¿Por qué la cápsula de SpaceX no trajo a los astronautas varados de Boeing?
- Los astronautas Suni Williams y Butch Wilmore de la NASA deberán permanecer en la EEI hasta febrero.
- La misión Crew-8 de SpaceX regresó con cuatro astronautas asignados, pero sin los de Boeing.
- La NASA optó por que regresen en la misión Crew-9 en febrero, debido a las fallas de la cápsula Starliner de Boeing.
Lo esencial: a pesar de las expectativas de rescate, los astronautas de la NASA Suni Williams y Butch Wilmore, quienes llegaron a la Estación Espacial Internacional (EEI) en la cápsula fallida Starliner de Boeing , no regresaron con la misión Crew-8 de SpaceX, que aterrizó hoy en la Tierra. La NASA decidió posponer su retorno hasta la misión Crew-9, programada para febrero, luego de que la Starliner presentara diversas fallas técnicas que representaban un riesgo. Mientras tanto, ambos astronautas han asumido funciones en la EEI, incluyendo caminatas espaciales y experimentos científicos.
Por qué importa: el cambio en el retorno de los astronautas resalta los desafíos tecnológicos de las misiones espaciales, especialmente cuando se desarrollan nuevas naves comerciales.
Semanas atrás se supo que una cápsula de SpaceX sería la encargada de rescatar a los dos astronautas de Boeing que tuvieron problemas con su nave Starliner, y traerlos sanos y salvos a la Tierra. Pero la nave que llegó hoy a nuestro planeta proveniente de la Estación Espacial Internacional (EEI) no los trajo. ¿Por qué?
Esta madrugada, a las 3.29 hora del este de EEUU (7.29 GMT) la nave Crew Dragon de SpaceX, en una misión denominada Crew-8, regresó a la Tierra pero sin Williams y Wilmore, que quedaron en el laboratorio orbital una vez más por la sencilla razón de que no estaban asignados a esa nave espacial específica.
Los cuatro astronautas asignados a la misión Crew-8, Matthew Dominick, Michael Barratt y Jeanette Epps de la NASA, así como Alexander Grebenkin de la agencia espacial rusa Roscosmos, fueron los astronautas que regresaron. Ellos habían estado en la EEI desde el 5 de marzo, aproximadamente tres meses más que Williams y Wilmore.
Cabe destacar que la Crew-8 era parte de una rotación regular de tripulación en el laboratorio en órbita, y las misiones de rutina suelen durar alrededor de seis meses y ya llevaban siete meses y medio en el espacio. El retraso de su regreso se debió a la estadía prolongada de Suni y Butch, pero también a las malas condiciones meteorológicas que tienen lugar en EEUU con los diferentes huracanes que azotaron el Golfo de México y el océano Atlántico.
Mientras tanto, Williams y Wilmore están designados para regresar a casa a bordo de la misión Crew-9 de SpaceX en febrero, según decidió la NASA semanas atrás, luego de ordenar que la fallida cápsula de Boeing regresara a la Tierra el pasado 6 de septiembre sin tripulación.
Incluso la NASA y SpaceX debieron reconfigurar la cápsula Crew-9 para que en lugar de los 4 astronautas que debía llevar, solo viajaran 2, a fin de liberar los otros dos asientos para que Suni y Butch puedan regresar en febrero próximo. Esta nave despegó el 28 de septiembre y ya se encuentra amarrada a uno de los puertos de la EEI, esperando para regresar a la Tierra una vez que concluya la misión Crew-9 de la NASA.
La clave de esta demora para que los astronautas de Boeing regresen ya a la Tierra tiene que ver con que ellos no fueron a la EEI como parte de una rotación normal de tripulación, sino que debían haber regresado a la semana de llegar al complejo orbital. Pero la NASA no quería arriesgar sus vidas y traerlos en la cápsula Starliner, ya que la misma durante los 3 meses que estuvo en el espacio, protagonizó distintas fugas de helio y fallas en varios propulsores, que podrían haber fallado en el reingreso a la Tierra, condenando a sus tripulantes a rebotar en la atmósfera y perderse en el espacio.
Así, la NASA tuvo que reaccionar rápidamente cuando la situación con el Starliner de Boeing se complicó, encontrando una nueva forma de regresar a casa para los astronautas. La solución fue poner a Williams y Wilmore en la Crew-9, una misión que aún no había despegado cuando todo ocurrió. Para darles lugar, se debió hacer un cambio en la alineación original de la misión Crew-9, dejando fuera a los astronautas Zena Cardman y Stephanie Wilson, quienes estaban previstas para volar en esa misión. Williams y Wilmore se unieron a la Expedición 72, pasando de ser “invitados” a miembros activos del equipo de trabajo en la estación.
Trabajos en el espacio
Desde su llegada, ellos han asumido tareas propias del personal de la EEI, incluyendo caminatas espaciales, mantenimiento del laboratorio en órbita y realizando distintos experimentos científicos. De hecho, Williams fue nombrada comandante de la estación el 22 de septiembre último, mostrando que su integración a la expedición ha sido total y sin problemas.
La NASA ya había previsto que los astronautas del Starliner podrían enfrentar una estadía prolongada en la EEI, así que se aseguraron de que Williams y Wilmore estuvieran bien entrenados para todo tipo de tareas. “Butch y Suni están completamente capacitados”, afirmó Dana Weigel, gerente del Programa de la Estación Espacial Internacional, durante una conferencia en agosto, señalando que ambos son aptos para realizar caminatas espaciales y manejar la robótica de la estación.
Mientras tanto, la vida a bordo de la EEI no ha estado exenta de momentos de espera e incertidumbre. Los astronautas han tenido algunos días libres mientras aguardaban la partida de la Crew-8, que sufrió retrasos por mal clima en Florida.
Aun así, han mantenido un ritmo constante de trabajo, con tareas como experimentos científicos y entrenamientos. Por ejemplo, el 18 de octubre, Williams realizó pruebas cognitivas y verificó conexiones de hardware, mientras que Wilmore activó un microscopio para estudiar la gelificación de partículas.
La experiencia de Williams y Wilmore en el espacio no es nueva. Antes de embarcarse en el vuelo de prueba del Starliner, ya sumaban un total combinado de 500 días en órbita. Para Williams, el regreso a la EEI ha sido especialmente emotivo.
Después de su última misión en 2012, no estaba segura de si volvería al espacio. “Este vuelo es un sueño para ella”, comentó un representante de la NASA durante la transmisión en vivo del lanzamiento del Starliner en junio.
Prolongar estancias en la EEI no es algo inusual. Los astronautas frecuentemente deben extender su tiempo a bordo debido a imprevistos, como el mal tiempo o problemas técnicos. Un ejemplo notable es el del astronauta Frank Rubio, quien pasó 371 días en la estación tras un problema con su cápsula Soyuz, lo que le permitió establecer un récord para un estadounidense en el espacio.
Ante la posibilidad de pasar otros cuatro o cinco meses en la EEI, Wilmore se tomó la situación con calma, afirmando en una conferencia de prensa que no valía la pena preocuparse y que se adaptó rápidamente a la idea.
Por su parte, Williams confesó que extraña a su familia y mascotas, y lamenta perderse algunos eventos familiares, pero también expresó su alegría por estar en el espacio.
“Este es mi lugar feliz. Me encanta estar aquí arriba”, comentó, destacando cómo incluso las tareas diarias se vuelven especiales en la microgravedad, donde todo puede hacerse “al revés o de lado”, lo que da una perspectiva diferente a cada actividad.
Mientras siguen con su misión, Williams y Wilmore continúan contribuyendo al trabajo diario en la estación y participando en la reubicación de su cápsula Crew-9 dentro de la EEI, que requiere maniobras precisas para facilitar el regreso de la Crew-8 a la Tierra.
Aunque sus planes han cambiado, los astronautas han demostrado su capacidad de adaptación y su dedicación a la misión, manteniendo su enfoque en la ciencia y el mantenimiento de la estación, siempre listos para lo que venga.