Los cometas son cuerpos celestes fascinantes que forman parte del sistema solar y están formados, principalmente, por hielo, polvo y rocas. Estos objetos viajan en órbitas elípticas alrededor del Sol, y cada tanto, uno de ellos se vuelve visible a simple vista.
Este será el caso del cometa C/2023 A3 (Tsuchinshan-ATLAS), que está causando gran expectación entre los astrónomos y aficionados a la astronomía. Con una cola larga y brillante, visible desde el Hemisferio Sur, este fenómeno iluminará el cielo argentino hacia finales de septiembre para ofrecer una vista espectacular.
Se espera que el cometa alcance su punto más cercano al Sol, conocido como perihelio, durante esos días, momento en el que será más visible en el cielo matutino. Así las cosas, podrá observarse en la dirección este, justo antes del amanecer, lo que permitirá a los interesados disfrutar del brillo de su cola, formada por polvo y hielo.
Este tipo de cola se produce debido al calor que el cometa experimenta cuando pasa cerca del Sol, lo que provoca la sublimación de los hielos presentes en su núcleo. Este evento es único, entre otras cosas, porque las partículas de hielo se evaporarán rápidamente, liberando una gran cantidad de polvo que formará una larga y brillante cola.
De todos modos, el espectáculo astronómico no será exclusivo del Hemisferio Sur, ya que el cometa también será visible en el Hemisferio Norte, aunque en este caso, su aparición ocurrirá unos días más tarde, a principios de octubre. En las latitudes más bajas del norte, es posible que se pueda observar un poco antes, lo que amplía las oportunidades de avistamiento.
Las fechas más recomendadas para observar el cometa C/2023 A3 en el Hemisferio Sur serán entre el 18 y el 26 de septiembre. Durante este período, el cometa será visible con la ayuda de binoculares, lo que permitirá a los aficionados apreciar en detalle la belleza de su cola. Aunque no es completamente predecible, se espera que sea un buen momento para disfrutar de este evento.
Uno de los momentos más esperados será entre el 27 de septiembre y el 2 de octubre, cuando el cometa alcanzará su punto más cercano al Sol. Este será el mejor momento para observarlo en el cielo matutino, tanto en el Hemisferio Sur como en el Norte, con una visión impresionante para aquellos que madruguen lo suficiente para captarlo.
Sin embargo, el mejor momento para los habitantes del Hemisferio Norte será del 10 al 12 de octubre, cuando el cometa se verá al anochecer, en el cielo vespertino después de la puesta del sol.
Un aspecto fascinante de este cometa es su luminosidad, que podría ser notablemente intensa. Sin embargo, esto es difícil de prever con exactitud, ya que depende en gran medida de su actividad en los meses previos a su acercamiento al Sol. Las fluctuaciones en su brillo pueden ser causadas, entre otras cosas, por la cantidad de material que el cometa libere al espacio mientras se calienta.
En su paso cercano al Sol, a una distancia similar a la de la órbita de Mercurio, el cometa experimentará un calentamiento significativo, lo que intensificará la sublimación de sus hielos y provocará la expansión de su coma, una nube compuesta de polvo y gas que rodea el núcleo, según informó el sitio especializado en astronomía Star Walk. Este proceso será clave en la formación de la cola cometaria, que podría extenderse por varios millones de kilómetros en el espacio, brindando un espectáculo visual que podría incluso ser visible a simple vista en algunas regiones.
Además del interés visual que despierta este cometa, su estudio es de gran importancia para los científicos, ya que los cometas son restos del material primordial que formó el sistema solar. El análisis de su composición puede ofrecer pistas valiosas sobre los procesos que tuvieron lugar hace miles de millones de años. En el caso del C/2023 A3, su paso cerca del Sol y el estudio de la materia liberada podrían proporcionar datos relevantes para comprender mejor la formación y evolución de estos cuerpos celestes.
Aunque el C/2023 A3 (Tsuchinshan-ATLAS) ya ha sido observado por astrónomos de todo el mundo, el período de mayor interés será en las fechas mencionadas, cuando se espera que alcance su máximo brillo y visibilidad. Este tipo de eventos, aunque relativamente comunes en la astronomía, siempre generan expectación debido a su imprevisibilidad y a la belleza única que ofrecen.
Este cuerpo celeste fue detectado en enero de 2023 por astrónomos del Observatorio Tsuchinshan en China, proveniente de la lejana Nube de Oort. No se había acercado a la Tierra en los últimos 26.000 años, lo que ha despertado un gran interés entre científicos y entusiastas de la astronomía en todo el mundo.