¿Hay vida extraterrestre inteligente? ¿El gobierno de EEUU la oculta? ¿Qué dicen la NASA y los distintos organismos estadounidenses sobre los videos y testimonios recolectados?
Varias de esas preguntas son las que han intentado responder cuatro expertos de distintas áreas del gobierno de los Estados Unidos que testificaron ante el Comité de Supervisión y Responsabilidad de la Cámara de Representantes del Congreso de los Estados Unidos, que organizó una audiencia especial titulada: “Fenómenos Anómalos No Identificados: Exponiendo la Verdad”. Sin embargo, una frase resumió la jornada: “Quiero ser claro: los UAP son reales”.
Esta sesión fue la segunda en la que el Congreso estadounidense examinó abiertamente los avistamientos de los Fenómenos Anómalos No Identificados (UAP, por sus siglas en inglés), llamados anteriormente Ovnis o UFOs, y buscó “descorrer aún más el telón” sobre los supuestos programas secretos de investigación que el gobierno estadounidense ha desarrollado para monitorear y estudiar estos fenómenos.
Durante más de dos horas, la presidenta del Subcomité Cibernético Nancy Mace (republicana de Carolina del Sur) y el presidente del Subcomité de Seguridad Nacional Glenn Grothman (republicano de Wisconsin) presidieron conjuntamente la audiencia donde testificaron Tim Gallaudet, contralmirante retirado de la Marina de los EEUU y Director ejecutivo de Ocean STL; Luis Elizondo, autor y exfuncionario del Departamento de Defensa de los EEUU; Michael Gold, ex administrador asociado de la NASA para políticas y asociaciones espaciales y miembro del equipo de estudio independiente de UAP de la NASA; y el periodista Michael Shellenberger, fundador del medio independiente Public.
“Esta es nuestra segunda audiencia sobre el tema de los UAP y el pueblo estadounidense está cansado de la confusión y la negativa a divulgar información por parte del gobierno federal. Los estadounidenses merecen comprender lo que el gobierno ha aprendido sobre los avistamientos de UAP y la naturaleza de las posibles amenazas que plantean estos fenómenos. Solo podemos garantizar esa comprensión proporcionando una transparencia sistemática y constante. Esperamos escuchar a testigos expertos sobre las formas de arrojar más luz y lograr una mayor rendición de cuentas sobre este tema”, explicaron Mace y Grothman antes de presenciar la ronda de testigos.
“La confirmación de que los UAP están interactuando con la humanidad me llegó en enero de 2015″, dijo Gallaudet durante el primer testimonio. Y describió haber participado en un ejercicio naval previo al despliegue frente a la costa este de Estados Unidos que culminó con el famoso video “Go Fast”, en el que los sensores de un avión F/A-18 de la Marina registraron “un objeto no identificado que exhibía características estructurales y de vuelo nunca antes vistas en nuestro arsenal”.
Gallaudet dirigió anteriormente el Comando de Meteorología y Oceanografía Naval, y se desempeñó como oceanógrafo de la Armada. También participó en múltiples misiones a flote durante su carrera en uniforme y, más tarde, se desarrolló durante aproximadamente un año y medio como secretario adjunto de Comercio para los océanos y la atmósfera, confirmado por el Senado, después de retirarse del ejército en 2017.
“Estaba entre un grupo de comandantes involucrados en el ejercicio que recibieron un correo electrónico que contenía el video, que fue enviado por el oficial de operaciones del Comando de Fuerzas de la Flota. Al día siguiente, el correo electrónico desapareció de mi cuenta y de las de los demás destinatarios sin explicación alguna”, precisó Gallaudet, haciendo mención que parte del gobierno de los EEUU no quiere que se difunda la existencia de seres extraterrestres.
Tras su retiro, Gallaudet ha sido sincero sobre sus experiencias mientras estaba en servicio activo observando imágenes de video ahora verificadas de UAP y objetos sumergidos no identificados (USO) capturados por colegas, y sus objetivos son ayudar a desestigmatizar la discusión de este tema previamente tabú en todo el ejército.
A continuación, Luis Elizondo, autor y exfuncionario del Departamento de Defensa, enfatizó: “Quiero ser claro: los UAP son reales. Tecnologías avanzadas que no han sido creadas por nuestro gobierno, ni por ningún otro gobierno, están monitoreando instalaciones militares sensibles en todo el mundo. Además, Estados Unidos está en posesión de tecnologías UAP, al igual que algunos de nuestros adversarios”.
Elizondo es un ex oficial de inteligencia que más tarde “administró un Programa de Acceso Especial altamente sensible en nombre de la Casa Blanca y el Consejo de Seguridad Nacional”, según su biografía oficial.
“En 2012, Elizondo era la persona de mayor rango del Programa de Identificación de Amenazas Aeroespaciales Avanzadas del Departamento de Defensa, una unidad secreta del Pentágono que estudiaba fenómenos anómalos no identificados”, afirma su biografía. Cargo al que renunció en 2017.
“Muchos de mis antiguos colegas y yo hemos brindado testimonio clasificado al Departamento de Defensa y al Inspector General de la Comunidad de Inteligencia. Y muchos de nosotros hemos sido posteriormente objeto de esta camarilla con amenazas a nuestras carreras, nuestras autorizaciones de seguridad e incluso nuestras vidas. Esto no es una hipérbole, sino un hecho genuino, y esto es incorrecto”, sostuvo.
“Estamos hablando de tecnologías que superan a cualquier cosa en nuestro inventario”, afirmó Luis Elizondo, y añadió que “si un adversario estuviera ejecutando la tecnología y Estados Unidos no lo supiera, eso representaría un fracaso de inteligencia que eclipsaría al del 11 de septiembre”.
Michael Shellenberger, por su parte, intentó explicar un documento de 214 páginas, que incluyó una extensa cronología de informes sobre UAP desde 1947 hasta 2023. Asimismo, presionó a la Casa Blanca y al Congreso para que actúen, pidiendo la adopción de una legislación sobre transparencia de los UAP y recortando los fondos para cualquier programa relacionado que no se revele a los legisladores. “La transparencia de los UAP es bipartidista y fundamental para nuestra seguridad nacional”, afirmó.
“Una fuente me dijo que vieron un video a todo color de 13 minutos de un ‘UAP de orbe blanco’ saliendo del océano a unas 20 millas de la costa de Kuwait. Fue filmado desde un helicóptero, luego, en el pasillo del video, la persona dijo que al orbe se le une otro orbe que aparece brevemente en el cuadro desde la izquierda antes de salir rápidamente del cuadro”, indicó. Y recalcó: “La persona descubrió el video en SIPR, la red de enrutadores de Internet seguros que el Departamento de Defensa usa para transmitir información clasificada”.
Por último, Michael Gold, ex administrador asociado de política y asociaciones espaciales de la NASA; miembro del Equipo de estudio independiente de UAP de la NASA, subrayó la necesidad de que las agencias gubernamentales y los académicos “superen el estigma pernicioso que sigue impidiendo el diálogo científico y las discusiones abiertas” sobre fenómenos inexplicables.
“Como dice el refrán, la verdad está ahí afuera, sólo tenemos que ser lo suficientemente audaces y valientes para enfrentarla”, remarcó el ex empleado de la NASA. Gold pidió a sus antiguos empleadores de la agencia espacial norteamericana que asuman un papel más importante al hablar sobre los UAP y sugirió que este ente podría organizar “simposios” sobre los fenómenos.
“La NASA podría actuar como un centro de intercambio de datos de UAP”, añadió, diciendo que no existe una infraestructura real para que los pilotos civiles informen de avistamientos.
El año pasado se produjeron momentos extraordinarios en una audiencia similar, en particular cuando el mayor retirado David Grusch, exmiembro del Grupo de Trabajo UAP del Pentágono, alegó que el gobierno de Estados Unidos ha recuperado “productos biológicos” no humanos de los lugares de accidentes y ha operado durante mucho tiempo un programa secreto de ingeniería inversa para obtener avances de las naves recuperadas. Esta vez, no fue parte de los testigos de la audiencia de 2024, pero sus palabras todavía retumban en el Congreso de los EEUU.