De Internet satelital a la conquista de Marte: la visionaria ruta de Elon Musk

Elon Musk es el empresario emprendedor y multimillonario más conocido del planeta. Sus invenciones llevadas a la realidad, a partir de sus sueños que acuñó desde que era un joven, tienen siempre una misma característica: ser las más grandes del mundo.

Para citar algunos ejemplos de este patrón que lleva adelante el innovador y talentoso empresario, basta observar que es CEO de Tesla, la empresa de automóviles eléctricos más vendida del mundo que también posee la fábrica automotriz también más grande del mundo en Texas, y que ayer fue visitada por el presidente Javier Milei.

Otro ejemplo es el la compañía espacial SpaceX que después de construir el cohete Falcon 9, el más utilizado hoy en el mundo con casi 100 despegues por año, desarrolló el megacohete Starship, que con sus 122 metros de altura y sus 3 vuelos es el vehículo espacial más grande del mundo, capaz de llevar 100 personas a la Luna y Marte en un futuro.

Musk no solo apunta a conquistar el espacio al construir y volar el cohete más poderoso desarrollado, sino que también diseñó y llevó a la realidad Starlink, la empresa global de servicios de internet por satélite fundada en 2015, que tiene hoy la mayor cantidad de aparatos orbitando la Tierra, con 4000 satélites que proporcionan internet de alta velocidad a más de un millón de lugares en todo el mundo.

Y para cerrar, otro de los pensamientos en grande de Musk, cuando no crea una empresa de cero, la compra. Así ocurrió con X (ex Twitter), una de las redes sociales más grandes e influyentes del mundo, donde las personas publican sus opiniones, estados y noticias en Internet.

Cualquier biografía que describe al innovador genio comienza con su tortuosa relación con su padre Errol cuando tenía 10 años y se fue a vivir con él, que incluyó maltrato físico y psicológico, con el agregado del bullying que sufría en el colegio. Musk había nacido de una madre canadiense y un padre sudafricano, y Musk se crio en Pretoria (Sudáfrica).

Pero también hacen foco en esa misma época que incluyó vivir cerca de sus primos Peter, Lyndon y Russ Rive Rive ―los hijos varones de su tía materna, Kaye Rive― en los años 80, lo que dicen los analistas como el biógrafo y escritor Walter Isaacson, en que ayudaron a Musk a formar su carácter de líder, tomar decisiones sin miedo, y competir sanamente con su misma sangre para dejar atrás la vergüenza que le hacía sentir su padre y compañero de escuela.

Años después, Musk comenzó a estudiar en la Universidad de Pretoria pero a los 17 años se fue a vivir primero a Canadá y luego a Pensilvania, EEUU, donde asistió a universidad local y se graduó Economía y Física. En 1995 se trasladó a California para asistir a la Universidad Stanford, pero en su lugar decidió seguir una carrera empresarial, cofundando la empresa de software web Zip2 con su hermano Kimbal.

La empresa fue adquirida por la gigante Compaq por 307 millones de dólares en 1999. Ese mismo año, Musk cofundó el banco en línea X.com, que se fusionó con Confinity en 2000 para formar PayPal. La empresa fue finalmente adquirida por eBay en 2002 por 1500 millones de dólares.

En los siguientes años, vendrían más éxitos: En 2002, Musk fundó la emprea espacial SpaceX y al año siguiente se unió al fabricante de vehículos eléctricos Tesla Motors, Inc. (ahora Tesla, Inc.) como presidente y arquitecto de productos, convirtiéndose en su consejero delegado en 2008.

En 2006, ayudó a crear junto a su primo Lyndon la empresa SolarCity, una compañía de servicios de energía solar que hoy es el principal proveedor de sistemas solares en Estados Unidos. Posteriormente fue adquirida por Tesla y se convirtió en Tesla Energy.

En 2015 Musk, cofundó OpenAI, una empresa de investigación que promueve la inteligencia artificial amigable. Y al año siguiente cofundó Neuralink, una empresa de neurotecnología centrada en el desarrollo de interfaces cerebro-ordenador, que este año ha logrado un notorio avance al demostrar cómo una persona puede jugar ajedrez en línea únicamente con su mente gracias a un chip implantado en su cerebro.

Ese año también fundó The Boring Company, una empresa de construcción de túneles que nació como una reacción a las frustraciones relacionadas con el tráfico. La empresa, que a fin de 2023 alcanzó una valoración de USD 7 mil millones, ha completado hasta el momento tres proyectos: el R&D Tunnel, el Hyperloop Test Track, y el Centro de Convenciones de Las Vegas.

Y actualmente, están trabajando en la Vegas Loop Station de más de 109 kilómetros, cuyo objetivo final es conectar Las Vegas y Los Ángeles.

Musk tiene un pensamiento central, una constante que atraviesa cualquier emprendimiento que lleva adelante: “Pensé en las cosas que afectarían verdaderamente a la humanidad. Encontré tres: internet, la energía sostenible y los viajes espaciales”, dice en el libro y describe a la perfección la mente de un visionario.

“A quienes haya podido ofender, solo quiero decirles que he reinventado los coches eléctricos y estoy enviando a personas a Marte en una nave espacial. ¿Creían que también iba a ser un tipo tranquilo y normal?”, dijo en Saturday Night Live, en mayo de 2021.

Tom Nault, empresario y CEO de Middlerock Partners LLC y referente del emprendedurismo en EEUU, escribió recientemente sobre Musk: “Todas sus empresas contratan a las mejores personas que puede encontrar y sólo mantienen su puesto por mérito. Las personas competentes ocupan puestos que requieren competencia. En segundo lugar, delega en personas que son capaces de ejecutar eficientemente su visión, pero que saben cuándo retroceder y colaborar. No se pueden gestionar tantas empresas con tanta eficiencia como él sin tener una excelente relación con sus superiores. Si bien se ve rotación, él tiene un círculo de confianza y parecen entenderse”.

“Todas las empresas que posee le han ido bien. Puede que haya pasos experimentales que tengan algún componente de fracaso, pero en general, a él le está yendo bien y a sus empresas también. Esa es la prueba de que sabe lo que hace. Ignoren a los críticos de izquierda que nunca tienen razón en nada relacionado con Elon Musk. Predijeron que Twitter, ahora X fracasaría, y no sólo no fracasó, sino que está creciendo y mejorando con mucha menos gente involucrada”, agregó en forma contundente.

Y concluyó: “Todo esto se debe a una combinación de talento, confianza y capacidad para identificar prioridades y despejar el camino para que sus equipos tengan éxito. Conozco a muchos directores ejecutivos que no pueden superar los 30 empleados. El problema son ellos y no la empresa”.

Uno de los ejemplos más concretos sobre la grandeza con la que piensa y actúa Musk es la fábrica de automóviles Tesla en Texas, que ayer visitó Javier Milei.

El magnate de la tecnología posee esta gigafactoría, como una red de seis fábricas que emplea a más de 100.000 personas distribuidas en tres continentes para la creación de motores eléctricos, productos de almacenamiento de energía, sistemas de propulsión y baterías para vehículos, además de la creación de “las máquinas que construyen máquinas” (robots) como el Optimus, un robot humanoide.

Esas megafábricas están ubicadas, por orden de inauguración, en Nevada y Buffalo (Nueva York), Shanghai, Berlín-Brandemburgo y Austin (Texas).

Con una superficie de poco más de 1000 hectáreas, a lo largo del río Colorado y una planta de producción de 930.000 metros cuadrados, la Gigafactory Texas se enfoca en la producción limitada del vehículo eléctrico Modelo Y cuya producción comenzó antes del final de 2021 y a entregarse en abril de 2022. También en la sede texana se fabrica el Cybertruck, la camioneta de Tesla.

En el Cyber Rodeo, realizado en su fábrica en abril de 2022, Elon Musk reveló las ambiciones de Tesla para su planta Giga Texas , afirmando que producirá al menos 500.000 vehículos anualmente a partir de 2023. La superficie de la instalación, a ojos del magnate de la tecnología, “es equivalente a tres Pentágonos”.

Según Musk, la gigafactoría está posicionada para ser la fábrica de “mayor capacidad en el mundo”. Y sostuvo que “medio millón de unidades al año en una sola fábrica de un solo producto es la cosa más grande del mundo”.

“Podemos ir a otros lugares del sistema solar, como Saturno, pero creo que lo más importante en lo que debemos centrarnos es en el camino más rápido hacia una ciudad autosuficiente en Marte”, fueron las palabras que pronunció el multimillonario empresario Elon Musk al presentar hace dos años su nuevo cohete Starship, con el que se propone generar una revolución espacial como la que hizo el legendario Apolo que llevó el hombre a la Luna.

El cohete Starship de Space X se ha convertido en el más alto del mundo, con 122 metros de altura. “Debido a su tamaño y capacidad para llevar instrumentos científicos incluso al espacio profundo, Starship permitirá una clase completamente nueva de misiones científicas”, comentó Musk en su cuenta de Twitter. Starship es la nave que SpaceX pretende utilizar para llevar a los humanos más allá de la Tierra a destinos como la luna, Marte y más allá.

A SpaceX le llevó varios años su desarrollo, cambios de nombre y de diseño, desde que fue presentado por Musk en 2019 en su primera versión llamada MK1.

Starship diseñó un nuevo motor, llamado Raptor, que funciona a base Metano en estado líquido, más oxígeno líquido como oxidante (metalox), en una nueva combinación de combustible más económico y más fácil de manejar a bajas temperaturas. Y este cohete posee 33 motores Raptor en su primera etapa y 6 en su segunda.

“Debido a su tamaño y capacidad para llevar instrumentos científicos incluso al espacio profundo, Starship permitirá una clase completamente nueva de misiones científicas”, comentó Musk en su cuenta de Twitter.

Si Marte es el gran objetivo de la carrera espacial de este siglo, Starship es la gran promesa para hacerlo una realidad.

El ambicioso proyecto de Elon Musk y SpaceX lleva casi 20 años en la imaginación del mundo, pero estamos siendo testigos de lujo de que los sueños de llegar a otros mundos se están haciendo realidad. El cohete prevé que transportar hasta 100 personas y 150 toneladas de carga en cada viaje a la Luna y Marte.