El parto antes de las 37 semanas de gestación ocurre en el 10% de todos los nacimientos del mundo. Algunos de esos bebés prematuros pueden tener más riesgo de desarrollar problemas de salud como dificultades respiratorias, complicaciones cardíacas y problemas de visión y oídos.
De acuerdo a la “Guía de Seguimiento del Recién Nacido de Riesgo”, que fue elaborada por la Unidad Coordinadora Ejecutora de Programas Materno Infantiles y Nutricionales del Ministerio de Salud de la Nación de Argentina, la frecuencia de anomalías del neurodesarrollo “es mayor en los prematuros de riesgo que en el resto de la población infantil”.
Se debe a que “la inmadurez propia del sistema nervioso de un niño prematuro condiciona diferencias en su evolución neuromadurativa, aun en ausencia de lesiones”. En la guía se aclaró que algunos prematuros pueden “presentar a largo plazo secuelas variables”.
Ahora, un estudio realizado en Canadá reveló que el nacimiento prematuro puede estar asociado con menores ingresos, empleo y matrícula universitaria. Se trata de un trabajo, publicado en la revista PLOS ONE, que fue llevado a cabo por investigadores del Hospital for Sick Children, la Universidad McGill, y otras instituciones canadienses.
Analizaron los datos de todos los nacidos vivos en Canadá durante un período de seis años. El seguimiento de los niños se hizo durante más de dos décadas. Se incluyó a 2,4 millones de personas nacidas entre 1990 y 1996.
Así, los investigadores descubrieron que los nacimientos prematuros y los impactos cognitivos, de desarrollo y de salud física de la prematuridad están asociados con menores ingresos, empleo y matrícula universitaria durante la edad adulta.
Qué sucede con los prematuros en la adultez
La inmensa mayoría de los adultos que nacen prematuramente gozan de buena salud, según una revisión de 126 estudios que fue publicada en la revista Acta Paediatrica.
“Informamos de que una abrumadora mayoría de adultos nacidos en gestaciones prematuras permanecen sanos y bien”, aclararon los autores. Sin embargo, una fracción pequeña, pero significativa de ellos, sigue presentando un mayor riesgo de anomalías neurológicas, de personalidad y de comportamiento, limitaciones funcionales cardiopulmonares, hipertensión sistémica y síndrome metabólico en comparación con los nacidos a término.
Por eso, se recomendó que el nacimiento prematuro debe considerarse como una “afección crónica”, con un ligero aumento del riesgo de morbilidad a largo plazo entre los adultos nacidos pretérmino.
Qué datos aportó el nuevo estudio en Canadá
Anteriormente, se habían desarrollado estudios más centrados en la situación clínica de las personas. Los investigadores de Canadá partieron de considerar que más del 95% de los bebés prematuros sobreviven hasta la adultez, y se preguntaron qué impactos podían registrarse en el estado socioeconómico y en la educación.
Los investigadores usaron un enfoque innovador que vinculó datos de salud, educación y recaudación fiscal, lo cual permite un análisis más amplio y detallado.
Con un enfoque de cohorte emparejada y a nivel poblacional, la investigación buscó identificar de forma precisa la asociación entre el nacimiento prematuro y los resultados en ingresos, empleo y nivel educativo alcanzado en la adultez.
De acuerdo con los resultados del estudio, las personas nacidas antes de las 37 semanas de gestación enfrentan desafíos económicos y educativos significativos en comparación con aquellos nacidos a término.
En términos de ingresos, el estudio reporta que entre los 18 y los 28 años, las personas nacidas prematuramente ganan, en promedio, un 6% menos al año. También muestran una menor tasa de empleabilidad: 2,13% menos propensos a estar empleados.
En cuanto a los niveles educativos, los individuos nacidos prematuros son un 17% menos propensos a inscribirse en la universidad y un 16% menos propensos a obtener un título universitario.
Para aquellos nacidos extremadamente prematuros, entre las 24 y 27 semanas de gestación, las diferencias son aún más marcadas, ya que sus ingresos anuales son 17% más bajos, y tienen una disminución del 45% en las tasas de inscripción y de graduación universitaria, según la investigación.
Los datos revelan que los efectos del nacimiento prematuro no se limitan a la infancia, sino que también pueden influir en el potencial económico y académico de las personas a largo plazo.
Tras difundir los resultados, el científico Pechlivanoglou comentó: “Aunque la atención clínica durante el periodo neonatal es fundamental, nuestros hallazgos sugieren que el desarrollo de apoyos a largo plazo (incluidos recursos psicológicos, educativos y vocacionales) que vayan más allá de la atención clínica pueden ayudar a mitigar los efectos a más largo plazo del nacimiento prematuro”.
Hizo un llamado de atención. “Los responsables políticos y la sociedad en su conjunto deben reconocer que el impacto socioeconómico del nacimiento prematuro puede extenderse hasta la edad adulta temprana y que las consideraciones para un apoyo continuo podrían ser vitales para garantizar que esta población tenga las mismas oportunidades de prosperar”, afirmó.
En diálogo con Infobae, María José Fattore, pediatra y especialista en desarrollo infantil, miembro de la Sociedad Argentina Pediatría y directora general del Centro de Desarrollo Infantil y Estimulación Temprana El Nido, comentó: “El 9% de los niños en la Argentina nacen antes de la semana 37 de gestación. Dentro de ese grupo, el 1% nace con menos de 32 semanas y menos de 1.500 gramos de peso al nacer”.
El nuevo estudio en Canadá destacó que “los nacimientos prematuros pueden tener efectos duraderos en los ingresos laborales y las oportunidades educativas. Identifican que esos efectos son más pronunciados en aquellos nacidos extremadamente prematuramente”.
Esos resultados -indicó- están relacionados con “el riesgo de morbilidades, que son secuelas que pueden aparecer más tardíamente en la vida de un niño, como dificultades en la lectoescritura, en las matemáticas, en el dictado, dificultades en la organización y la planificación de actividades de la vida diaria, más allá del riesgo biológico preestablecido, el ambiente y el contexto familiar”.
Para la experta, los gobiernos deberían invertir más en políticas públicas en desarrollo infantil temprano. “Hay que asegurar que las personas nacidas prematuramente tengan acceso a servicios de salud de calidad, incluyendo atención neonatal y seguimiento a largo plazo, a través de programas de seguimiento especializados”.
También mencionó que se deberían impulsar “intervenciones tempranas y oportunas con equipos interdisciplinarios que aborden en forma terapéutica las dificultades que puedan aparecer en los niños y sin demoras”.
Fattore opinó que “la política educativa debería contemplar la inclusión y la forma de acompañarlos, pensando que nacieron antes de tiempo sin la necesidad de requerir un certificado de discapacidad para acceder a los apoyos. Se debería pensar que los prematuros más pequeños maduran más lentamente sus funciones ejecutivas y aprendizaje escolar”.
Cómo se puede prevenir el nacimiento prematuro
Algunos partos prematuros se presentan en forma espontánea y otros ocurren por decisión médica, debido a los riesgos del bebé o de la persona gestante, según informa el Ministerio de Salud de la Nación de Argentina en su página web.
Otras veces la prematurez se puede predecir. Por ejemplo: si una mujer ya tuvo un niño prematuro, tiene tres veces más probabilidades de tener otro en las mismas condiciones.
Si el médico o la obstétrica consideran que el nacimiento se producirá antes de tiempo, derivarán a la mujer a una maternidad que sea capaz de ofrecer los cuidados complejos que todo prematuro necesita.
Una forma de prevenir la prematurez es evitar algunas prácticas que la favorecen, como, por ejemplo, dejar de fumar tabaco o el vapeo, de consumir drogas o alcohol, entre otras sustancias.