Eclipse solar anular 2024: siete claves para entender este gran evento astronómico

Los eclipses solares anulares son fenómenos fascinantes en los que la Luna se interpone entre la Tierra y el Sol, pero no cubre completamente la estrella, por lo que deja visible un anillo de luz solar a su alrededor. Estos acontecimientos atraen a entusiastas de la astronomía de todo el mundo, quienes se reúnen en puntos estratégicos para disfrutar de este evento efímero que resalta la conexión entre el planeta y el cosmos.

El próximo eclipse de estas características se llevará a cabo el miércoles 2 de octubre de 2024, y será visible en el sur de Argentina y Chile. Los habitantes de estas regiones tendrán la oportunidad única de observar el impresionante evento. Miles de personas viajarán a estas áreas para disfrutar del espectáculo, y hay aspectos clave a tener en cuenta para apreciarlo de manera segura.

Los eclipses solares ocurren cuando el satélite terrestre se interpone entre el planeta y el astro. Desde la NASA comentan que, como resultado, “se proyecta una sombra sobre la Tierra que bloquea total o parcialmente la luz del Sol en algunas zonas. Esto solo ocurre ocasionalmente, porque la Luna no orbita en el mismo plano exacto que el Sol y la Tierra. El momento en que se alinean se conoce como temporada de eclipses, lo cual sucede dos veces al año”, comentan desde la NASA.

Según la posición de la Luna en su órbita, puede que durante esta alineación no logre cubrir al Sol de manera completa, por lo que crea una imagen característica en el cielo conocida como “anillo de fuego”.

El anillo de fuego en los eclipses solares anulares se forma debido a la alineación específica entre los 3 cuerpos celestes. Durante este fenómeno, la Luna se encuentra a una distancia insuficiente para que su tamaño aparente sea mayor que el del Sol. Como resultado, en lugar de cubrir completamente el disco solar, el satélite oculta solo su centro, y deja visible un brillante anillo de luz que rodea el borde de su superficie.

Según los expertos de la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA, por sus siglas en inglés), “la órbita de la Luna alrededor de la Tierra no es un círculo perfecto, sino ligeramente elíptica. Esto significa que la distancia de la Luna a la Tierra varía a lo largo de su órbita”.

Los puntos más importantes se conocen como perigeo, cuando está más cerca del planeta, y apogeo, cuando se encuentra más alejada.

Por ende, el eclipse solar anular, con su emblemático “anillo de fuego”, solo es posible cuando la Luna está en su apogeo, ya que al estar más próxima a la Tierra cubriría de manera completa al Sol en lo que se conoce como un eclipse solar total.

El trayecto que realizará la proyección de la sombra lunar recorrerá una amplia área del océano Pacífico y cruzará el sur de Argentina y Chile. Las regiones ideales para observar el eclipse en su punto máximo son las localidades de Las Horquetas, Puerto San Julián y Puerto Deseado, en la provincia de Santa Cruz.

En las zonas cercanas, el eclipse se verá de manera parcial. Esto se debe a que la curva de la Tierra modifica la percepción del satélite según el lugar donde se encuentre el observador. Por ende, al estar fuera del camino directo que realizará la Luna frente al Sol, se podrá apreciar una cobertura menor del astro. Por ejemplo, en la Ciudad de Buenos Aires se podrá ver el 53% de la estrella cubierta, mientras que en Ushuaia ese porcentaje aumenta al 72%, según datos del CONICET.

El evento contará con una duración aproximada de 7 minutos, aunque su horario exacto depende de la ubicación. La Luna se alineará con la Tierra y el Sol entre las 13:50 y las 17:30 h en las distintas áreas del planeta, aunque no será visible en todo el mundo. Por otro lado, el “anillo de fuego”, que se verá en regiones determinadas, durará tan solo 3 minutos en promedio.

La franja de anularidad es la región de la Tierra donde se puede observar un eclipse solar anular en su máxima expresión. Es generalmente estrecha, en este caso será de a penas unos 130 kilómetros de ancho, y se mueve a lo largo de la superficie terrestre a medida que avanza el eclipse. Las personas que se encuentran dentro de esta franja podrán experimentar el fenómeno de manera completa, mientras que en otras áreas, se observará un eclipse parcial.

Al observar un eclipse solar anular se debe proteger la vista, ya que durante este fenómeno, si bien la Luna cubrirá una gran parte del Sol, los rayos UV y su brillo intenso tendrán la capacidad de afectar a la salud ocular. Para disfrutarlo sin riesgos, es esencial usar gafas de eclipse certificadas, que filtren la luz dañina, según lo establecido en la normativa ISO 12312-2.

Si se elige utilizar cámaras o telescopios, estos deben poseer filtros solares. De no ser así podrían significar un riesgo. Nunca se debe mirar directamente al Sol sin la protección adecuada, ya que esto puede causar daños irreversibles a la vista.

Según datos de la NASA, el próximo eclipse solar anular será el 17 de febrero de 2026, y será visible en la Antártida, África, América del Sur y los océanos Pacífico, Atlántico e Índico. Por otro lado, el 12 de agosto del mismo año ocurrirá un eclipse solar total en Groenlandia, Islandia, España, Rusia y Portugal, mientras las áreas circundantes podrán disfrutar de un eclipse parcial.

Desde la agencia espacial explican que los eclipses se pueden predecir a partir de cálculos que comprenden las órbitas de la Luna, la Tierra y el Sol, y la gravedad que ejercen entre ellos. “A partir de las leyes de movimiento de Newton, calculan matemáticamente el movimiento de estos cuerpos en el espacio tridimensional, tomando en cuenta el hecho de que estos cuerpos tienen un tamaño finito y no son esferas perfectas”, explican.

Luego, utilizan una computadora programada para aplicar esas ecuaciones adelante en el tiempo y determinar cuándo sucederán los próximos eclipses. Según las posiciones de los cuerpos celestes, también pueden predecir qué tipo de eclipse tomará lugar.