Desde 2003 hasta el mes pasado se han registrado 906 casos de personas con el virus de la gripe aviar A(H5N1). Dentro de ese total, 463 murieron. Residían en 24 países, según el Centro Europeo para el Control y la Prevención de la Enfermedad.
En el pasado, patógeno afectaba principalmente a las aves. Pero una nueva variante, que fue detectada en 2020, consiguió propagarse a más de 40 especies de mamíferos por el mundo.
Un nuevo estudio fue realizado en los Estados Unidos con enfoque “Una salud”: tiene en cuenta la interacción entre humanos y otras especies que habitan el planeta. Aún espera la revisión de pares para ser publicado en una revista especializada.
Los científicos que lo hicieron advierten sobre el temor de que el número de trabajadores del sector ganadero infectados por el virus de la gripe aviar sea mayor de lo que se ha informado.
El llamado de atención tiene en cuenta lo que pasó este año en ese país. En marzo se notificaron por primera vez infecciones por el virus A(H5N1) en cabritos de una granja, donde una bandada de aves de corral había dado positivo. También en marzo, se reportaron casos por primera vez en vacas lecheras en granjas de Kansas y Texas.
En abril, una persona en los Estados Unidos dio positivo y se trataría del primer caso notificado de transmisión de vaca a un ser humano, según los Centros para el Control y la Prevención de las Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés). El 22 de mayo se registró un segundo caso: es una persona que estuvo expuesta a vacas lecheras infectadas en Michigan.
Pero el nuevo estudio permitió a los investigadores generar su mensaje de alerta. “Estoy muy seguro de que hay más personas infectadas de las que conocemos”, afirmó Gregory Gray, investigador de enfermedades infecciosas de la rama médica de la Universidad de Texas que dirigió el estudio. “En gran medida, eso se debe a que nuestra vigilancia ha sido muy deficiente”, señaló en diálogo con KFF Health News.
Como los casos de gripe aviar no se notifican, las autoridades sanitarias corren el riesgo de que se produzca una demora en detectar si el virus se volviera más contagioso. Se considera que una gran oleada de infecciones fuera de las comunidades de trabajadores agrícolas activaría el sistema de vigilancia de la gripe, pero para entonces podría ser demasiado tarde para contenerla.
“Tenemos que averiguar qué podemos hacer para detener esto. No va a desaparecer así como así”, sostuvo el científico.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades basan sus decisiones en la vigilancia. Por ejemplo, la agencia tiene vacunas contra la gripe aviar a mano, pero ha decidido no ofrecerlas a los trabajadores agrícolas, al tener en cuenta el bajo número de casos.
Pero las pruebas para detectar la gripe aviar entre los trabajadores agrícolas siguen siendo poco frecuentes, por lo que la investigación de Gray se destacó por ser la primera en buscar signos de infecciones previas no diagnosticadas en personas que habían estado expuestas a ganado lechero enfermo, y que habían enfermado y se habían recuperado.
El equipo de investigadores detectó signos de infecciones previas por gripe aviar en trabajadores de dos granjas lecheras que tuvieron brotes en Texas a principios de este año.
Analizaron muestras de sangre de 14 trabajadores que no habían sido sometidos a los testeos y hallaron anticuerpos en dos de ellos. Se trata de una tasa de certeza de casi el 15% en sólo dos granjas lecheras de las más de 170 con brotes de gripe aviar en 13 estados este año.
Uno de los trabajadores con anticuerpos había estado tomando medicamentos para una tos persistente cuando accedió a que los investigadores analizaran su sangre en abril.
El otro se había recuperado recientemente de una enfermedad respiratoria. No sabía qué la había causado, pero dijo a los investigadores que los trabajadores agrícolas no analizados a su alrededor también habían estado enfermos.
Richard Webby, director del Centro Colaborador de la Organización Mundial de la Salud para la Gripe en el St. Jude Children’s Research Hospital de Memphis, Tennessee, dijo que los resultados confirmaban sus sospechas de que los 13 casos de gripe aviar en humanos notificados este año por los CDC eran un recuento insuficiente. “Quizá lo que vemos no sea exactamente la punta del iceberg, pero desde luego no es toda la historia”, dijo Webby.
Aunque se trata de un estudio pequeño, los científicos consideraron que da una nueva urgencia a los informes de dolencias no diagnosticadas entre los trabajadores agrícolas y los veterinarios. Los CDC han advertido de que si las personas se infectan simultáneamente por la gripe estacional y la gripe aviar, los dos tipos de virus podrían intercambiar genes de forma que la gripe aviar se propagara entre las personas con la misma facilidad que las variedades estacionales.
Consultado por Infobae, el doctor en biología y veterinario Pablo Plaza, investigador del Instituto INIBIOMA, que depende del Conicet y la Universidad Nacional del Comahue, comentó: “El virus de la gripe aviar A H5N1 puede albergar algunas adaptaciones que le han permitido propagarse en mamíferos. Incluso hubo gatos que se han infectado por tomar leche sin pasteurizar. Hoy el riesgo es bajo para la población. Sin embargo, si ya se transmitió entre mamíferos y a partir de la leche, es importante que los trabajadores que están en contacto con animales sigan y refuercen las medidas de bioseguridad”.