El Messi del ajedrez: qué habilidades hacen del niño argentino un jugador brillante

A los 10 años, Faustino Oro se convirtió en el maestro internacional más joven de la historia. Qué ha descubierto la neurociencia sobre los grandes exponentes de este deporte

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El argentino Faustino Oro, de 10 años, pasó a ser un maestro internacional de ajedrez. Batió un récord mundial por la edad en que alcanzó ese título/ EFE/ Morell
El argentino Faustino Oro, de 10 años, pasó a ser un maestro internacional de ajedrez. Batió un récord mundial por la edad en que alcanzó ese título/ EFE/ Morell

Con tan solo 10 años, el niño argentino Faustino Oro, finalizó el domingo pasado puntero e invicto en el Torneo de Maestros de ajedrez que se llevó a cabo en el Club d´Escacs de Barcelona, España.

De esta manera, conquistó el título de maestro internacional de ajedrez. Nunca antes en la historia de esa actividad, una persona había alcanzado esa hazaña a tan temprana edad.

Faustino Oro, nacido el 14 de octubre de 2013, batió el récord a los 10 años, 8 meses y 16 días. Superó al niño Abhimanyu Mishra, Estados Unidos, quien con 10 años, 9 meses y 3 días había conseguido ser maestro de ajedrez en 2019.

En diálogo con Infobae, el doctor Diego Fernández Slezak, investigador del Instituto de Investigación en Ciencias de la Computación del CONICET y la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad de Buenos Aires (UBA), dijo: “En el ajedrez, se pone en juego la planificación, la atención, el control inhibitorio, la memoria y el entrenamiento específico. Faustino Oro logró a los 10 años una capacidad fuera de lo común en esas habilidades involucradas. Supera incluso a personas más grandes”.

¿Hay diferencias en el cerebro de los grandes maestros de ajedrez?

Al jugar al ajedrez, la planificación, la atención, el control inhibitorio, la memoria y el entrenamiento específico son las habilidades involucradas/Archivo
Al jugar al ajedrez, la planificación, la atención, el control inhibitorio, la memoria y el entrenamiento específico son las habilidades involucradas/Archivo

Desde las neurociencias se han realizado diferentes estudios sobre los grandes maestros de ajedrez. En 2001, investigadores de la Universidad de Constanza, en Alemania, publicaron un estudio en la revista Nature por el cual sugirieron que los grandes maestros de ajedrez utilizan partes del cerebro distintas a las de los aficionados cuando planean su próxima jugada.

Ognjen Amidzic y sus colegas midieron la llamada actividad de las ondas gamma en los cerebros de 10 grandes maestros y 10 aficionados. Usaron el registro a través de la magnetoencefalografía para evaluarlos.

Mientras los voluntarios jugaban contra las computadoras, los investigadores estudiaron qué partes de sus cerebros experimentaban explosiones gamma durante los cinco segundos siguientes a la jugada del ordenador.

Un estudio científico encontró que los grandes maestros de ajedrez utilizan partes del cerebro distintas a las de los aficionados cuando planean su próxima jugada 
(Getty)
Un estudio científico encontró que los grandes maestros de ajedrez utilizan partes del cerebro distintas a las de los aficionados cuando planean su próxima jugada (Getty)

Descubrieron que, mientras que los cerebros de los aficionados mostraban más explosiones gamma en el lóbulo temporal medio, los de los grandes maestros tenían más explosiones gamma en las cortezas frontal y parietal.

El equipo de científicos propuso que el uso del córtex frontal por parte de los grandes maestros, que han memorizado miles de jugadas, indica que pueden reconocer problemas conocidos y recuperan soluciones de su memoria.

En cambio, el uso del lóbulo temporal medio por parte de los aficionados sugiere que estos jugadores analizan jugadas desconocidas y forman nuevas memorias a largo plazo.

¿Los grandes maestros piensan más las jugadas?

El récord de Faustino Oro en precocidad lo sitúa por encima de legendarias figuras como Fischer, Karpov y Kasparov/Archivo
El récord de Faustino Oro en precocidad lo sitúa por encima de legendarias figuras como Fischer, Karpov y Kasparov/Archivo

En 2018, el doctor Fernández Slezak junto con Mariano Sigman y Guillermo Cecchi dieron a conocer otra experimentación que incluyó a jugadores de ajedrez. Lo publicaron en Plos Computational Biology.

Diseñaron un modelo matemático que describe de manera precisa los tiempos de reacción de un individuo cuando tiene ante sí múltiples alternativas. El ajedrez es un juego en el que hay que elegir entre un gran número de opciones en un tiempo limitado, como sucede en la vida real.

Para el estudio, utilizaron una base de datos que cuenta con miles de millones de movidas de ajedrez. Allí usuarios registrados de todo el mundo compiten entre sí de manera gratuita y se elabora un ranking. Los datos ayudaron a evaluar la calidad de las movidas, es decir, de las decisiones.

Comprobaron que los buenos ajedrecistas no deciden más rápido que los jugadores de menor ranking. A través del modelo matemático detectaron que, para tomar sus decisiones, los grandes jugadores no recorren árboles más profundos, es decir, no analizan más jugadas futuras que los jugadores regulares.

Lo que sí hacen los mejores ajedrecistas es descartar ramas que no llevan a buen puerto de una manera más adecuada que un jugador ubicado en peores posiciones en el ranking.

“Se creía que los grandes maestros revisaban más en profundidad los árboles de decisión de las jugadas antes de hacerlas. Pero lo que ahora se demostró que los grandes jugadores recortan mejor las ramas para tomar las decisiones y hacer cada jugada. Evidentemente, Faustino Oro tiene esa habilidad y la está desarrollando muy bien”, afirmó el experto.

Cuáles son los beneficios de jugar ajedrez para el cerebro

Otro estudio demostró que los mejores ajedrecistas descartan ramas relacionadas con las jugadas que no llevan a buen puerto de una manera más adecuada que un jugador ubicado en peores posiciones en el ranking/Freepik
Otro estudio demostró que los mejores ajedrecistas descartan ramas relacionadas con las jugadas que no llevan a buen puerto de una manera más adecuada que un jugador ubicado en peores posiciones en el ranking/Freepik

Existen reivindicaciones contrapuestas sobre sus orígenes en la India, China y Persia, pero normalmente se acepta que el juego tiene al menos 1.300 años de antigüedad y que la versión moderna se remonta al siglo XV en el sur de Europa.

El ajedrez está reconocido como deporte por el Comité Olímpico Internacional. Lejos de ser una pérdida de tiempo, puede ser muy beneficioso para la mente de los niños.

Hay evidencias de que el ajedrez se ha relacionado de forma convincente con la mejora de la concentración de los niños, la resolución de problemas, el pensamiento crítico, original y creativo, e incluso la capacidad matemática.

También se ha demostrado que ayuda a almacenar la memoria y a gestionar la información en los cerebros jóvenes. Por lo que no debería considerarse solo un juego para niños superdotados.

Los niños con necesidades educativas especiales pueden mejorar su capacidad de aprender y relacionarse con otros niños si participan en programas escolares y clubes de ajedrez.

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