La Luna llena de mañana alcanzará su máxima luminosidad en la noche, cerrando un ciclo de cuatro superlunas consecutivas durante el año.
Este fenómeno ha captado la atención debido a su notable brillo, hasta un 30% mayor que el de una Luna llena tradicional, gracias a que la órbita de nuestro satélite natural se encuentra en su punto más cercano a la Tierra, llamado perigeo.
En esta noche particular, la Luna del Castor se situará a aproximadamente 361.867 kilómetros de la Tierra. Este acercamiento impulsa su atractivo visual, haciendo que se vea más grande para quienes miran al cielo.
Según el Jet Propulsion Laboratory de la NASA, culminará un ciclo notable de superlunas que comenzó en agosto, con cada luna llena subsecuente inclinándose progresivamente más hacia nuestro planeta. La Universidad de Harvard agregó que la superluna puede verse aproximadamente un 7% más grande.
Tradicionalmente, el nombre “Luna del Castor” proviene de observaciones escritas en textos como el Farmer’s Almanac, utilizado por comunidades indígenas y colonos. En noviembre, los castores entran en una actividad frenética, construyendo presas y almacenando alimentos antes de que el frío invierno congele ríos y lagos. En este contexto, los colonos cazaban castores, aprovechando la riqueza de sus pieles, especialmente valoradas en la estación invernal.
Estos nombres históricos de muchas lunas están ligados a la vida estacional y al comportamiento de la fauna, simbolizando la interconexión entre seres humanos y la naturaleza.
El 15 de noviembre, esta superluna coincidirá con dos espectaculares lluvias de meteoros: las Táuridas, activas desde comienzos del mes, y las Leónidas, que alcanzarán su pico justo después de la superluna. Estos eventos celestiales adicionales brindan una oportunidad excepcional para observar el cielo nocturno con un asombro renovado por el cosmos. Los entusiastas de la astronomía estarán atentos, no solo por la monumental luna llena, sino también por la danza estelar de luces fugaces cruzando la oscuridad.
Para aquellos que buscan la mejor experiencia de observación, se recomienda encontrar un lugar elevado y alejado de las luces urbanas, con un horizonte despejado hacia el este. Aquí, la superluna aparecerá con toda su gloria después del ocaso del sol en el oeste. Utilizando binoculares o un telescopio, los detalles de la superficie lunar serán más apreciables, aunque la superluna promete cautivar incluso una simple vista.
El fenómeno de la superluna no solo es cautivador por su belleza, sino también por su relevancia científica. Estas lunas llenas, debido a su proximidad a la Tierra, son objeto de estudio intenso en la investigación astronómica moderna.
La Agencia Espacial Europea (ESA) y la NASA han intensificado su interés en estos cuerpos celestes al considerar futuras misiones exploratorias y posibles asentamientos humanos en la Luna. La proximidad de una superluna ofrece a los científicos la oportunidad de estudiar interacciones gravitacionales que influyen en el comportamiento geofísico de nuestro planeta, un aspecto vital para futuras exploraciones espaciales.
Esta luna llena del Castor es la culminación de una serie de cuatro superlunas en 2024, que comenzó en agosto y está por cerrar con este último encuentro cósmico. La progresión de estas superlunas ha atraído una gran atención de expertos y curiosos, fascinados por el fenómeno que vincula la ciencia moderna con tradiciones culturales milenarias.
A medida que el 2024 llega a su fin con la espectacular Luna del Castor, los observadores del cielo ya anticipan las próximas superlunas, con el siguiente ciclo comenzando en octubre de 2025, según los calendarios astronómicos.
Mientras tanto, el evento del 15 de noviembre marcará un cierre temporal a esta secuencia de avistamientos especiales, a la espera de los próximos eventos astronómicos que se vendrán en 2025.