Qué es el espectro cognitivo y cuáles son los signos que advierten su deterioro

*Este contenido fue producido por expertos de Mayo Clinic y reproducido en la revista “Understanding Alzheimer’s - Your Guide to Brain Health”, publicada en Estados Unidos

No hace mucho tiempo, los científicos pensaban que había límites claros entre la cognición normal y la cognición que se considera deteriorada. Creían que las personas caían en una de dos categorías: o no tenían cambios relacionados con enfermedades en el cerebro, o tenían cambios que llevaban a un deterioro cognitivo.

Durante los últimos 30 años, a través de estudios detallados del envejecimiento normal y el desarrollo del deterioro cognitivo leve, los especialistas han aprendido más sobre el tema. Ahora, pueden identificar pequeños cambios en el rendimiento mental que hacen más probable que alguien eventualmente desarrolle demencia.

Igual de importante: los expertos han aprendido que los cambios en el cerebro pueden comenzar mucho antes de que se evidencien signos y síntomas. En pocas palabras, la salud cerebral no puede describirse estrictamente en términos de “o esto o aquello” y no es un estado normal o anormal. Hay hallazgos que han llevado a los científicos a reconsiderar el enfoque.

Los expertos saben ahora que puede ser más preciso describir el estado cognitivo de una persona en términos de un rango amplio y continuo (espectro). En un extremo del espectro está la función normal, un estado en el que las habilidades cognitivas están intactas. En el otro, la demencia, un estado en el que la enfermedad ha interrumpido gravemente las habilidades cognitivas.

Entre estos extremos hay muchos niveles. Dentro de ellos, la forma en que una persona piensa y aprende puede oscilar entre normal y deficiente. Por ejemplo, algunos individuos tienen problemas con la pérdida de memoria, pero sus dificultades no son suficientes para interrumpir la vida diaria. Sus resultados de pruebas muestran algún deterioro cognitivo, pero no cumplen con los criterios para la demencia.

Estas personas pueden tener deterioro cognitivo leve, una condición que no es tan grave como la demencia pero de mayor preocupación que los cambios de memoria asociados con el envejecimiento típico. Está en algún lugar en el medio del espectro cognitivo.

El gráfico de líneas que se encuentra en esta nota ilustra el papel principal que juega la edad en el espectro cognitivo. A medida que las personas envejecen, aumenta su riesgo de trastornos que afectan el cerebro y la función cerebral.

La línea superior del gráfico muestra el envejecimiento típico. Estas son personas que experimentan algún grado de deterioro cognitivo con la edad. Muchos factores pueden reducir o interrumpir la cognición, como enfermedades, lesiones y traumas, genes, abuso de sustancias y el desgaste general. En algunos casos, la causa de los problemas cognitivos puede ser curable. Un problema metabólico causado por un nivel muy bajo de vitamina B-12 es un ejemplo.

Cuánto se deteriora la cognición con la edad es algo que varía. Algunas personas pueden volverse un poco más olvidadizas pero no tener otros síntomas. Otras pueden tener problemas para recordar nombres o perder las llaves ocasionalmente. Independientemente de una disminución en la función cognitiva, quienes envejecen “típicamente” todavía pueden funcionar bien en la vida cotidiana.

Un pequeño grupo de personas, la mayoría de las cuales ha sido bendecida con buena salud y buenos genes, representa lo que puede ser un envejecimiento óptimo. Estas son personas que continúan disfrutando de una buena cognición a medida que envejecen, incluyendo memoria, razonamiento, juicio, concentración, habilidad analítica, toma de decisiones y uso del lenguaje.

La línea inferior del gráfico representa el envejecimiento anormal, y con cada año que pasa viene el deterioro cognitivo. Este suele ser gradual, pero puede ser pronunciado. Finalmente, la línea del medio representa un deterioro en el pensamiento y la memoria que es más gradual que lo que se ve en el envejecimiento anormal.

Los síntomas asociados con el deterioro cognitivo a menudo se desarrollan en personas en sus 70 u 80 años. Muchas patologías pueden causar deterioro cognitivo más adelante en la vida, pero la enfermedad de Alzheimer es la más común. Estos cambios no ocurren repentinamente. Los investigadores han encontrado que los cambios cognitivos asociados con la enfermedad de Alzheimer y otras enfermedades cerebrales comienzan muchos años antes de que aparezcan los primeros síntomas.

A los 75 años, Frank está orgulloso de decir que la casa en la que ha vivido durante los últimos 40 años es una que construyó con sus propias manos. Aunque su esposa murió hace años, siente que está bien por su cuenta y no pide mucha ayuda a familiares y amigos.

Durante años, a Frank le gustaba hacer arreglos en su taller, reparando autos, cortadoras de césped, electrodomésticos, básicamente cualquier cosa con un motor que necesitara reparación. Casi todos los días, pasaba por un restaurante del vecindario para tomar café y hablar con otros habituales. Los fines de semana, disfrutaba de las visitas de sus nietos.

Hace meses, la gente comenzó a notar cambios en el comportamiento de Frank. Ahora, constantemente pierde sus llaves, herramientas, gafas, alimentos y cualquier otra cosa que lleva en las manos. Varias veces, ha salido hacia el restaurante, solo para confundirse sobre a dónde iba y regresar. Pero volver a casa también fue una lucha para él. Ahora, Frank parece no poder terminar proyectos. Comienza algo y luego se olvida de ello. Y según un nieto, dice que recientemente ha hablado con su esposa.

Los miembros de la familia están preocupados por estos cambios que afectan la cognición de Frank, su capacidad para razonar, decidir y recordar. También notan que él parece más deprimido, ansioso y de mal humor que antes. Les preocupa que lo que sea que esté causando estos problemas solo empeore.

Qué tan bien las personas retienen sus habilidades cognitivas a medida que envejecen varía ampliamente. Mientras que algunas comienzan a tener problemas de memoria en sus 50, otras retienen una buena memoria hasta bien entrados los 90, y su razonamiento y juicio también permanecen agudos. Los cambios que ocurren no parecen interrumpir la vida cotidiana, y la cognición se mantiene intacta. Todo es parte del envejecimiento típico.

Pero no todos tienen esta experiencia. Algunos individuos, especialmente después de los 65 años, experimentan un deterioro sostenido en muchas partes de la cognición. Comienzan a tener problemas para procesar información, especialmente cuando es nueva. Los problemas de memoria y los periodos de confusión son frecuentes. Luchan para pensar abstractamente, concentrarse, expresar ideas claramente y trabajar con números. Algunos sufren cambios de personalidad, tienen inconvenientes para controlar las emociones y se vuelven paranoicos o retraídos.

Aunque estos signos y síntomas a menudo se asocian con el envejecimiento, no son parte del envejecimiento típico. Son señales de envejecimiento anormal. Algunos de los cambios del ya mencionado Frank son anormales, y es poco probable que sean solo resultado de envejecer. No todos los adultos mayores experimentan el tipo o la cantidad de deterioro que parece tener Frank.

Hay una gran posibilidad de que los cambios relacionados con enfermedades en el cerebro de Frank estén causando sus síntomas. Estos cambios pueden haber comenzado muchos años antes de que alguien notara una diferencia en su personalidad y comportamiento. A medida que la enfermedad progresa, los síntomas pueden empeorar y la cognición de este hombre continuará deteriorándose.

La demencia no es una enfermedad específica, sino que está asociada a muchas enfermedades diferentes. Es un término general que se refiere a síntomas cognitivos (de pensamiento) que interfieren con la capacidad de una persona para funcionar día a día. Puede afectar el comportamiento, la toma de decisiones, la memoria, el lenguaje, las habilidades visuales o espaciales y la atención. Más de una de estas acciones o habilidades suele estar afectada, pero una puede estar más deteriorada que otra.

La enfermedad de Alzheimer es la causa principal de la demencia, pero también hay otras causas de demencia. Cada trastorno tiene diferentes características que producen síntomas específicos, y la experiencia de cada individuo con la demencia variará.

Aquí hay explicaciones fáciles de entender de los síntomas más comunes de la demencia, los cuales se asocian con mayor frecuencia a la demencia debida a la enfermedad de Alzheimer.

La pérdida de memoria es el síntoma más común que lleva a un diagnóstico de demencia. Este signo de deterioro cognitivo se caracteriza por la incapacidad de recordar eventos pasados, ya sea parcialmente o en su totalidad. Los problemas con la memoria reciente son a menudo los primeros y más notorios ejemplos de este deterioro.

Otro síntoma es la incapacidad de reconocer objetos familiares. El término técnico para esto es agnosia; que significa no poder reconocer o identificar objetos a pesar de poder verlos, oírlos y sentirlos.

La agnosia suele ocurrir más tarde en la enfermedad que otros síntomas de la demencia, pero en raras ocasiones puede ser un síntoma temprano. A medida que la demencia progresa, este signo puede dificultar que las personas reconozcan a sus hijos, cónyuges, parejas o amigos cercanos. Incluso pueden negar que tienen una enfermedad. El término para esto último es anosognosia.

El déficit de atención dificulta concentrarse en las palabras que se dicen o en las tareas que deben realizarse. Puede hacer que alguien se sienta distraído y muy disperso.

Desorientarse fácilmente y tener dificultades para moverse son ejemplos de deterioro visuoespacial. Este tipo de deterioro puede incluso causar problemas para juzgar la altura de un escalón o la distancia alrededor de un obstáculo en un camino.

Estos síntomas pueden dificultar la organización, la priorización y el pensamiento abstracto. El término para la capacidad de tomar decisiones y llevarlas a cabo es funcionamiento ejecutivo. Tareas como gestionar las finanzas, redactar un informe, organizar unas vacaciones familiares o organizar una cena pueden volverse demasiado difíciles.

Las dificultades con el lenguaje pueden incluir tener problemas para recordar los nombres de personas, lugares y objetos familiares. En las etapas posteriores, el habla a menudo no tiene sentido, es repetitiva y está salpicada de palabras inespecíficas como cosa y eso. Para una persona con este déficit, puede ser difícil entender su lenguaje hablado y escrito.

En este momento, Frank parece no estar consciente de que existe algún tipo de problema. No está preocupado porque no ve su propia memoria fallida y comportamiento preocupante. Pero los síntomas están afectando su capacidad para realizar las tareas de la vida diaria. Y los miembros de la familia están empezando a preguntarse si Frank podría tener un problema médico grave. Y se están cuestionando si todavía es una buena idea que viva solo.

La mejor acción que la familia puede tomar sería programar una visita para Frank con su médico o alguien que se especialice en trastornos cognitivos, como un neurólogo, geriatra o psiquiatra geriátrico.

¿Qué es “típico”? Cuando se trata de funciones cognitivas -pensamiento, percepción, memoria, resolución de problemas, toma de decisiones- puedes preguntarte qué cambios son típicos y cuáles son motivo de preocupación. Te sorprenderá saber que no hay una buena respuesta: en parte, esto se debe a que no es tan sencilla como podrías pensar.

Por ejemplo, toma a una mujer de poco más de 90 años con una gran agudeza mental. Todavía vive en casa, toma pocos medicamentos, pasea a su perro todos los días y se reúne regularmente con amigos. Existen personas así. ¿Aplica “típico” a esta mujer? En términos de la cantidad real de personas que envejecen de esta manera, esto puede no ser típico. En cambio, los expertos se refieren a esto como envejecimiento exitoso o envejecimiento óptimo, el tipo que la mayoría de las personas querría experimentar.

El envejecimiento típico puede tener muchas variaciones. Además de condiciones comunes como la disminución de la densidad ósea y la pérdida de audición o visión que vienen con la edad, muchas personas también ven el leve olvido como una parte común del envejecimiento. El envejecimiento puede producir cambios que pueden ser inconvenientes y frustrantes, pero no te impiden llevar una vida activa e independiente.

El desafío de definir qué es “típico” radica en identificar las diferencias entre los elementos del envejecimiento típico y los cambios anormales que pueden señalar demencia y enfermedad de Alzheimer. Al poder detectar un trastorno en sus primeras etapas, los científicos esperan capturar el Alzheimer cuando puede ser más tratable.

Al mismo tiempo, los investigadores están analizando el concepto de envejecimiento óptimo y lo que se puede hacer para promover la salud a lo largo de la vida. Ambas vías de estudio pueden proporcionar información valiosa sobre cómo prevenir el deterioro cognitivo y tratar la demencia. El punto más importante a recordar es que la demencia no es parte del envejecimiento típico.

Es importante entender que los pequeños lapsos de memoria les ocurren a casi todos a medida que envejecen. Estos no significan que la demencia esté a la vuelta de la esquina. Aunque es posible que cualquier adulto mayor pueda desarrollar una forma de demencia, la demencia no debería considerarse una parte típica del envejecimiento.

A veces, cuando los adultos mayores se sienten solos, preocupados o aburridos, muestran signos y síntomas asociados con la demencia. Por ejemplo, lidiar con un trauma emocional o la muerte de un cónyuge puede causar cambios extremos en la personalidad y el comportamiento. Solo un médico experimentado que pueda interpretar cuidadosamente los signos y síntomas de alguien y su historia familiar puede decir si estos signos y síntomas están relacionados con la demencia.

En los próximos contenidos nos enfocaremos en el deterioro cognitivo leve y la enfermedad de Alzheimer, incluyendo el diagnóstico y tratamiento del Alzheimer. También discutiremos los pasos que puedes tomar para controlar los factores de riesgo y mantener la salud cerebral.

Un estudio basado en la población siguió a adultos cercanos a los 77 años durante cuatro años, y mostró que aproximadamente 1 de cada 5 desarrollará deterioro cognitivo leve o demencia.

Es importante tener en cuenta que la salud cognitiva a menudo no es un escenario de todo o nada. No es como si tuvieras buena salud cognitiva o mala salud cognitiva. En cambio, como aprendiste en este artículo, la salud cognitiva es un espectro, y la demencia, que puede tener muchas causas diferentes, es parte de ese espectro.

La mayoría de las veces, más de una enfermedad causa la demencia de una persona. Por ejemplo, las personas con enfermedad de Alzheimer a menudo también tienen deterioro cognitivo vascular, enfermedad de cuerpos de Lewy y, a veces, ambas. Una mezcla de causas ocurre con más frecuencia a medida que las personas envejecen.