Luego de más de 20 años de trabajo, los investigadores han terminado por fin el desarrollo de la cámara LSST (Legacy Survey of Space and Time), uno de los instrumentos más avanzados para la búsqueda de vida fuera del Sistema Solar.
La cámara más grande del mundo esta destinada a revelar detalles sobre el universo y ayudará a comprender cómo es la materia oscura, la misteriosa sustancia que representa alrededor del 85% de todas las cosas del cosmos a pesar de ser invisible para nosotros.
Una vez operativa, cartografiará las posiciones y medirá el brillo de un gran número de objetos del cielo nocturno.
Su objetivo es mapear el cielo del hemisferio sur durante diez años, para contar con el material más completo del universo oscuro. Esta tarea es una de sus principales ventajas ya que la cámara observará repetidamente la misma zona del cielo una y otra vez, lo que permitirá a los científicos controlar con precisió cualquier cambio que se produzca en esa región a lo largo de esa década.
La impresionante cámara, con una resolución de 3.200 megapíxeles, se instalará en el Observatorio Vera C. Rubin en Chile y se espera que tome fotos de 20.000 millones de galaxias. “Las imágenes que logra son tan detalladas que podrían detectar una pelota de golf a una distancia de aproximadamente 25 km, mientras cubren una franja del cielo siete veces más ancha que la luna llena. Estas imágenes, con miles de millones de estrellas y galaxias, ayudarán a descubrir los secretos del universo”, detalló Aaron Roodman, subdirector del Observatorio Rubin.
William O´ Mullane, subdirector de la misión Legacy Survey of Space and Time informó ante los medios, que se capturarán hasta 1.200 imágenes de la misma región del cielo, lo que posibilitará explorar el espacio con una profundidad sin precedentes en comparación con otros telescopios terrestres
“Con la finalización de la cámara y su inminente integración con el resto de los sistemas del Observatorio Rubin en Chile, pronto comenzaremos a producir la mejor película de todos los tiempos y el mapa más informativo del cielo nocturno jamás creado”, manifestó Zeljko Ivezić, director de Rubin Observatory Construction.
La instalación en Chile
La logística para la instalación de la cámara digital, que pesa más de 3.000 kilos, implica su embalaje y se traslado a Chile, en la montaña Cerro Pachón, a 2.700 metros de altura de los Andes, donde se colocará sobre el reflector de rastreo Simony a finales de este 2024.
La cámara es extraordinariamente delicada, ya que su plano focal está formado por 201 sensores individuales diseñados a medida. Su planitud es de 5 micras, con una variación no superior a una décima parte de la anchura de un cabello humano (en comparación, una hoja de papel tiene entre 50 y 100 micras de grosor, según Roodman).
Una vez que la cámara esté montada en los sistemas de posición de los que dependerá, como las unidades que enfriarán sus sensores de imagen a menos 100 grados Celcius, se pondrá en marcha y estará operativo.
¿Cuál era la cámara con mayor resolución antes de la LSST?
Antes de este artefacto, la cámara del telescopio Subaru, de Hawái, ostentaba el récord con 870 megapíxeles y medía 8,2 metros. Este logro lo llevo a cabo el Observatorio Nacional Astronómico de Japón (NAOJ) y comenzó su uso en diciembre de 2000. Cuenta con una cámara Hyper-Suprime-Cam de 870 megapíxeles y los investigadores, en ese entonces, tardaban seis meses en realizar fotografías del cielo y habían reconocido 1.800 explosiones estelares.
El objetivo principal de este proyecto era determinar con exactitud del grado del nivel de extensión del universo. Con dicha cámara, en 2019 se descubrió la cantidad de galaxias registradas más antiguas de la historia, capturando un grupo de nubes de gases, conocidas como protogalaxias, elaboradas por 12 galaxias de más de 13.000 millones de años luz de distancia.
Gracias a este avance tecnológico, se logró descubrir una nueva tipología de supernova que hasta entonces, en 2019, no se conocía. Esta fue denominada SN 2016iyh, y se destacaba por su extraordinario brillo, el cual iluminaba incluso las estrellas más masivas y ya extintas. Según los investigadores, este hallazgo provocaba un interés alucinante por investigar y explorar esta explosión estelar. Su fin era esclarecer su estructura y función, así como la posibilidad de continuar esta búsqueda de conocimiento con otras supernovas que puedan descubrirse en el futuro. Si una nueva clase pudo emerger, se estimaba que podría existir la suerte de impulsar el hallazgo de otras en algún momento.