Pocas ceremonias son tan emotivas como las entregas de los Premios Internacionales L’Oréal-UNESCO Por las mujeres en la Ciencia edición 2024—For Women in Science— que cada año se realizan en la sede de la organización internacional en París, ya que cumple claramente con el doble propósito de reconocer el trabajo innovador y vanguardista a las investigadoras mujeres; y la noción de empoderar y visibilizar la labor femenina en el ámbito científico.
Cinco de las científicas más brillantes del mundo fueron honradas por sus aportes trascendentes en el ámbito de las ciencias de la vida y el medio ambiente, y por su trabajo en favor de la igualdad de género en los espacios académicos y de investigación.
Desde su creación, hace 26 años, el programa de la Fundación L’Oréal junto a la UNESCO ha reconocido a más de 4.400 mujeres, incluidas 132 premiadas internacionalmente y más de 4.000 jóvenes investigadoras que recibieron un estímulo por su labor. Entre los galardonados de ediciones anteriores, siete han recibido el Premio Nobel en diferentes campos de la ciencia.
La importancia de este Premio lo ponen en relieve los datos estadísticos: de acuerdo con información de la UNESCO, sólo el 25% de los altos cargos científicos en el mundo son ocupados por mujeres, mientras que del total de investigadores, apenas una de cada tres es mujer.
La experta brasileña Alicia Kowaltowski cree con fervor que la heterogeneidad mejora la ciencia, por eso cuando Infobae le preguntó sobre el rol de las mujeres en estos campos del conocimiento destacó: “La ciencia necesita a todos. Necesitamos personas que piensen de manera diferente, sin importar el tamaño del cuerpo, el color de la piel, de dónde vienen o cuál es su cultura. Cuanta más diversidad tengamos, mejor ciencia tendremos”.
“En América Latina —amplió Kowaltowski a Infobae—, las mujeres son mayoría en campos como la bioquímica. Tal vez tengamos algo que enseñar al resto del mundo sobre cómo promover la inclusión de las mujeres en la ciencia. Es algo que podríamos estudiar desde la ciencia social, aunque no es mi campo. Las mujeres son líderes en ciencia en mi campo en Brasil y eso es algo muy agradable de ver”.
Quién es la científica latinoamericana ganadora del premio L’Oréal-UNESCO
Por la región de América Latina y el Caribe, este año fue galardonada la médica e investigadora brasileña Alicia Kowaltowski. De 50 años y doctora en medicina por la Universidad Estadual de Campinas, es actualmente profesora titular de Bioquímica en la Universidad de São Paulo, Brasil, donde dirige el Laboratorio de Metabolismo Energético.
La profesora Kowaltowski siempre se consideró una científica. Es hija de madre y padre académicos que apoyaron su curiosidad precoz. Eso la llevó a optar por un colegio secundario especializado en bioquímica. Ya cuando era estudiante de medicina, su mentor la impulsó a explorar las mitocondrias y el metabolismo. “Me enamoré del campo”, aseguró. Y sumó: “El metabolismo es fascinante porque se encuentra en el centro mismo de la vida, todas las definiciones técnicas de la vida deben incluir el metabolismo y el flujo de moléculas que se transforman dentro de nosotros”.
Al tomar la palabra durante la gala de premiación, la investigadora brasileña dio varias pinceladas que la describen como profesional y como persona. Recordó y agradeció a quienes la impulsaron en el camino de la ciencia, tanto a su familia como a sus mentores, y las personas que forman parte de su laboratorio. Sobre la ciencia dijo, “tiene el poder de reunir en el mismo espacio a gente de diferentes orígenes, con cuerpos distintos y varios colores de piel”. Diversidad en estado puro.
Y resaltó la labor colectiva, imprescindible para avanzar en el conocimiento: “La verdad es que la ciencia no se puede hacer sola. La ciencia requiere que muchas personas en diferentes laboratorios, trabajen juntos pero en preguntas diversas, y que se sumen entre sí”.
La doctora Kowaltowski sabe armonizar su labor científica con otra gran pasión: la música. Una mirada superficial podría considerar arte y ciencia como amores contrapuestos, pero ya sabemos con no es así. Basta decir, por ejemplo, que las neurociencias han probado que la música puede influir en nuestro cerebro, modelando emociones y hasta la memoria. La belleza de la vida reside en la intersección de distintas aficiones.
La científica forma parte como violinista de una orquesta de cámara, la Miller Chamber Orchestra, donde se desempeña como segunda jefa de violín. Este conjunto de talentosos instrumentistas voluntarios y profesionales ofrece conciertos bajo la batuta de la directora Gretchen Miller, líder de la orquesta autogestionada que ensaya en la Sociedade Filarmônica Lyra de São Paulo.
Infobae conversó con la doctora Kowaltowski sobre los aportes de su investigación científica y cómo se podrá adaptar en el futuro a terapias para enfermedades crónicas; también sobre la inserción de las mujeres en los ámbitos científicos y la situación de la ciencia en la región.
“La ciencia necesita de todos”
La representante latinoamericana fue seleccionada por el jurado de calificados científicos internacionales por su contribución fundamental a la biología de las mitocondrias, la principal fuente de energía de las células.
Se trata de una innovadora investigación en torno del metabolismo energético, las reacciones bioquímicas que permiten a los humanos obtener energía de los alimentos para poder vivir y funcionar. Su trabajo ha sido crucial para comprender las implicancias de ese proceso en enfermedades crónicas como la obesidad y la diabetes, así como en el proceso de envejecimiento.
La profesora Kowaltowski considera que, para que las mujeres prosperen en la ciencia, se deben mejorar las condiciones de género en los lugares de trabajo a nivel global. Estos incluyen licencia por maternidad remunerada, cuidado infantil asequible y períodos de tiempo extendidos para evaluaciones de subvenciones y proyectos, lo que permitirá oportunidades más justas e igualitarias.
“Avanzar en la investigación, dando menos importancia a los momentos: ¡Eureka!”
Uno de los puntos más ansiados de todo investigador es que sus trabajos se transformen en soluciones para la sociedad.
Cuando Infobae preguntó a la experta si los avances en torno del sistema metabólico podrán decantar en el desarrollo de terapias para la diabetes, la obesidad e, incluso, en el retraso del envejecimiento, respondió afirmativamente. “Todos los aspectos por los cuales podemos comprender mejor los mecanismos del metabolismo, que es lo que yo estudio, y el metabolismo en la obesidad, tendrán el potencial de aportar nuevas moléculas, nuevas vías y nuevos objetivos para el tratamiento de enfermedades”, dijo.
Pero destacó que eso depende también de una de las claves de su trabajo —y del conocimiento científico en general— que es la tarea colaborativa a largo plazo entre expertos de todo el mundo.
Al respecto se explayó: “A lo largo de los años, distintos científicos en el mundo han descubierto diferentes mecanismos, la suma de todos estos hallazgos es lo que ha traído nuevos tratamientos al mundo y ha mejorado el tratamiento de muchas enfermedades que están ligadas a cambios metabólicos. Entonces es realmente un esfuerzo de grupo. A veces en las noticias no hay un científico y un descubrimiento, aunque es como la gente lo hace sonar. Muchas de las investigaciones que hemos hecho ya han aportado en ese sentido”, aseguró la profesora Kowaltowski a Infobae.
—¿Cómo influye la curiosidad de los investigadores en la formulación de hipótesis científicas?
—Alicia Kowaltowski: La ciencia se trata de hacer preguntas y obtener las mejores respuestas posibles para estas preguntas. Pero cualquier cosa que estés investigando en los límites mismos del conocimiento de la humanidad será un proceso difícil. Y muchas veces obtenemos respuestas, pero también terminamos desenterrando más preguntas a lo largo del camino. Siempre vamos a tener más preguntas. El metabolismo, cada vez que descubrimos algo, nos lleva a nuevas preguntas.
Realmente queremos entender a nivel molecular cómo funciona la vida. Y eso es lo que creo que es fascinante. La ciencia implica buscar nuevos entendimientos del mundo que nos rodea y esas buenas preguntas. Es la mejor manera de avanzar en la investigación, dando menos importancia a los “momentos eureka”.
La mayor parte del trabajo de los científicos, agregó, implica formular buenas teorías para explicar las preguntas iniciales y estar abiertos a resultados experimentales que demuestren que estas teorías son incorrectas “de una manera fascinante y complicada, que conduce a preguntas más interesantes”.
“Explorar los límites del conocimiento”
Además de su destacada labor investigadora, la profesora Kowaltowski es una dedicada mentora de nuevos talentos y una defensora ferviente de la ciencia en América Latina. Dedica gran atención a inspirar a jóvenes científicos y a difundir la labor de investigación al gran público. Suele decir que uno de los aspectos más hermosos de su carrera es ayudar a preparar a las generaciones futuras de científicos.
—¿Qué dificultades le tocó enfrentar en el inicio de su carrera científica para obtener recursos y ascender a puestos de liderazgo respecto de sus colegas varones?
—En Brasil, la dificultad no es ser una mujer científica, la dificultad es ser científico. El gobierno no apoya la ciencia consistentemente. Tenemos edificios en deterioro, dificultades para conseguir productos químicos, y poca financiación. La falta de apoyo constante a la ciencia por parte del gobierno es muy preocupante.
En Argentina es similar. La dificultad es ser científico y no ser una mujer científica. Pero tenemos que seguir adelante, porque la ciencia trae el desarrollo. No podemos rendirnos. Mi sueño sería que tuviéramos el mejor entorno posible para realizar investigaciones, superar los desafíos políticos y burocráticos, y lograr la infraestructura y el apoyo técnico fundamental que necesitamos para llevar nuestra investigación al siguiente nivel.
La doctora Kowaltowski promueve que sus estudiantes realicen becas en el extranjero, tal como ella misma tuvo oportunidad de hacer en instituciones de Estados Unidos, convencida de que esto estimula la investigación y amplía los horizontes y las posibilidades de resultados. “También hace que el mundo sea un poco menos desigual, ya que todos aprendemos que somos más parecidos que diferentes”, afirmó.
“Mi consejo para los científicos emergentes es que sean curiosos, hagan buenas preguntas, estén abiertos a resultados inesperados, busquen supervisores que los apoyen y nunca se rindan”. Explorar los límites del conocimiento nos da la resiliencia para seguir superando límites y rompiendo barreras”, cerró.
Las ganadoras del Premio L’Oréal-UNESCO edición 2024
Este año, en la 26° edición del Premio fueron recompensados trabajos que buscan dar respuesta a “los retos mundiales en salud pública, como el cáncer, las enfermedades infecciosas como la malaria y la poliomielitis, o las enfermedades crónicas como la obesidad, la diabetes y la epilepsia”.
Los organizadores —la Fundación L’Oréal y UNESCO— que impulsan este galardón desde 1998 para promover la igualdad de género en la ciencia dispusieron que los jueces designaran a una ganadora en representación de 4 regiones del mundo: África y los Estados Árabes; Asia y el Pacífico; Europa; América Latina y el Caribe; y América del Norte.
Por África y los Estados Árabes, fue distinguida la doctora Rose Leke, exjefa del Departamento de Enfermedades Infecciosas e Inmunología de la Facultad de Medicina y Ciencias Biomédicas, y exdirectora del Centro de Biotecnología de la Universidad de Yaundé 1, Camerún; y por Asia y Pacífico la doctora Nieng Yan, especializada en biología estructural, profesora en la Facultad de Ciencias de la Vida de la Universidad de Tsinghua, presidenta fundadora de Shenzhen Academia Médica de Investigación y Traducción y Directora del Laboratorio de la Bahía de Shenzhen, China.
Por América del Norte, fue elegida la doctora Nada Jabado, especialista en genética humana, profesora de los departamentos de Pediatría y Genética Humana, de la Cátedra de Investigación de Canadá Nivel 1 en Oncología Pediátrica, por la Universidad McGill, de Canadá; por Europa el jurado hizo lo propio con la doctora Geneviève Almouzni, bióloga molecular, directora de Investigación del Centro Nacional de Investigaciones Científicas (CNRS) del Instituto Curie, en Francia.
Como se mencionó, por América Latina y el Caribe, este año, el prestigioso jurado de científicos internacionales eligió a quien fue protagonista de esta nota, la doctora Alicia Kowaltowski.