América Latina y el Caribe es la segunda región más propensa a los desastres en el mundo, de acuerdo con las Naciones Unidas. Además, la salud de la población está amenazada por la mala calidad del aire que se respira en las ciudades. Un cóctel de problemas que altera la vida cotidiana y causan muertes prematuras.
Desde el 27 de abril pasado se lamentan las lluvias e inundaciones que afectan dramáticamente a la población de Brasil y Uruguay.
El número de muertos reportados como consecuencia de las fuertes lluvias en el estado de Río Grande do Sul, en el sureste de Brasil, llegó ayer a 136. Mientras que en el norte de Uruguay hay más de 2.000 desplazados por las lluvias.
En diálogo con Infobae desde Brasil, la bióloga Tatiana Souza de Camargo, profesora e investigadora de la Facultad de Educación de Universidad Federal de Río Grande do Sul, en Porto Alegre, dijo: “Hemos estado registrando lluvias e inundaciones sin precedentes aquí, y es un ejemplo muy triste e impactante de los fenómenos extremos que están impactando en la salud de la población de América Latina”.
Además de las evacuaciones de personas, la búsqueda de desaparecidos y los fallecimientos, ahora también hay temor por el riesgo de que se gatillen brotes de enfermedades asociadas a las condiciones climáticas.
“Existe el riesgo aumentado de que haya brotes de leptospirosis, hepatitis A, infecciones de la piel por el contacto prolongado con agua contaminada. También podría haber más casos de dengue”, señaló Souza de Camargo, quien formó parte del nuevo informe del centro regional Lancet Countdown América Latina, junto con otros 33 investigadores que reunieron pruebas sobre la relación entre el cambio climático y la salud.
Brasil ya venía siendo golpeado por una epidemia de dengue antes del desastre: este año se reportaron más de 4,6 millones de personas diagnosticadas y 2.451 muertes. Podrían producirse más casos de dengue ahora, y “podría haber más personas con sarna, gripe y otras infecciones que pueden adquirirse cuando hay aglomeraciones, como ocurre en los centros de evacuados por las inundaciones”, alertó.
“Se está intensificando la divulgación de información sobre los riesgos de las enfermedades para la población afectada, y las ciudades se están organizando para recibir apoyo de profesionales y medicamentos -afirmó Souza de Camargo-. Se tiene en cuenta que podrían aumentar los casos de personas con estrés post-traumático, al considerar que muchas han sufrido pérdidas importantes y que se necesitará tiempo y recursos financieros para la recuperación”.
Las lluvias torrenciales y las inundaciones son fenómenos extremos que están relacionados con el cambio climático que sufre el planeta por actividades humanas, que emiten gases de efecto invernadero, principalmente.
“En algunas regiones de América Latina, como el sudeste de Sudamérica, se observó un incremento en la frecuencia de eventos de precipitaciones extremas. Esto podría vincularse con un probable incremento en las inundaciones, aunque hay que analizar otros factores que tienen un rol importante como el uso del suelo, el manejo del agua, el estado del suelo en términos de saturación”, dijo a Infobae el doctor en ciencias de la atmósfera y los océanos Juan Rivera, investigador del Instituto Argentino de Nivología, Glaciología y Ciencias Ambientales del Conicet.
Durante el año pasado, según el último informe de la Organización Meteorológica Mundial (OMM), liderada por la científica argentina Celeste Saulo, la temperatura media fue la más alta de la que se tiene constancia.
También se sumó el desarrollo del fenómeno de El Niño desde mediados de 2023, que influyó en más crecidas y deslizamientos de tierra.
En São Sebastião, Brasil, se habían acumulado 683 milímetros de lluvia en 15 horas en febrero pasado, lo que desencadenó un deslizamiento de tierra que causó 65 muertos. Muchas otras localidades y ciudades del Brasil también se vieron afectadas por precipitaciones excepcionales durante el año, subrayó la OMM.
Cuál es el impacto de la contaminación del aire
Mientras tanto, otro problema fue advertido por el grupo de investigadores de Lancet Countdown América Latina: la contaminación atmosférica es una de las principales amenazas para la salud y provoca diversas enfermedades, como las cardiovasculares, las respiratorias y diferentes tipos de cáncer, como el de pulmón.
“En América Latina, ninguna ciudad aún cumple con las directrices de la Organización Mundial de la Salud sobre la calidad del aire, lo que significa que millones de personas están expuestas a niveles de contaminación atmosférica peligrosos y amenazantes para la salud”, escribieron en el artículo que fue publicado en la revista The Lancet Regional Health - Americas.
Detallaron que 123,5 muertes prematuras por millón de personas eran atribuibles al material particulado 2.5 ambiental en 2020. Ese dato representa un aumento del 3,9% con respecto a 2005 (118,9 muertes prematuras por millón de personas). Sin embargo, existen importantes diferencias entre países.
“Es esencial que las ciudades cuenten con sistemas de vigilancia de la calidad del aire. De esta manera se podrá actuar como un sistema de alerta ágil para que la población pueda ser advertida y protegida en caso de emergencia”, especificó la experta Souza de Camargo a Infobae.
Cuáles son las 3 propuestas de los científicos
El equipo de investigadores de Lancet Countdown América Latina incluyó el estado de situación de más problemas relacionados con el clima y la salud e hizo tres recomendaciones para el futuro de los países de América Latina:
- Se necesita construir políticas públicas intersectoriales que aumenten simultáneamente la capacidad para hacer frente a los efectos del cambio climático (se conoce como “resiliencia climática”), reduzcan las desigualdades sociales, mejoren la salud de la población y reduzcan las emisiones de gases de efecto invernadero
- Se debería acelerar la transición energética, que implica cambios en la forma de producción, distribución y consumo de energía para bajar las emisiones contaminantes. Esa transición ayudará a que se reduzca la pobreza energética y la contaminación atmosférica y se maximicen los beneficios económicos y sanitarios
- Se debería aumentar la financiación climática a través de compromisos financieros permanentes y bancos multilaterales de desarrollo para allanar vías de desarrollo resilientes al clima