Un eclipse es un fenómeno astronómico que ocurre cuando un cuerpo celeste se interpone en la trayectoria de la luz de otro y bloquea parcial o completamente su brillo. Desde la Tierra se pueden apreciar los eclipses solares y lunares; existen varios tipos, clasificados según su naturaleza y la alineación.
En un eclipse solar, se encuentran eclipses totales, parciales, anulares e híbridos. Los eclipses lunares, por otro lado, se dividen en totales, parciales y penumbrales. Cada uno ofrece una experiencia visual única y es objeto de estudio tanto para astrónomos como para aficionados a la ciencia.
En ese sentido, el próximo miércoles 2 de octubre se podrá observar, desde el sur de la Argentina y Chile, un eclipse solar anular, que durará alrededor de dos horas.
Tipos de eclipses solares
En un eclipse solar, la Luna se coloca entre la Tierra y el Sol, lo que provoca que la luz solar sea oscurecida. Al observarlos, es esencial utilizar filtros adecuados para proteger la vista, ya que mirar directamente al astro puede causar daño ocular permanente. Las categorías en las que se clasifica este evento dependen de las posiciones, en sus respectivas órbitas, tanto del satélite como del planeta.
En un eclipse solar total, el astro puede ser cubierto de manera completa y sumergir temporalmente a una sección determinada de la Tierra en la oscuridad, la cual es denominada como franja del eclipse. Esto es posible, ya que, “aunque el Sol es unas 400 veces más grande que la Luna, también está unas 400 veces más lejos. Esto hace que el Sol y la Luna parezcan casi exactamente del mismo tamaño en nuestro cielo”, según explican desde la NASA.
La franja de totalidad, donde se puede observar la manera en la que la Luna cubre al Sol por completo, es relativamente estrecha y se desplaza a medida que el satélite avanza en su trayecto alrededor del planeta. Quienes no se encuentren en su paso no podrán ver el eclipse. Asimismo, aquellos que estén dentro de la parte más oscura de la sombra, la umbra, podrán presenciar el fenómeno en todo su esplendor.
Este acontecimiento es ideal para el estudio de la corona solar, la capa más externa de la estrella que se hace visible cuando el astro es tapado por la Luna. Esto se debe a que el intenso brillo de la estrella no permite observar esta parte del Sol a simple vista.
Por otro lado, un eclipse solar anular se produce cuando el satélite no cubre completamente el disco solar debido a que se encuentra en un punto más alejado en su órbita. Como resultado, en lugar de una oscuridad total, se observa un anillo de luz solar alrededor de la silueta de la Luna, lo que crea un efecto visual espectacular conocido como “anillo de fuego”. La Patagonia argentina podrá presenciar este evento, en horas de la tarde, del miércoles 2 de octubre.
Un eclipse solar parcial ocurre cuando solo una parte del astro es oscurecida por la Luna. En este fenómeno, la alineación entre la Tierra, la Luna y el Sol no es perfecta, lo que permite que se vea una franja de luz alrededor de la Luna. Según la ubicación del observador, el grado de cobertura puede variar, y algunas personas pueden ver más de la mitad de la estrella cubierta.
Desde la NASA señalan que existe un tipo especial de eclipse solar: “A veces, durante un eclipse solar, la umbra de la Luna alcanzará la superficie de la Tierra en algunos lugares, creando un eclipse total, pero la superficie de la Tierra se curvará alejándose de la sombra de modo que la umbra ya no alcanzará la superficie del planeta en otros lugares, creando un eclipse anular. Cuando un eclipse solar parece total en algunos lugares, pero anular en otros, se denomina eclipse híbrido”.
Tipos de eclipses lunares
En un eclipse lunar, la Tierra se interpone entre el Sol y la Luna llena, por lo que el planeta proyecta su sombra sobre el satélite. No se requieren equipos especiales para observarlos, ya que no presentan un riesgo para la salud ocular.
Durante un eclipse lunar total, la Luna se adentra por completo en la sombra que proyecta el planeta. El satélite puede adquirir un tono rojizo, conocido como “Luna de sangre”, debido a la refracción de la luz solar a través de la atmósfera terrestre. Este tipo de fenómenos pueden ser vistos desde cualquier lugar en donde sea de noche en el momento de la alineación.
Un eclipse lunar parcial se produce cuando solo una parte de la Luna pasa a través de la sombra de la Tierra, lo que provoca que una porción del satélite quede oscurecida. Durante este fenómeno, el área que está en la sombra puede adquirir un tono más oscuro o rojizo, mientras que el resto permanece iluminado por la luz solar. El último de estos eventos tuvo lugar entre el 17 y el 18 de septiembre, y fue visible en todos los países de América, y en regiones de Europa y África.
Por último, un eclipse lunar penumbral ocurre cuando la Luna pasa a través de la penumbra de la Tierra, la parte más difusa de su sombra, la cual se proyecta sobre la superficie lunar y causa un leve oscurecimiento que puede ser casi imperceptible.
Cada tipo de eclipse ofrece una experiencia única, ya sea el asombro de un día convertido en noche o la visión de la Luna teñida de rojo. Estos eventos no solo enriquecen el conocimiento astronómico, sino que también son de gran relevancia histórica y cultural para todas las civilizaciones humanas.