Desde 2020 se detectó una nueva variante de un virus de la gripe aviar que afectó no solo a las aves sino también a más de 40 especies de mamíferos en el mundo.
En Península Valdés, en las costas de la provincia de Chubut, en la Patagonia argentina, se encuentra la única agrupación continental y de latitud templada de elefante marino del sur, una especie que está considerada como la más grande de las focas.
Por la “pandemia” de gripe aviar (técnicamente se conoce como “panzootia”), esos elefantes marinos sufrieron un impacto grave en su población.
En la temporada reproductiva de 2023, el virus de la gripe aviar mató a cerca del 97% de las crías de elefante marino (unos 17.000 individuos) y a un número incierto de adultos reproductores.
Diversos grupos de investigadores siguen de cerca la circulación del virus porque existe el riesgo de que sufra cambios que puedan favorecer la transmisión entre humanos y dar lugar a una pandemia, aunque aun el riesgo es considerado bajo. Hay también investigadores que siguen el efecto en la fauna por su interés en la conservación
Qué se sabe sobre los elefantes marinos
Los elefantes marinos del sur son una de las especies icónicas del paisaje costero de Península Valdés y áreas adyacentes. Se distribuyen a lo largo de 300 kilómetros de la costa.
Esa agrupación ha mantenido una leve tasa de crecimiento durante las últimas décadas. En 2022 se habían registrado un total de 18.000 crías nacidas. Sin embargo, el episodio de mortalidad masiva del año pasado marcó un cambio notable para la población.
Los datos se conocieron a partir de dos trabajos. La más reciente investigación fue publicada en la revista Nature Communications. Fue a partir de un estudio dirigido por científicas de la Universidad de California en Davis (UC Davis) y el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) de la Argentina. También se difundió un trabajo anterior en la revista Marine Mammal Science.
Encontraron evidencias de que hubo transmisión del virus de gripe aviar H5N1 entre mamíferos marinos durante el brote masivo del año pasado.
El equipo de investigación estuvo liderado por la doctora Marcela Uhart, directora del Programa para América Latina en el Centro de Salud de Vida Silvestre Karen C. Drayer de UC Davis, y la viróloga Agustina Rimondi de INTA, entre otros investigadores.
La gripe aviar H5N1 tuvo un efecto devastador en la población de elefantes marinos en la Península Valdés. “Nuestro estudio en Nature Communications aporta los detalles sobre cómo fue el brote y las características particulares y únicas del virus que afectó a los elefantes marinos”, dijo Uhart a Infobae.
Cómo se hizo el estudio
El año pasado, la organización WCS Argentina hizo un censo de la población de elefantes marinos. Se analizaron algunos animales de la colonia de cría en Punta Delgada, en la Península Valdés. Luego, en el Instituto de Virología del INTA se llevaron a cabo el análisis y secuenciación del virus a partir de muestras de los animales.
El análisis genómico mostró que el virus evolucionó en clados distintos para aves y mamíferos marinos tras su entrada en Sudamérica en 2022. Es una diferenciación que no tiene precedentes y que subraya la capacidad del patógeno para adaptarse a nuevas especies.
Según el trabajo publicado en la revista Nature Communications, el análisis genómico de muestras de animales permitió descubrir que el virus evolucionó hacia clados separados de aves y mamíferos marinos.
”Estamos mostrando la evolución de los virus H5N1 que pertenecen al genotipo B3.2 a lo largo del tiempo desde su introducción en Sudamérica a finales de 2022″, dijo la viróloga y coautora principal Agustina Rimondi, del INTA y actualmente también en el Instituto Robert Koch, a través de un comunicado.
En diálogo con Infobae, Valeria Falabella, bióloga, coautora e integrante de la organización WCS Argentina, afirmó: “Recién estamos empezando a entender el impacto generado por el golpe que tuvo la gripe aviar sobre la especie. Primero pudimos contabilizar una mortalidad muy alta en crías”.
El año pasado, “se desconocía qué había pasado con adultos que no estaban en la costa. Hoy sabemos que la mortalidad de los adultos fue más alta de la que imaginábamos. Se registra una menor proporción de hembras que se está reproduciendo este año en la playa. También hay menos adultos machos. La recuperación depende de que no haya más brotes por gripe aviar en la zona”, señaló.
El seguimiento de la población continúa. Hasta el momento, ningún elefante marino ha dado positivo al virus de la gripe aviar en esta temporada de cría. Pero el brote del año pasado sigue planteando preguntas.
Porque aun los científicos no saben si el virus se transmitió por aerosol, saliva, heces u otros medios, o si los animales sobrevivientes han desarrollado resistencia a través de anticuerpos protectores.
En marzo pasado, se detectaron brotes en vacas lecheras estadounidenses, y el patógeno afectó también a trabajadores del sector lácteo.
El Departamento de Agricultura estadounidense notificó el primer caso de H5N1 en cerdos en octubre pasado. No existe aún evidencia de que exista transmisión entre humanos del virus H5N1.