Por primera vez, la Organización Mundial de la Salud (OMS) identificó una lista de 17 patógenos endémicos como prioritarios para tener en cuenta a la hora de tomar decisiones sobre la investigación de vacunas.
La lista fue elaborada de manera sistemática al tener en cuenta criterios como la carga de enfermedad regional, el riesgo de resistencia a los antimicrobianos y el impacto socioeconómico de cada infección causada por esos 17 patógenos. El resultado del trabajo fue publicado en la revista eBioMedicine.
Al presentar la lista, los expertos de la agencia sanitaria de la OMS aclararon que las vacunas para prevenir las infecciones por esos microorganismos están en diferentes fases de desarrollo.
Dentro de la lista, figuran 4 patógenos para los que es necesario investigar en vacunas:
- Estreptococos del grupo A
- Virus de la hepatitis C
- VIH-1
- Klebsiella pneumoniae
También hay otros 8 microorganismos para los que es necesario seguir desarrollando vacunas. Ellos son:
- Citomegalovirus
- Virus de la gripe: si bien ya existe desde hace décadas, se necesita una vacuna ampliamente protectora
- Especies que causan la Leishmaniasis
- Salmonella no tifoidea
- Norovirus
- Plasmodium falciparum (que causa el paludismo o malaria)
- Especies de Shigella
- Estafilococo dorado
Por otra parte, estos son los 5 patógenos para los que las vacunas están próximas a lograr la autorización reglamentaria, la recomendación política o la introducción en más países:
- Virus del dengue
- Estreptococos del grupo B
- E. coli patógena extraintestinal
- Mycobacterium tuberculosis
- Virus respiratorio sincicial (VRS)
Para hacer la selección, se consultaron expertos internacionales y regionales, y así se buscó identificar los factores más relevantes al decidir qué vacunas introducir y utilizar. El análisis de esas preferencias, junto con los datos regionales, permitió armar la lista global de patógenos endémicos.
Por qué importan las vacunas
La inmunización es un éxito mundial de la salud y el desarrollo, que salva millones de vidas cada año. Actualmente, se disponen de inmunizaciones seguras y eficaces para prevenir más de 20 enfermedades potencialmente mortales. Además, ayudan a las personas de todas las edades a vivir más tiempo y con mejor salud.
También las vacunas son una de las mejores inversiones en salud. A pesar de los enormes progresos realizados, demasiadas personas en todo el mundo -entre ellas, más de 20 millones de lactantes cada año- no tienen acceso suficiente a las vacunas. En algunos países, los avances se han estancado o incluso han retrocedido, y “existe un riesgo real de que la autocomplacencia socave los logros pasados”, según un reporte de 2020 que también publicó OMS.
Ahora, los expertos presentaron la lista de los 17 patógenos. La doctora Kate O’Brien, directora del Departamento de Inmunización, Vacunas y Biológicos de la agencia sanitaria comentó, a través de un comunicado, que “demasiadas veces las decisiones globales sobre nuevas vacunas han sido impulsadas únicamente por el retorno de la inversión, en lugar de por el número de vidas que podrían salvarse en las comunidades más vulnerables”.
En cambio, el nuevo estudio busca cambiar esa perspectiva, al basarse en una amplia experiencia regional y datos para evaluar las vacunas que no solo reducirían significativamente las enfermedades que afectan a las comunidades hoy, sino que también disminuirían los costos médicos para las familias y los sistemas de salud.
En diálogo con Infobae, el primer autor del trabajo, el doctor en inmunología Mateusz Hasso-Agopsowicz, integrante del Departamento de Inmunización, Vacunas y Productos Biológicos de la OMS, aclaró por qué están en la lista el virus sincicial respiratorio y el virus del dengue cuando ya hay países, como la Argentina, que cuentan con vacunas específicas.
En el caso del virus sincicial respiratorio (VSR) se incluye en la categoría de “patógenos para los que se aproxima la aprobación reglamentaria, la recomendación política o la introducción de vacunas” por dos motivos, señaló Hasso-Agopsowicz.
“Una de las razones es que las vacunas para lactantes y niños pequeños están en fase de desarrollo, pero aún no están autorizadas”, dijo. El otro motivo es que las vacunas contra el virus sincicial para su uso en embarazadas con el fin de proteger a los recién nacidos de la enfermedad han sido autorizadas en determinados países.
“En septiembre de este año, la OMS formuló una recomendación política para el uso de vacunas contra el VSR. Por lo tanto, la mayoría de los países y casi todos los países de bajos ingresos aún deben considerar la introducción de la vacuna contra el VSR en sus programas de inmunización”, expresó.
También los expertos destacaron la importancia de considerar al virus del dengue, que desde el año golpea con fuerza en América. Los casos reportados aumentaron 394% en la región con respecto al promedio de los últimos 5 años, según la Organización Panamericana de la Salud.
Según el experto, “el dengue se incluyó como patógeno prioritario porque, en el momento del análisis, la OMS había recomendado el uso de la vacuna contra el dengue, pero solo en áreas con alta seroprevalencia de dengue. Esta limitación significa que muchas zonas con niveles moderados o bajos de exposición previa al dengue no pueden beneficiarse de esta vacuna, lo que deja a grandes poblaciones en situación de riesgo”.
El dengue sigue representando una grave carga sanitaria en numerosas regiones, especialmente en zonas donde el clima y la urbanización han provocado mayores tasas de transmisión, sostuvo.
“Una vacuna contra el dengue de amplia aplicación y eficaz en diferentes contextos poblacionales es importante para controlar esta enfermedad en todo el mundo y hacer frente a los importantes problemas de salud pública que genera”, afirmó.
En la Argentina, en septiembre pasado, el Ministerio de Salud de la Nación anunció que comenzó a distribuir vacunas tetravalentes contra el dengue para avanzar en una estrategia de inmunización focalizada y complementar las dosis ya adquiridas por las provincias.
Por ejemplo, en la provincia de Buenos Aires, si una persona fue afectada por el dengue durante la temporada 2023-2024, tiene entre 15 y 59 años y vive en los municipios que integran la región metropolitana de Buenos Aires, recibe un turno a través del correo electrónico para asistir a un vacunatorio.
Consultado por Infobae, el doctor Peter Hotez, que es titular de la cátedra de pediatría tropical y codirector del Centro de Desarrollo de Vacunas del Texas Children’s Hospital, en los Estados Unidos, opinó sobre la lista de los patógenos: “Me pareció que hubo algunas omisiones importantes. Se dejaron afuera vacunas de especial importancia para la región latinoamericana y mundial, incluidas la enfermedad de Chagas, la esquistosomiasis y la anemia por anquilostomas, así como algunos arbovirus”.
En tanto, Tomás Orduna, expresidente de la Sociedad Latinoamericana de Medicina del Viajero y asesor científico de la Fundación Mundo Sano, comentó a Infobae que “el desarrollo de vacunas en el pasado ha demostrado sus beneficios y esta primera lista de patógenos endémicos puede ser clave para el futuro para hacer inmunoprevención”.
En el caso de VIH y hepatitis C, “sería de suma importancia contar pronto con vacunas. Los Estreptococos del grupo B afectan a muchas personas y provocan diferentes cuadros. Me sorprende la presencia de Klebsiella dentro de la lista”, señaló Orduna.
Krutika Kuppalli, profesora asociada de medicina en la División de Enfermedades Infecciosas y en la Escuela de Salud Pública Peter O’Donnell Jr de la Universidad de Texas Southwestern en Dallas, Estados Unidos, valoró positivamente que haya publicado “una lista exhaustiva de patógenos prioritarios para los que se necesitan urgentemente nuevas vacunas”.
Consideró que la lista “abarca una amplia gama de patógenos que contribuyen significativamente a la morbilidad y la mortalidad mundiales. Es alentador ver que el proceso involucró a expertos regionales y un análisis basado en datos, lo que dio como resultado una hoja de ruta bien informada para que los fabricantes, los financiadores y los científicos centren sus esfuerzos para lograr el máximo impacto”.