“Nuestra amistad nació como una cuestión de piel”. Con esta frase, cientos de personas, por no decir miles, explican cómo surgió este vínculo de forma casi instantánea. Sin embargo, esta expresión quizás no es tan adecuada como otra: “Hubo química”.
De acuerdo a la evidencia científica, la química está detrás de cómo surgen muchas de las relaciones sociales que entablamos en nuestra vida cotidiana. Básicamente, existen fenómenos químicos más allá de las palabras y los gestos. Y en este punto, interviene otro factor: el olfato.
Estudios recientes identificaron que el olor corporal tiene un papel trascendental en las relaciones y, en particular, en la forma en que se desarrollan los vínculos. Quien detectó esta particularidad fue la investigadora Inbal Ravreby, estudiante de doctorado en Neurociencia en el Instituto Weizmann de Ciencias de Israel.
Infobae entrevistó a la doctora Ravreby, autora del estudio publicado en la revista Science Advances que analizó la similitud de los olores que emanan aquellos que, en resumidas cuentas, formaron una amistad “clic”, es decir una conexión casi instantánea. O, dicho de otro modo, aquellos que logran alcanzar una relación de este estilo tienden a tener una mayor similitud química en sus olores corporales.
“Como científica, quería entender si realmente existe química entre personas. Encontramos que los humanos pueden percibir realmente esta similitud de olor corporal entre amigos”, señaló la doctora Ravreby a Infobae. Este hallazgo, confirma que la química entre personas no es solo una metáfora o una expresión coloquial, sino una realidad mesurable científicamente.
El olfato como punto de partida en las relaciones sociales
El olfato es uno de los pocos sentidos que nos permite remontarnos al pasado, evocar un recuerdo o transportarnos a otras latitudes. Sin embargo, a menudo es subestimado. Para entender cómo nos relacionamos mediante los olores, la doctora Ravreby reclutó lo que ella llama “amigos clic” y les pidió que usaran camisetas durante dos noches consecutivas, bajo requerimientos especiales, para desentrañar si era la química la que abría las puertas de esta amistad
— ¿Cómo se realizó el estudio que evaluó las interacciones de la vida real y cuál es el papel del olfato y la química en quienes logran una conexión en una relación de amistad?
— Dra. Inbal Ravreby: Realizamos este estudio con participantes en el laboratorio, allí olieron los olores corporales de los amigos que hicieron conexión o clic y de personas aleatorias, indicando en qué grado cada par era similar o diferente en sus aromas corporales. Los humanos no solo lo percibimos de manera consciente y explícita, encontramos que hay similitud tanto química como perceptual de los olores corporales de los amigos.
Reclutamos a diez parejas de amigas mujeres y siete parejas de amigos hombres, les pedimos que donaran su olor corporal y vinieran al laboratorio para jugar el juego del espejo. Este consiste en pararse a medio metro de distancia y mover sus manos coordinadamente durante dos minutos, lo que les permitía olerse de manera subconsciente. Después, les pedimos que indicaran si hicieron conexión y respondieran preguntas sobre si les caía bien el otro, si sentían que podían entenderse, si había química entre ellos, y así sucesivamente.
— Un aspecto relevante del estudio radica en que pudieron medir con precisión de las conexiones sociales entre personas, ¿cuáles considera que fueron los hallazgos más significativos?
— Encontramos que podíamos predecir la conexión mutua con un 71% de precisión usando la similitud del olor corporal y una nariz electrónica. Esto demuestra que hay química entre las personas y que el olor corporal juega un papel importante en las interacciones sociales humanas, mucho más de lo que se solía pensar.
Sin embargo, el clic no se trata solo del sentido del olfato; hay muchos canales a través de los cuales nos comunicamos, como los movimientos corporales y la forma en que hablamos. La gente tiende a subestimar la importancia del olfato, pero recordar que también somos mamíferos y compartimos muchos mecanismos básicos nos ayuda a entender nuestros comportamientos fundamentales.
El próximo paso de la doctora Ravreby y los investigadores del Instituto Weizmann de Ciencias de Israel es entender los mecanismos subyacentes: “En muchos mamíferos, el olor corporal de otros influye en su comportamiento de acercamiento o evitación. Queremos saber si en los humanos también es así. Sabemos que los humanos olfatean su propio olor corporal subconscientemente cada dos minutos aproximadamente y también a otros cuando están cerca”.
La científica explicó que después de un apretón de manos, las personas tienden a oler sus manos, por eso ahora están experimentando al manipular temporalmente los olores corporales de las personas con caramelos para controlar sus olores y ver si comparan subconscientemente su propio olor con el de otros.
“Usamos el sentido del olfato mucho más de lo que pensamos y es mucho más preciso de lo que creemos. Si permitimos a las personas buscar chocolate rastreando su olor como perros, son tan buenas como ellos en la tarea. Hay una huella olfativa constante en cada individuo, compuesta por componentes químicos estables que pueden identificar a una persona a lo largo del tiempo. Esta huella permite comparaciones y evaluaciones subconscientes durante las interacciones sociales. Esto nos permite identificar a una persona por su olor en diferentes momentos”, agregó la especialista.
Del olor a la sincronización o imitación
— ¿Cómo se construye el proceso por el cual cada persona va descubriendo esos detalles sutiles en las interacciones sociales, percepciones a las que muchas veces no prestamos atención?
— Estoy realmente fascinada por estas pequeñas cosas sutiles que muchas veces no notamos, pero que juegan un papel importante en nuestras interacciones sociales. Además del olfato, están la sincronización y la imitación mutua, así como la forma en que hablamos y las sutiles diferencias en nuestros tonos. En un estudio, encontramos que las personas se imitan las expresiones faciales, ya sean felices, tristes o enojadas. Este fenómeno de imitación parece fundamental para la comunicación.
— ¿Podría explicar un poco más sobre la sincronización y la complejidad en las interacciones?
— Realizamos el experimento que mencioné antes, el llamado juego del espejo, en el que pedimos a los participantes que movieran sus manos lo más coordinadamente posible durante dos minutos. Medimos cuán sincronizados y cuán novedosos eran sus movimientos. Aunque podrían haber optado por movimientos simples y repetitivos, los participantes prefirieron movimientos más complejos, aunque menos sincronizados.
Descubrimos que el grado de sincronización podía predecir el nivel de conexión clic entre las personas, pero al añadir la complejidad de los movimientos, nuestra predicción se duplicaba. Parece que existe un equilibrio delicado entre la sincronización y la novedad, lo cual explica mejor la calidad de la interacción.
Las secuelas del COVID
—Todavía existe un gran cantidad de personas con pérdida parcial del olfato tras la pandemia de COVID-19, ¿cómo se establece la comunicación corporal entre estas personas? ¿Es posible entrenar el olfato para recuperarlo?
— Existen muchos otros canales además del olfativo a través de los cuales nos comunicamos automáticamente: la forma en que movemos nuestro cuerpo, las posturas, el contacto visual, las expresiones faciales, la sincronización, la mímica y cómo hablamos. Todo esto ayuda a comunicar sutilmente. Las personas que han perdido el sentido del olfato a veces pueden reportar que huelen cosas diferentes, pero no significa necesariamente que los químicos no se unan a sus receptores olfativos.
No sabemos si los olores corporales, incluso si las personas no pueden reportarlos, se unen a los receptores olfativos. Recomiendo entrenar el olfato si se pierde debido a COVID-19 u otras cuestiones. Se pueden tomar una variedad de olores y olerlos frecuentemente para mejorar y recuperar el sentido. Mi esposo perdió el olfato por COVID-19 y le hice oler aceites esenciales varias veces al día. Recuperó completamente su sentido del olfato. Existen muchos entrenamientos que recomiendan oler diferentes olores frecuentemente al inicio.
La amistad más allá de todo
Desde que era niña, la amistad y su importancia en la interacción humana llamaron la atención de la doctora Ravreby: “A veces hacía clic con otros y muchos se convertían en mis mejores amigos rápidamente. No entendía por qué. Quería comprender científicamente el origen de estas relaciones rápidas y fuertes me parecían mágicas”.
En una de sus investigaciones la especialista en Neurociencias preguntó a 225 participantes qué es una amistad instantánea y cómo la definían. Descubrieron que la gente define este tipo de vínculo como una conexión rápida y recíproca.
“A diferencia de la amistad general, que es ambigua, cuando se pregunta si hicieron clic con alguien, es muy claro. Es algo dicotómico: o hicieron clic o no. Es una sensación muy fuerte que me hizo querer entender qué sucede allí”, detalló.
— Muchas personas que no se llevan bien con ciertos familiares. ¿Esto tiene que ver con el olor o entra la parte racional del comportamiento?
—Es una pregunta interesante. No conozco estudios sobre esto relacionados con el olfato, pero puedo decir algo sobre la atracción sexual. Las personas tienden a evitar relaciones con otros que tienen olores corporales similares, como los hermanos. Esto protege de relaciones sexuales con hermanos. Pero no explica por qué a veces no nos llevamos bien con familiares. No tengo los datos para responder esto. Es difícil hacer este tipo de investigación, pero es muy interesante.
— ¿Entonces, podríamos decir que construimos vínculos sociales y románticos primero por los sentidos y luego desde el cerebro, desde lo racional? ¿O en realidad construimos el mundo en una interacción entre ambos?
— Los sentidos son la puerta de entrada al mundo exterior, cómo percibimos la apariencia, los olores, los sonidos. Esto se conecta con el cerebro para interpretar las señales. Hay una percepción básica y una interpretación racional. Los olores corporales influyen más de lo que pensamos. Si huelo a alguien con un perfume, puedo racionalizar que es un buen perfume, pero no su olor real. Los olores sutiles y subconscientes son más poderosos. Esto muestra la importancia del procesamiento olfativo sutil, que siempre está presente junto con lo que percibimos conscientemente.
Los sentidos influyen en cómo percibimos a los demás, y luego hay decisiones conscientes y racionales sobre si queremos estar con esa persona a largo plazo, formar una familia, etc. Los olores corporales pueden ser un predictor importante en las relaciones. No gustar el olor corporal del otro es un predictor de ruptura de relaciones, es el primer indicador de problemas en la relación. Es increíble cómo algo tan sutil puede tener tanto impacto.