Los dinosaurios fueron las criaturas que reinaron el planeta hace millones de años, y dejaron su huella en forma de fósiles. Los científicos de todo el mundo se esfuerzan constantemente por hallar estas pistas de la existencia de organismos pasados con el objetivo de dilucidar sus características físicas y su manera de vivir.
Un grupo internacional de investigadores, liderado por el paleontólogo argentino Lucas N. Lerzo, publicó este miércoles un estudio en Historical Biology, en el que dio cuenta de la nueva especie, clasificada como Campananeyen fragilissimus, cuyos fósiles se habían encontrado en la provincia de Neuquén. Los investigadores hallaron restos del cráneo, una vértebra dorsal posterior y el ilion.
El ejemplar pertenece a la familia de los rebaquisáuridos, criaturas herbívoras que vivieron durante el período Cretácico en lo que hoy es América del Sur, y se extinguieron hace alrededor de 90 millones de años en la etapa del Turoniano. Los caracteriza su cuerpo robusto y su cuello largo.
Si bien los rebaquisáuridos pertenecen al grupo de los saurópodos diplodocoideos, que solían ser de gran tamaño, estos dinosaurios tenían una estructura corporal más reducida. Además, sus huesos de la columna vertebral tenían bolsas de aire, derivadas de su sistema respiratorio similar al de las aves actuales, por lo que lograban tener un peso menor al esperado.
En el caso de Campananeyen fragilissimus, estas formaciones huecas se encontraban mucho más presentes. “Desde el cráneo hasta la cadera hay evidencias de que el sistema pulmonar invadió el esqueleto de este dinosaurio”, dijeron los investigadores.
Especialmente lograron observar que el hueso ilion, que conforma parte de la cadera, era demasiado delgado, con paredes finas “de papel”, según describieron los expertos, debido a los sacos de aire que poseía el animal. Esto no se observó previamente en otras especies de saurópodos que, en su lugar, presentaban una mayor robustez.
En esta estructura ósea de numerosos seres vivos se insertan músculos esenciales para la movilidad de los miembros inferiores, por lo que deben soportar mucho peso. Las vértebras cercanas al ilion del Campananeyen fragilissimus se habían desarrollado en forma de “alero” a su alrededor para poder cumplir con esa función y que el ilion no se quiebre.
“Entonces, con base en estas características, nosotros pudimos determinar que Campananeyen es una nueva especie, además de que tiene un cuadrado, que es un huesito que articula lo que es la mandíbula con el cráneo, que tiene una fosa posterior que está muy expandida, es más, es mucho más ancha que en el resto de los rebaquisáuridos”, comentó Lerzo en diálogo con Infobae.
Los fósiles fueron encontrados en la Barda Atravesada de Las Campanas, a 20 kilómetros de Villa El Chocón, en la provincia de Neuquén. “El descubrimiento se realizó en 2009. Lo realizó el técnico Rogelio “Mupi” Zapata cuando ya estaba terminando la jornada de campo. Encontró unos restos que forman los primeros descubrimientos, de los cuales luego aparece Campananeyen”, agregó el paleontólogo.
El nombre de este nuevo dinosaurio proviene de la localidad en donde se encontró, “Campana” y el término “Neyen” que significa “aire” en Mapudungun, el idioma mapuche, debido a las numerosas cavidades de aire que poseía. Por otro lado, “fragilissimus” en latín quiere decir “el más frágil” gracias a sus huesos delgados.
“Este descubrimiento es muy importante, porque tanto con Campananeyen como Sidersaura, que fue una especie de rebaquisáurido que publicamos en enero, estamos viendo que hay formas basales que se recuperan con otras formas derivadas. Entonces nos está mostrando que la evolución de esta familia, los rebaquisáuridos, es mucho más compleja de lo que se creía y abre el campo a seguir investigando y a entender qué es lo que sucede con este grupo, porque presenta características como la del ilion, muy particular, que no se presenta en otros saurópodos y que amerita seguir investigando”, concluyó Lerzo.