paso fundamental para hacer realidad misiones tripuladas y proyectos científicos a gran escala.
La capacidad de realizar múltiples pruebas y recopilar datos en cada lanzamiento refuerza la visión de SpaceX de construir un sistema confiable y eficiente. Como señaló la compañía en un comunicado reciente, “los aprendizajes de esta y de las pruebas posteriores seguirán haciendo que todo el sistema Starship sea más confiable a medida que nos acercamos a la reutilización completa y rápida”.
El lanzamiento de hoy será transmitido en vivo por SpaceX en su página de YouTube, comenzando 30 minutos antes del despegue. Miles de entusiastas y expertos de todo el mundo seguirán la transmisión para ser testigos de un nuevo hito en la evolución de la tecnología espacial.
Con cada prueba, Starship se acerca más a consolidarse como un vehículo revolucionario, capaz de llevar a la humanidad más lejos de lo que jamás se ha imaginado. El éxito de estas misiones no solo representará un logro técnico monumental, sino que también marcará un paso decisivo hacia la conquista del espacio profundo.