Júpiter reveló una imagen novedosa en un nuevo sobrevuelo que hizo la nave Juno de la NASA en el mayor de los planetas del Sistema Solar.
La nave capturó la diminuta luna joviana Amaltea, que tiene la particularidad de ser el objeto más rojo o caliente del Sistema Solar, durante su 59º sobrevuelo a Júpiter el último 7 de marzo y del cual recién esta semana se obtuvieron las dos fotografías.
Las imágenes proporcionan una visión detallada de los coloridos cinturones y las tormentas de Júpiter, incluida la famosa Gran Mancha Roja. La luna Amaltea que tiene forma de papa, ya que carece de masa para convertirse en una esfera y solo tiene un radio de solo 84 kilómetros.
En 2000, la nave espacial Galileo de la NASA reveló algunas características de la superficie, incluidos cráteres de impacto, colinas y valles. Amaltea gira alrededor de Júpiter dentro de la órbita de Ío, que es la más interna de las cuatro lunas más grandes del planeta, y tarda 0,498 días terrestres en completar una órbita.
El objeto más caliente del sistema solar
Amaltea es el objeto más caliente del Sistema Solar y las observaciones indican que emite más calor del que recibe del Sol. Esto puede deberse a que, mientras orbita dentro del poderoso campo magnético de Júpiter, se inducen corrientes eléctricas en el núcleo de la luna.
Alternativamente, el calor podría deberse a las mareas causadas por la gravedad de Júpiter. En el momento en que se tomó la primera de las dos imágenes obtenidas, la nave espacial Juno se encontraba a unos 265.000 kilómetros sobre las cimas de las nubes de Júpiter, a una latitud de unos 5 grados al norte del ecuador.
El científico ciudadano Gerald Eichstädt creó estas imágenes utilizando datos sin procesar del instrumento JunoCam, aplicando técnicas de procesamiento para mejorar la claridad de las imágenes, informó la NASA.
Olas en el campo magnético
La semana pasada también se conoció un reciente estudio publicado en la revista Nature, donde científicos detectaron un movimiento similar a olas, en el campo magnético de Júpiter, hecho que ocurre cada 4 años aproximadamente.
Este descubrimiento es muy importante para entender cómo se mueve y cambia el interior de Júpiter, y ayuda mucho en el estudio del espacio y cómo funcionan los campos magnéticos de los planetas.
Los expertos notaron que el campo magnético de Júpiter cambia con el tiempo, y esos cambios son claves para entender cómo se crea.
Estudios anteriores mostraron que el movimiento de los fluidos eléctricos dentro del enorme planeta interactúa con su campo magnético, lo que causaría cambios que se pueden medir desde fuera. Al demostrar este movimiento de olas, los científicos tienen una nueva forma de estudiar lo que pasa dentro de Júpiter, específicamente en su parte interna de hidrógeno metálico.
El estudio científico también halló que cambios en ciertas corrientes de aire cerca de una zona con un campo magnético muy fuerte en el ecuador de Júpiter son causados por un flujo dominante que afecta bastante el campo magnético.
Este hecho ha obligado a que se revisen los modelos anteriores, ya que los datos no concuerdan tan bien como antes descriptos.