Las vacunas son innovaciones que han permitido salvar 6 vidas cada minuto de cada año durante las últimas cinco décadas, según un estudio dirigido por la Organización Mundial de la Salud (OMS) que será publicado en la revista The Lancet próximamente.
De acuerdo con el estudio, la humanidad se ha beneficiado con la aplicación de vacunas contra estas 14 enfermedades:
- Difteria
- Infección por la bacteria Haemophilus influenzae tipo B
- Hepatitis B
- Encefalitis japonesa
- Sarampión
- Meningitis A
- Tos ferina
- Enfermedad neumocócica invasiva
- Poliomielitis
- Rotavirus
- Rubéola
- Tétanos
- Tuberculosis
- Fiebre amarilla.
Ahora se sabe que la vacunación contribuyó directamente a reducir la mortalidad infantil en un 40% en todo el mundo. Además, demostró que, por cada vida salvada gracias a la inmunización, se ganó una media de 66 años de plena salud, con un total de 10.200 millones de años de plena salud ganados a lo largo de las cinco décadas.
“Las vacunas son uno de los inventos más poderosos de la historia, que permiten prevenir enfermedades antes temidas”, dijo a través de un comunicado el director general de la OMS, el doctor Tedros Adhanom Ghebreyesus, y remarcó algunos logros específicos.
Gracias a las vacunas, la viruela ha sido erradicada, la poliomielitis está a punto de serlo, y “con el desarrollo más reciente de vacunas contra enfermedades como el paludismo o malaria y el cáncer de cuello uterino, estamos haciendo retroceder las fronteras de la enfermedad. Con investigación, inversión y colaboración continuadas, podemos salvar millones de vidas más hoy y en los próximos 50 años”, sostuvo el titular de la agencia sanitaria de Naciones Unidas.
En diálogo con Infobae, tres expertos en epidemiología, infectología e historia de la medicina resaltaron el impacto específico de algunas de las vacunas.
“En primer lugar, la vacuna contra la viruela fue un logro monumental en la historia de la medicina, ya que posibilitó la primera erradicación de un virus humano. Este hito no solo salvó innumerables vidas, sino que sentó un precedente para futuros esfuerzos de eliminación de enfermedades”, dijo a Infobae el doctor René Najera, nacido en México, epidemiólogo y editor de History of Vaccines (Historia de las Vacunas), una iniciativa en la web impulsada por el Colegio de Médicos de Filadelfia de los Estados Unidos.
La viruela era una enfermedad contagiosa causada por el virus variólico. Fue una de las enfermedades más devastadoras para la humanidad y causó millones de muertes antes de ser erradicada. Se cree que existió durante al menos 3000 años.
La vacuna contra la viruela, creada por Edward Jenner en 1796, fue la primera que se desarrolló con éxito. En 1967, la OMS puso en marcha un plan para erradicar la viruela y eso se consiguió en 1980.
Para el doctor Najera, también la vacuna contra la polio “casi ha erradicado una enfermedad temible que afectaba predominantemente a los niños y paralizaba a muchos. Gracias a esa vacuna, estamos a punto de eliminar un segundo virus humano, después del de la viruela. Esto demuestra el poder de los esfuerzos de vacunación persistentes y coordinados. Solo el tipo 1 de los tres tipos de poliovirus sobrevive hoy en Pakistán y Afganistán”.
Hoy pueden caminar más de 20 millones de personas que de otro modo habrían quedado paralizadas si no fuera por la vacunación contra la polio, informó la OMS.
“La meta de la erradicación de la polio se había fijado bajo el lema ‘Por un mundo sin polio para el año 2000′. Lamentablemente, esta meta no se cumplió. Ha sido postergada reiteradamente”, resaltó Silvia González Ayala, presidenta de la Sociedad Argentina de Infectología Pediátrica, en diálogo con Infobae.
Otra herramienta es la vacuna contra la rabia. “Ha reducido significativamente el riesgo de transmisión de animales a humanos. Hizo más seguras las interacciones con animales domésticos y facilitó la expansión de las ciudades hacia zonas silvestres sin el temor al contagio de animales. La vacuna antirrábica ha tenido un profundo impacto en el desarrollo urbano y en las relaciones entre humanos y animales”, afirmó el experto.
Actualmente, se persigue el objetivo de eliminar la rabia transmitida por perros para el año 2030. Como el acceso a las vacunas tiene limitaciones, aún se producen 59.000 muertes por rabia de seres humanos al año en más de 150 países.
Además, la vacuna contra la rubéola ha reducido drásticamente la incidencia de malformaciones neonatales asociadas al síndrome de rubéola congénita.
“Al proteger a las mujeres embarazadas y a sus hijos no nacidos, la vacuna ha dado lugar a una nueva era de consideraciones en materia de salud reproductiva, lo que ha repercutido significativamente en las políticas de planificación familiar y salud pública”, señaló el epidemiólogo.
La doctora Karina Ramaciotti, investigadora en ciencias sociales del Conicet y de la Universidad Nacional de Quilmes, que se dedica a la historia de la salud pública, subrayó la importancia de las vacunas contra la viruela y la polio. También mencionó a la vacuna BCG. “Tuvo una enorme efectividad contra la tuberculosis y su aplicación fue masiva en la segunda mitad del siglo XX en países como la Argentina”, afirmó.
“Los casos de la vacuna contra la viruela, la polio y la BCG para tuberculosis permiten reflexionar sobre los vínculos entre la comunidad científica y el diseño de las políticas sanitarias para la prevención y a la erradicación de enfermedades”, expresó. “Esas tres vacunas y su difusión estuvieron atravesadas por resistencias por parte de la población, discusiones en la comunidad científica en torno a su efectividad, relaciones entre los diferentes agentes de la sociedad civil sobre quiénes debían ser los encargados de inocularlas”, recordó.
Aunque ya han contribuido a salvar vidas, todavía queda mucho por hacer. De acuerdo con el doctor Najera se debería destacar que las vacunas contra la enfermedad COVID-19 fueron desarrolladas en un tiempo récord, y tienen eficacia y seguridad.
“Es un ejemplo de colaboración científica mundial sin precedentes en respuesta a una emergencia global. No sólo se ha desacelerado la propagación del virus, sino que también ha demostrado el potencial de la moderna tecnología de vacunas, incluidas las plataformas de ARN mensajero”, sostuvo.
“La vacuna contra el virus del papiloma humano (VPH) y la vacuna contra la hepatitis B han ayudado a controlar los cánceres relacionados con esos virus. Implica un avance significativo en la prevención oncológica y de enfermedades infecciosas”, subrayó. “Pero aún queda trabajo por hacer, especialmente en la lucha contra la desinformación sobre las vacunas en general”, indicó.
Para que haya coberturas más altas de vacunación, según la doctora González Ayala, “se debería informar, educar y trabajar en el territorio en el diálogo con las personas. También se debería lograr que los miembros del equipo de salud sean proactivos en la promoción de la vacunación”.