“La nave espacial está lista para volar”, escribió en su red social X el director ejecutivo de SpaceX, el emprendedor millonario Elon Musk.
Lo hizo un día antes de que la Administración Federal de Aviación (FAA) finalmente aprobara el cuarto vuelo de práctica del megacohete Starship, la nave espacial más grande construida por el hombre.
Tras obtener la licencia de vuelo por parte de la autoridad aeronáutica, SpaceX anunció que la misión de prueba Starship Flight 4, despegará hoy desde la estación espacial Starbase, ubicada en Boca Chica, Texas, en una ventana de 120 minutos que comenzará a las 9 (hora argentina - 12.00 GMT).
“La FAA ha aprobado una autorización de licencia para el vuelo 4 de SpaceX Starship”, escribieron funcionarios de la FAA en un comunicado. SpaceX cumplió con “todos los requisitos de seguridad y otros requisitos de licencia para este vuelo de prueba”, fue el anuncio formal que le dio luz verde al cuarto intento de llegar al espacio y volver a la Tierra sin quedar destruido.
Como sugiere su nombre, la misión Starship Flight 4 de SpaceX es el cuarto vuelo de prueba del vehículo de lanzamiento de la nave principal Starship y del cohete propulsor principal y primera etapa Super Heavy de la compañía, que vuelan integrados. Cuando están completamente ensamblados, miden 122 de altura y forman el cohete más grande y poderoso del mundo, con los 33 motores Raptor de su primera etapa.
Hasta ahora, el cohete más alto de la historia era el Saturno V de las misiones Apolo, con 110,6 metros. “Debido a su tamaño y capacidad para llevar instrumentos científicos incluso al espacio profundo, Starship permitirá una clase completamente nueva de misiones científicas”, comentó Musk en su cuenta de X, meses atrás.
No solamente los ojos de los responsables de SpaceX estarán puestos en este lanzamiento, que integra un sistema de despegue de carga ultrapesada totalmente reutilizable para misiones a la Luna, Marte y más allá. Es que el programa Artemis de la NASA, por ejemplo, ha seleccionado Starship como módulo de aterrizaje para llevar a los astronautas Artemis 3 al polo sur de la Luna en 2026.
Pero antes de que Starship pueda volar a nuestro satélite natural, SpaceX tiene que demostrar que el brillante cohete de acero inoxidable puede alcanzar la órbita terrestre y amerizar o aterrizar en forma segura.
La compañía espacial ha realizado hasta ahora tres vuelos de prueba: un debut fallido de solo 4 minutos en abril de 2023 que destruyó la plataforma de lanzamiento de SpaceX y el cohete; un segundo vuelo en noviembre de ese año que tampoco logró llegar al espacio tras 8 minutos de vuelo; y el último lanzamiento de Starship Flight 3 el 14 de marzo de este año, que llegó al espacio por primera vez antes de que el vehículo y su propulsor Super Heavy se perdieran sin poder aterrizar.
Después de cada prueba de lanzamiento de Starship, la FAA llevó a cabo investigaciones de fallas que requirieron mucho tiempo y formuló recomendaciones que SpaceX tuvo que abordar antes de cada intento de lanzamiento posterior. Para el vuelo 4 de Starship, SpaceX y la FAA acordaron un enfoque diferente.
“Como parte de su solicitud de modificación de licencia, SpaceX propuso tres escenarios relacionados con la entrada de Starship que no requerirían una investigación en caso de pérdida del vehículo. La FAA aprobó los escenarios como excepciones de daños inducidos por pruebas después de evaluarlos como parte de los análisis de seguridad y peligros de vuelo y confirmaron que cumplieron con los requisitos de seguridad pública”, dijeron funcionarios de la FAA en el comunicado.
“Si ocurre una anomalía diferente con el vehículo Starship, se puede justificar una investigación, así como si ocurre una anomalía con el cohete propulsor Super Heavy”, anticipó. Ese acuerdo sugiere que SpaceX ha identificado tres formas probables en las que su Starship o Super Heavy podrían fallar (como la pérdida durante el reingreso) que la compañía y la FAA acordaron que no necesitarían una investigación prolongada.
Los tres escenarios no parecían estar detallados en la licencia de lanzamiento de seis páginas de la FAA.
Para el Vuelo 4, SpaceX pretende volar su Starship y su propulsor Super Heavy en una trayectoria similar a la de su prueba del Vuelo 3, una misión que lanzaría el vehículo Starship a velocidad orbital y luego volvería a ingresar a la nave sobre el Océano Índico. Mientras tanto, se espera que el propulsor Super Heavy regrese hacia el sur de Texas y realice un “aterrizaje” controlado en el Golfo de México.
“La cuarta prueba de vuelo cambia nuestro enfoque de alcanzar la órbita a demostrar la capacidad de regresar y reutilizar Starship y Super Heavy. Los objetivos principales serán ejecutar un aterrizaje y un suave aterrizaje en el Golfo de México con el propulsor Super Heavy, y logrando una entrada controlada de Starship”, escribió SpaceX en X.
La empresa espacial SpaceX, perteneciente al millonario emprendedor Elon Musk ha diseñado el sistema de lanzamiento Starship para que sea totalmente reutilizable y espera utilizarlo para la exploración del espacio profundo hacia la Luna y Marte, realizando lanzamientos de carga pesada y hasta para turismo espacial en los próximos años.
Además de su enorme tamaño, Starship, en última instancia, debe ser completamente reutilizable. Actualmente, solo la primera etapa del cohete Falcon 9 regresa a tierra después de cada lanzamiento, para ser reutilizada, pero no su propulsor.
Poder volar las dos etapas de Starship varias veces permitirá lanzamientos aún más frecuentes y por menos dinero: un imperativo para poder “colonizar” Marte, según Musk.