Jardines: una solución para la crisis de los polinizadores
- La ONU alerta sobre la “crisis de los polinizadores” por el declive de abejas, mariposas y otras especies.
- Los jardines para polinizadores promueven la biodiversidad y protegen hábitats urbanos y rurales.
- Las plantas nativas y flores de colores vivos facilitan la alimentación y reproducción de polinizadores.
Lo esencial: la crisis de los polinizadores ha generado preocupación a nivel mundial, ya que especies como abejas, mariposas y colibríes, esenciales para la reproducción de plantas y la producción de alimentos, están en declive. Con respaldo de estudios científicos, se destaca la importancia de los jardines para polinizadores como solución. Ofrecen refugio y fuentes de alimento. Expertos recomiendan elegir plantas nativas, que aportan néctar y polen en distintos momentos del año y, en entornos como ciudades, pueden establecerse en parques, balcones y patios.
Por qué importa: la pérdida de polinizadores amenaza la estabilidad de los ecosistemas y la seguridad alimentaria:
- El declive de polinizadores afecta a cultivos y plantas de los que depende la humanidad.
- Los jardines para polinizadores son un esfuerzo clave que cualquier persona puede apoyar.
- Esta iniciativa permite además una conexión directa entre humanos y naturaleza y mejora la conciencia ambiental.
Las abejas, las mariposas y los colibríes son algunas de las especies polinizadoras que existen en el planeta Tierra. Al alimentarse, quedan impregnadas del polen de las plantas que visitan y luego lo transportan a otras. Esto hace posible la reproducción de las plantas y la formación de frutos.
En la actualidad se está produciendo la “crisis de los polinizadores” porque sus poblaciones están en declive, según advirtió el organismo de Naciones Unidas, al basarse en diferentes estudios científicos. Hay varias estrategias para contrarrestar el problema, y una de ellas es crear “jardines para polinizadores”.
Ese tipo de jardín es un espacio natural que ayuda “a la supervivencia tanto de plantas como de animales, creando un hábitat seguro para las mariposas, colibríes, abejas, entre otros organismos”, aclaró la Dirección General de Recursos Naturales y Bioseguridad de México.
Se pueden poner en marcha en múltiples entornos, desde las ciudades a los ambientes rurales. Dentro de las urbes, los jardines pueden disponerse en parques, plazas, huertos, patios, balcones e incluso con macetas en las ventanas de los edificios.
“El problema de la declinación de los polinizadores se refiere a la reducción en el número o en el área ocupada por los lugares donde vivían y ya no lo pueden hacer”, contó a Infobae la doctora Marina Arbetman, integrante del Instituto de Investigaciones en Biodiversidad y Medio Ambiente (INIBIOMA), que depende del Conicet y la Universidad Nacional del Comahue, en Bariloche.
Se sabe que actividades, como el uso de plaguicidas, el cambio en el uso del suelo, el predominio de los monocultivos, la emisión de gases de efecto invernadero que provocó el calentamiento del planeta, y la introducción de especies que se vuelven invasoras, han contribuido a que se reduzcan las poblaciones de los polinizadores.
Atender la caída de las poblaciones de los polinizadores es fundamental -afirmó- porque “permiten la reproducción de la mayoría de las plantas que mantienen los ecosistemas y nos dan de comer. Es decir, ayudarlos a que sus poblaciones se desarrollen implica también ayudarnos a nosotros mismos, como especie humana”.
Se han realizado varios estudios en el mundo y, en general, “se ha encontrado que lo más importante es proporcionar jardines con diversas especies de plantas que tengan polen y/o néctar y que florezcan en distintos momentos a lo largo del año. Preferentemente se deberían elegir a las especies de plantas nativas”, explicó Arbetman.
Uno de los estudios fue realizado por Sheila Schueller y Beth Weiler, entre otros, de la Escuela de Ambiente y Sustentabilidad de la Universidad de Michigan, en los Estados Unidos. Fue publicado en la revista especializada Land. Allí detallaron cuáles son los beneficios clave de los jardines para polinizadores en entornos urbanos:
- Ayudan a contrarrestar la pérdida de hábitats en áreas urbanas, proporcionando un refugio y una fuente de alimentos para insectos esenciales como abejas, mariposas y avispas.
- Mejoran directamente a los rindes de los cultivos cercanos mediante el aumento de la presencia de polinizadores, lo que puede tener un efecto positivo en la productividad agrícola.
- Aportan belleza visual y una conexión con la naturaleza, mejoran la calidad de vida de los residentes y fomentan un sentido de responsabilidad ambiental
- Facilitan el tránsito de los polinizadores en la ciudad y así se mejora la conectividad del paisaje urbano y fortalecen las poblaciones que de otro modo estarían aisladas
Para poner en marcha un jardín para polinizadores, hay que seleccionar bien las plantas a cultivar. En diálogo con Infobae, Bárbara Pidal, ingeniera agrónoma y coordinadora del área de conservación del Instituto de Recursos Biológicos del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), contó qué hay que tener en cuenta si se quiere atraer a las mariposas.
“Por un lado, las mariposas necesitan encontrar plantas hospederas, donde puedan depositar sus huevos y donde las orugas puedan alimentarse”, acotó. Por otro, también necesitan de plantas con flores que les aportan néctar que les sirve de alimento en su estado adulto. Al incluir ambos tipos de plantas en el jardín, se favorecerá el hábitat para que las mariposas puedan hacer su ciclo de vida completo.
Cada especie de mariposa depende de un tipo específico de planta hospedera o de un grupo reducido de plantas emparentadas.
En la zona este, centro y este de la Argentina, entre las plantas que son hospederas se encuentran la Asclepia que atrae a las mariposas Monarcas y la Aristolochia triangularis conocida como “Mil hombres” que cautiva a las mariposas Bordes de oro. Otras especies puede atraer a la mariposa perezosa y a la mariposa espejitos.
Por otro lado, plantas con flores que sirven de alimento para las mariposas en estado adulto tienen corolas con forma tubulosa. Las que son diurnas resultan atraídas por flores de colores vivos, como rojo, naranja, amarillo, violeta y azul, y con perfume suave. Entre las plantas que se pueden incluir están la “margarita amarilla”, las verbenáceas como Lantana camara y Glandularia peruviana o “Margarita punzó”.
“En el caso en que se quiera atraer picaflores, se puede cultivar plantas de la familia de las labiadas o lamiáceas como las salvias, que también atraen a las mariposas”, afirmó.
En México, algunas de las flores que los colibríes prefieren son el mirto, aretillo, muicle, camarón, toronjil silvestre y lavanda, de acuerdo con María del Coro Arizmendi Arriaga, profesora e investigadora de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Iztacala de la Universidad Nacional Autónoma de México.
“En cada lugar, las plantas nativas son distintas. Es por eso que hay que investigar un poquito qué plantas son nativas de cada región”, indicó la doctora Arbetman, quien recomendó usar la plataforma Argentinat, una aplicación gratuita en la que se puede subir una foto de una planta o cualquier organismo vivo (no mascotas domésticas) para obtener la identificación.
“Cualquier planta es mejor que ninguna planta. Pero las plantas nativas ofrecen más que alimento y refugio para los polinizadores. Las adaptaciones promueven la estabilidad de la interacción entre plantas y polinizadores”, afirmó.
También mencionó que para saber cuáles son las plantas que más le gustan a los polinizadores de la zona es recomendable ponerse a observar e identificarlas en las plazas o los parques cercanos o en los patios o jardines.
Arbetman lidera una iniciativa de ciencia ciudadana para conservar mejor a los abejorros, que son un grupo muy importante de polinizadores. “En la Argentina, hay 8 especies nativas de abejorros y 2 exóticas que se volvieron invasoras de gran parte del territorio de la Patagonia”, mencionó.
El proyecto se llama “Ví un abejorro”, e invita a la comunidad a participar con el envío de registros mediante las redes sociales o la página web.
“Una de las especies nativas de abejorro, el mangangá (Bombus dahlbomii), se encuentra en peligro de extinción. La invasión del abejorro europeo, Bombus terrestris, es el principal motivo del problema. Queremos hacerlo visible y pedirle al gobierno de Chile que frene la importación de abejorros exóticos”, concluyó.