- América Latina y el Caribe experimentan un aumento del 394% en casos de dengue en comparación con los últimos 5 años, según la Organización Panamericana de la Salud.
- El “método Wolbachia” introduce una bacteria en mosquitos Aedes aegypti para frenar la transmisión del virus. Se ha probado en 14 países, incluidos México, Brasil y Colombia.
- En Colombia, las ciudades de Bello, Medellín e Itagüí registraron disminuciones de casos de dengue de hasta el 97% tras la implementación del método.
Lo esencial: el método Wolbachia, basado en la introducción de una bacteria natural en insectos transmisores, ha mostrado resultados prometedores en América Latina. Evaluaciones recientes revelan descensos significativos en la incidencia de dengue. En Niterói, Brasil, el 100% de los mosquitos portaban Wolbachia, y se logró la menor incidencia en 20 años. Sin embargo, algunos expertos advierten que aún no hay pruebas suficientes de su efectividad generalizada para implementarlo en otros contextos epidemiológicos.
Por qué importa: la región enfrenta una crisis de salud pública por el dengue. Soluciones innovadoras como Wolbachia podrían marcar la diferencia:
- Reducción comprobada de casos de personas con la infección.
- Potencial ahorro económico en costos médicos y control de insectos que transmiten enfermedades.
- Existen desafíos y escepticismo entre especialistas la viabilidad del método a gran escala.
Hoy cerca de la mitad de la población mundial corre el riesgo de contraer dengue, y América Latina y el Caribe es una de las regiones más golpeadas: los casos reportados aumentaron 394% con respecto al promedio de los últimos 5 años, según la Organización Panamericana de la Salud.
Para desacelerar el avance de la infección, científicos están desarrollando el “método Wolbachia”. Empezaron hace 10 años y se han hecho o se están llevando a cabo evaluaciones en 14 países, incluyendo 5 de América Latina: México, Brasil, Honduras, El Salvador y Colombia.
El método se basa en el uso de una bacteria, llamada Wolbachia. Fue identificada hace 100 años, gracias a la investigación básica de los estadounidenses Marshall Hertig y Simeon Burt Wolbach.
En diálogo con Infobae, el doctor Iván Vélez Bernal, docente e investigador del Programa de Estudio y Control de Enfermedades Tropicales de la Universidad de Antioquía, contó cómo se utiliza el microorganismo para enfrentar al dengue. También se usa para controlar la transmisión de zika y chikungunya, otros dos virus que también pueden infectar a los mosquitos.
Vélez Bernal fue el primer autor de un trabajo publicado en la revista Plos Neglected Tropical Disease, el cual evaluó la implementación de la estrategia en tres ciudades de Colombia.
Lo hizo en colaboración con el Programa Mundial de Mosquitos, que es impulsado por un grupo de empresas sin ánimo de lucro propiedad de la Universidad de Monash, en Australia.
“La estrategia consiste en introducir la bacteria natural Wolbachia en los mosquitos Aedes aegypti. Eso se hace en un insectario, un espacio controlado para la crianza de insectos, y no implica su modificación genética”, aclaró.
Al estar la bacteria, “se refuerza el sistema inmune del mosquito. También baja la posibilidad de que el virus del dengue se reproduzca en el intestino del mosquito. Entonces, el mosquito se puede infectar con el virus pero no lo transmite a las personas”, explicó Vélez Bernal en la entrevista con Infobae.
Los individuos con la bacteria se liberan en las ciudades se realiza en un período que dura entre 12 y 18 semanas. Luego, se reproducen con los mosquitos silvestres. A lo largo de varias generaciones, casi toda la población local de mosquitos pasa a tener Wolbachia.
Como consecuencia, la población humana que convive con esas poblaciones de mosquitos con Wolbachia reduce el riesgo de tener la infección de dengue. “Cuando se implementa la estrategia Wolbachia, las zonas siguen teniendo la misma población de mosquitos Aedes aegypti que pueden picar a las personas, pero no transmiten el virus del dengue”, enfatizó el científico.
En el estudio de casos y controles que hizo Vélez Bernal con otros colaboradores, se demostró una disminución significativa en la incidencia de casos de dengue. En Bello, se observó una reducción del 94% de los casos de dengue; en Medellín, el 89% y en Itagüí del 97%, comparado con el período previo a las liberaciones.
Otro trabajo reciente, que aún espera revisión de otros expertos independientes, consistió en el análisis económico de la implementación del método en Colombia. Reveló que su uso costaría alrededor de 4.73 dólares por persona, pero a su vez se ahorraría 8,21 dólares en costos médicos y otros 8.83 dólares, incluyendo métodos convencionales de control vectorial durante un período de 10 años.
“El costo de la estrategia puede variar según las ciudades y diferentes aspectos logísticos”, comentó Vélez-Bernal.
En Brasil, el método Wolbachia se empezó a probar hace 10 años en la zona de Tubiacanga, en Río de Janeiro. Luego, se implementó en la ciudad de Niterói.
Entre 2020 y 2023, el monitoreo a largo plazo reveló que el 100% de los mosquitos de Niterói portaban Wolbachia, y se registró la menor incidencia de dengue en 20 años. A pesar del incremento de brotes que hubo en Brasil en 2024, las cifras fueron mucho menores que en épocas anteriores.
Recientemente, un trabajo publicado en The Lancet Regional Health Americas también se concentró en si los beneficios de la implementación del método Wolbachia podían superar los costos en 7 ciudades de Brasil.
“Es probable que Wolbachia sea una estrategia rentable en el contexto brasileño, en consonancia con los estudios internacionales”, escribieron en las conclusiones los autores que forman parte de la Universidad de Brasilia y la Fundación Oswaldo Cruz, entre otras.
Brasil intenta escalar la aplicación del método. En marzo de 2025 se inaugurará una instalación en Curitiba. Allí, se busca producir inicialmente cinco mil millones de mosquitos Wolbachia al año (serán 100 millones por semana).
La planta dará servicio a todo Brasil, según informó a Infobae el Programa Mundial de Mosquitos, que ha recibido subsidios en el pasado de la Fundación Gates y Wellcome Trust.
¿El método puede ser viable para todos los países?
Aún no todos los especialistas en control de vectores avalan al método Wolbachia. Consultada por Infobae, la doctora Laura Harburguer, investigadora en control de mosquitos del Conicet y del Ministerio de Defensa de la Argentina, en el Instituto de Investigaciones Científicas y Técnicas para la Defensa (CITEDEF), opinó que todavía es “una técnica poco probada y establecida como para tener evidencia sólida sobre su implementación masiva como herramienta de la salud pública”.
Hasta ahora los casos de éxito son reducidos, y en lugares puntuales. “Generalmente, los mosquitos se liberan en zonas aisladas, con lo que el ingreso de mosquitos de otros puntos es limitado”, señaló la científica.
“A mi criterio, -resaltó Harburguer- y el de otros profesionales que estudian mosquitos en la Argentina, no hay evidencias suficientes como para decir que el beneficio es mayor que los costos. Tampoco hay pruebas para afirmar que sea una técnica viable para ser implementada en nuestro país y en nuestro contexto epidemiológico, al menos en este momento”.