Se lanzó Polaris Dawn: por qué es un hito para los vuelos espaciales comerciales

El avance en la exploración espacial continúa sorprendiendo al mundo, y la misión privada Polaris Dawn, lanzada hoy por SpaceX, no es la excepción. Es más, asombra por la vertiginosidad de la expansión del turismo espacial y la posibilidad de masificar los viajes espaciales.

Tras 15 días de demoras por fugas de helio o condiciones climáticas adversas la misión despegó, desde el Centro Espacial Kennedy en Cabo Cañaveral, Florida, a bordo de un cohete Falcon 9, con el objetivo de realizar la primera caminata espacial privada de la historia y alcanzar una altitud que triplicará la de la Estación Espacial Internacional (EEI).

Esta misión marca un hito tanto para SpaceX, la empresa dirigida por Elon Musk, como para la creciente industria de los vuelos espaciales comerciales.

El equipo a bordo está compuesto por cuatro astronautas altamente calificados, liderados por el multimillonario Jared Isaacman, comandante de la misión. Isaacman, quien en 2021 comandó la misión Inspiration4 —la primera totalmente comercial que orbitó la Tierra— es fundador y CEO de Shift4, una empresa de pagos por internet. Además de su experiencia espacial, Isaacman tiene varios récords mundiales en aviación, incluyendo dos vuelos de velocidad alrededor del mundo.

Acompañan a Isaacman, el expiloto de la Fuerza Aérea de Estados Unidos, Scott Poteet, quien actuará como piloto de la misión; Sarah Gillis, ingeniera principal de operaciones espaciales en SpaceX, y Anna Menon, oficial médica e ingeniera principal de operaciones espaciales, también parte del equipo de SpaceX. Gillis y Menon tienen la responsabilidad de la gestión del programa de entrenamiento de astronautas de la compañía, así como el desarrollo de operaciones espaciales y la supervisión del control de esta misión.

Uno de los objetivos principales de Polaris Dawn es realizar la primera caminata espacial privada. A diferencia de viajes anteriores, esta caminata no será financiada por una agencia gubernamental, sino por capital privado, un hecho inédito en la historia de la exploración espacial.

La caminata será realizada por Isaacman y Gillis durante el tercer día de la misión, a una altitud de aproximadamente 700 kilómetros sobre la superficie terrestre, es decir, más de 260 kilómetros por encima de la altitud a la que orbita la Estación Espacial Internacional. Esta operación durará unas dos horas y será transmitida en directo, permitiendo al mundo seguir en tiempo real uno de los eventos más importantes en la historia reciente de los vuelos espaciales.

Para este evento, los astronautas utilizarán los nuevos trajes espaciales diseñados por SpaceX para actividades extravehiculares (EVA, por sus siglas en inglés), que prometen ofrecer una mayor movilidad y flexibilidad. A diferencia de las naves espaciales tradicionales, la Dragon no cuenta con una esclusa de aire, por lo que la cápsula deberá ser despresurizada por completo antes de abrir la escotilla que permita la salida de los astronautas al espacio.

Eso significará que todos los tripulantes evidenciarán las condiciones del espacio exterior dentro de la cápsula Dragon, por lo que deberán vestir sus trajes espaciales que les suministrarán el aire necesario. Solo dos de los cuatro tripulantes saldrán fuera de la cápsula a través de la puerta.

Polaris Dawn busca ir más allá en la exploración espacial, alcanzando una altitud sin precedentes. Se espera que la cápsula Dragon alcance una órbita máxima de 1.400 kilómetros sobre la Tierra, lo que sería la mayor distancia recorrida por una misión tripulada desde el programa Apolo de la NASA, que finalizó en 1972.

Esto significa que la tripulación se desplazará por encima de los cinturones de radiación de Van Allen, que rodean la Tierra y se extienden desde los 640 kilómetros hasta los 58.000 kilómetros de altura.

Estos cinturones están compuestos por partículas altamente energéticas, como protones y electrones, que provienen tanto del Sol como de rayos cósmicos. La exposición a este tipo de radiación plantea uno de los principales desafíos para las misiones de larga duración, especialmente aquellas que tienen como objetivo llegar a la Luna o Marte. Por ello, la misión incluye una serie de experimentos científicos que buscan entender los efectos de este entorno de radiación en el cuerpo humano.

Otro de los hitos que busca alcanzar Polaris Dawn es la prueba de un sistema de comunicación satelital basada en láser mediante el uso de enlaces ópticos entre la nave Dragon y los satélites Starlink, también operados por SpaceX. Este avance podría revolucionar la forma en que se comunican las naves espaciales, mejorando la velocidad y la calidad de las comunicaciones en futuras misiones.

Actualmente, las comunicaciones espaciales se enfrentan a importantes desafíos, como la latencia y la limitada capacidad de transferencia de datos. El uso de enlaces ópticos puede proporcionar una alternativa más eficiente y rápida, especialmente para misiones que se desplacen más allá de la órbita terrestre baja.

Durante los cinco días que durará la misión, la tripulación de Polaris Dawn realizará alrededor de 40 experimentos relacionados con la salud humana. Estos experimentos están diseñados para avanzar el conocimiento sobre los efectos del espacio en el cuerpo, algo crucial para los futuros vuelos espaciales de larga duración.

La investigación no solo beneficiará a los astronautas, sino que también tendrá aplicaciones en la Tierra, particularmente en el estudio de enfermedades relacionadas con el envejecimiento y la exposición a entornos extremos.

La misión de Polaris Dawn, al igual que Inspiration4, también tiene un componente benéfico. Al igual que la primera misión, que recaudó más de 250 millones de dólares para el St. Jude Children’s Research Hospital, Polaris Dawn continuará recolectando fondos para este hospital infantil, apoyando la investigación en enfermedades pediátricas.

Polaris Dawn es solo una de las tres misiones que Jared Isaacman ha adquirido a SpaceX para el programa Polaris. Este programa tiene como objetivo empujar los límites de la exploración espacial comercial, allanando el camino para futuras misiones tripuladas más allá de la órbita terrestre baja.

En el futuro, SpaceX y el programa Polaris buscarán preparar los sistemas necesarios para los vuelos espaciales a destinos más lejanos, incluyendo la Luna y Marte.

Con esta misión, SpaceX reafirma su posición como líder en la industria de los vuelos espaciales privados. La combinación de innovación tecnológica, investigación científica de vanguardia y la búsqueda de nuevos hitos en la exploración espacial hacen de Polaris Dawn una misión histórica y trascendental.

En un mundo donde los límites de la exploración espacial están siendo redefinidos constantemente, Polaris Dawn representa un paso significativo hacia un futuro en el que los vuelos espaciales comerciales serán una realidad cada vez más accesible y esencial para la humanidad.

La misión Polaris Dawn marca un antes y un después en la historia de la exploración espacial privada. Desde su innovadora caminata espacial hasta los experimentos científicos y las pruebas tecnológicas, esta misión tiene el potencial de cambiar la forma en que entendemos el espacio y cómo interactuamos con él.

Mientras el equipo de SpaceX continúa desafiando los límites de la tecnología, Polaris Dawn nos recuerda que el futuro de la exploración espacial está más cerca de lo que imaginamos, y será liderado por la colaboración entre el sector privado y la ciencia.