En el mundo, 39,9 millones de personas viven con el virus de la inmunodeficiencia humana, más conocido como VIH. Se sabe que el tratamiento con cócteles de medicamentos salva vidas. Pero también se dan los casos de personas que consiguen la remisión del virus después de un trasplante de células madre, y aportan conocimientos para la comprensión de la infección.
El último en sumarse a la lista es el llamado “paciente de Ginebra”. Treinta y dos meses después de interrumpir la terapia antirretroviral, el virus permanece indetectable, informaron los investigadores de Francia, España, Países Bajos y Sudáfrica que estudiaron el caso en la revista Nature Medicine.
El paciente alcanzó la curación del VIH tras un trasplante de células madre, como otros. Pero es la primera persona en el mundo en conseguirlo “sin que su donante presentara la mutación CCR5Δ32, conocida por conferir protección frente a la infección por el VIH”, destacaron.
El individuo, que no ha hecho pública su identidad, había sido diagnosticado con VIH en mayo de 1990 y comenzó inmediatamente el tratamiento antirretroviral.
En enero de 2018, fue diagnosticado con un sarcoma mieloide, que es un tipo de tumor poco frecuente. Luego, en julio del mismo año, se sometió a un trasplante de células madre procedentes de un donante compatible.
Un mes después del trasplante, las pruebas ya mostraban que las células sanguíneas del paciente habían sido totalmente reemplazadas por las del donante, y esto iba acompañado de una disminución de las células portadoras del VIH en su cuerpo.
Antes del trasplante, a pesar de la optimización del tratamiento antirretroviral, el “paciente de Ginebra” presentaba aún virus con capacidad para replicarse.
En cambio, tras el trasplante, el equipo médico y científico observó una drástica reducción de los parámetros relacionados con el VIH: ninguna partícula del virus, un reservorio indetectable y ninguna respuesta inmunitaria que indicara que el cuerpo estaba reconociendo la presencia del virus.
Al día de hoy, treinta y dos meses después de que el paciente interrumpió la terapia antirretroviral, sigue sin detectarse la presencia del virus en la sangre.
“Este caso es especialmente interesante porque nos muestra que la remisión del VIH es posible incluso sin la mutación CCR5Δ32. Además, hemos identificado cuáles serían los posibles mecanismos que han permitido la curación en este caso, abriendo nuevas vías de investigación que nos acercan cada vez más a la erradicación del VIH”, afirmó Javier Martínez-Picado, uno de los coautores del estudio, profesor de investigación ICREA en IrsiCaixa y coordinador de IciStem.
“Anteriormente, ya se habían realizado trasplantes sin la mutación CCR5Δ32 en otros pacientes con VIH. Sin embargo, si se detenía el tratamiento, aparecía un rebrote viral, pero más lento que el que se observaría en una persona con VIH no trasplantada”, comentó.
El “paciente de Ginebra” ha sido el primero en lograr una remisión prolongada en el tiempo”, comenta María Salgado, investigadora IGTP en IrsiCaixa y coordinadora de IciStem.
La investigación se llevó a cabo en el marco del consorcio IciStem, co-coordinado por IrsiCaixa —un centro impulsado conjuntamente por la Fundación “la Caixa” y el Departamento de Salud de la Generalitat de Cataluña— y la Universidad de Utrecht, y ha sido liderado por el Hospital Universitario de Ginebra y el Instituto Pasteur de Francia.
Coincidiendo con la publicación del caso del “paciente de Ginebra”, también en julio pasado se anunció en la 25ª edición de la Conferencia Internacional sobre el Sida, Múnich, Alemania, otro caso similar que fue informado por Infobae el 19 de julio pasado.
Entonces, el paciente presentado en julio es el segundo caso de curación tras un trasplante con células madre susceptibles a la infección por el VIH. Concretamente, el donante compatible para este paciente solo tenía una copia del gen que contiene la mutación CCR5Δ32, lo que significa que sus células presentan una protección mucho más reducida frente al VIH.
“Este nuevo caso refuerza los hallazgos del paciente de Ginebra y aporta más evidencias sobre la posibilidad de lograr la remisión del VIH sin la mutación protectora”, expresaron los investigadores en un comunicado.
Aunque el trasplante de células madre no es una opción terapéutica viable para todas las personas con VIH, la excepcionalidad del caso del “paciente de Ginebra” abre nuevas perspectivas para la investigación de terapias que puedan aprovechar la aloinmunidad (es una respuesta inmune a los antígenos no propios del paciente) y los medicamentos inmunosupresores para lograr la curación del VIH.
“Estamos ante un descubrimiento que podría cambiar el rumbo de la investigación en la curación del VIH”, sostuvo Martínez-Picado. “El siguiente paso será profundizar en los mecanismos que han permitido esta remisión y explorar cómo podemos replicar estos resultados en una población más amplia de personas con VIH”, añadió.
En noviembre de 2021, en la Argentina se dio a conocer el caso de la llamada “paciente Esperanza”. Fue la segunda persona en el mundo que consiguió una remisión sostenida de la infección por el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) sin haber recibido medicamentos.
Reside en la ciudad de Esperanza, Santa Fe. Su caso fue investigado por un equipo de científicos del Conicet y la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires, en Argentina, y los Estados Unidos.
Al ser consultada por Infobae, la doctora Natalia Laufer diferenció el caso del paciente de Ginebra de la paciente Esperanza.
“La paciente Esperanza llegó espontáneamente a la remisión del virus a través de su propio sistema inmune. No recibió un trasplante de células madre. Aún estamos investigando cuál fue el factor que posibilitó que la paciente consiguiera el control extremo de la infección”.
Por su parte, el paciente de Ginebra consiguió la remisión del virus después de recibir un trasplante de células que no tenían la mutación CCR5Δ32. Esa mutación dificulta el ingreso del virus en las células, señaló la investigadora.
Ese paciente tuvo enfermedad de injerto contra huésped, por la cual sus propias células atacaron al trasplante. Por ese problema, el paciente de Ginebra recibió ruxolitinib, un medicamento inmunosupresor.
El fármaco está hoy siendo evaluado en ensayos clínicos para ver si se puede ser eficaz para modular los reservorios del VIH en los pacientes.
Según los investigadores que publicaron el estudio en Nature Medicine, el uso del ruxolitinib fue otro factor que ha contribuido a la remisión del VIH en el paciente de Ginebra.